Asunción de ti
Si leemos:
No tuvieron estrofas sino lágrimas/ ¿cómo te la llevo, José Asunción?
Ese marecito de llanto bogotano: ¿quién te aguanta luego? /
Solícito lector:
abreva abraza abre las puertas: percibe canturrea llora abrevia /
no hay ecos del tiro certero dibujado en el corazón
ni salto al vacío ni abismo ni basura urbana junto al
contenedor / junto a la ochava apenas ruge esta Montevideo
de peluche
esta Montevideo nocturnal en vísperas
del disparo en la Candelaria
de tu suicidio inútil
(Gerardo Ciancio - ARQUITRABE)
Casa de poesía
Casa de Poesía (Uruguay) es una Institución sin fines de lucro cuyo cometido es la difusión de todas las manifestaciones poéticas, realización de homenajes, conferencias, publicaciones y otras actividades vinculadas con el hacer poético y artístico creativo en general, dando así cumplimiento a lo manifestado por UNESCO en sus resoluciones. "rgentadorado@gmail.com"
miércoles, 29 de diciembre de 2010
nocturno
cruje en enseres enhiestas tras su hambre/fámula famélica: al
fondo costilla rota
serpentina ósea cuereada al cepo cúbica lágrima:
un pergamino primor
Pregunta: ¿hay lugar para uno más?
sitio sobra a babor
sitio cunde a estribor/emplaste el agua podrida aliente ese
mojón ante todo /
si este infierno es un lugar / si este tacho chupa-ser viene a
ser lo mismo que su cómodo living: entonces afirmativo /
sude sufra sedente saliente a su agua / su aire nuestro lanza
esos grititos/ sus costillas erróneas osan oran: mire, usted,
con esa oralidad no hay tu tía/ nuestro su lar su Ítaca su
hembra al hambre
nuestro sueñito sur que orla.
(Gerardo Ciancio - ARQUITRABE)
cruje en enseres enhiestas tras su hambre/fámula famélica: al
fondo costilla rota
serpentina ósea cuereada al cepo cúbica lágrima:
un pergamino primor
Pregunta: ¿hay lugar para uno más?
sitio sobra a babor
sitio cunde a estribor/emplaste el agua podrida aliente ese
mojón ante todo /
si este infierno es un lugar / si este tacho chupa-ser viene a
ser lo mismo que su cómodo living: entonces afirmativo /
sude sufra sedente saliente a su agua / su aire nuestro lanza
esos grititos/ sus costillas erróneas osan oran: mire, usted,
con esa oralidad no hay tu tía/ nuestro su lar su Ítaca su
hembra al hambre
nuestro sueñito sur que orla.
(Gerardo Ciancio - ARQUITRABE)
martes, 21 de diciembre de 2010
ACASO SUPE
Acaso supe de números y letras?
Acaso supe geometría, aritmética
a deletrar y las frases poder rimar?
Pero..¿ quien sabe cantar a dúo
con los àrboles en la tempestad?
A capela con los balcones y sus casas?
Y a escapar con la ciudad?
A entender el idioma de lo perros?
Y las salidas hacia el mar?
A escudriñar calles desiertas
Y a esperar por la verdad?
Quien pudo verte
buscando imagenes de ramas
en los charcos de la acera
y en tu dialogo, la lealtad?
Quien supo usar el
nectar contra el veneno
y los abrazos como un fusil
Y ver en "el tiempo de los extremos
el comienzo del porvenir"?
Con tu cuerpo aprendí geografía
Con tus manos a dibujar
Con tu aliento a escribir poesía
Y con tus sueños a filosofar.
(A. Mario Calandra)
Acaso supe de números y letras?
Acaso supe geometría, aritmética
a deletrar y las frases poder rimar?
Pero..¿ quien sabe cantar a dúo
con los àrboles en la tempestad?
A capela con los balcones y sus casas?
Y a escapar con la ciudad?
A entender el idioma de lo perros?
Y las salidas hacia el mar?
A escudriñar calles desiertas
Y a esperar por la verdad?
Quien pudo verte
buscando imagenes de ramas
en los charcos de la acera
y en tu dialogo, la lealtad?
Quien supo usar el
nectar contra el veneno
y los abrazos como un fusil
Y ver en "el tiempo de los extremos
el comienzo del porvenir"?
Con tu cuerpo aprendí geografía
Con tus manos a dibujar
Con tu aliento a escribir poesía
Y con tus sueños a filosofar.
(A. Mario Calandra)
entre
hombros y garganta
se unen
los trozos de carne seca
y se espantan
no queda nada.
abierta
y entra el viento y arde.
soplo
pero arde.
herida pica.
salmuera
es tu dedo,
ojo, no cura,
que muriera, quisiera,
yo.
mordida por
esta sombra marrón
que me mira y me
veo,
ahí
me toco
la herida
soy toda
ya ni me puedo tocar.
(Macarena Gómez)
hombros y garganta
se unen
los trozos de carne seca
y se espantan
no queda nada.
abierta
y entra el viento y arde.
soplo
pero arde.
herida pica.
salmuera
es tu dedo,
ojo, no cura,
que muriera, quisiera,
yo.
mordida por
esta sombra marrón
que me mira y me
veo,
ahí
me toco
la herida
soy toda
ya ni me puedo tocar.
(Macarena Gómez)
tema tomado de: En primavera de Vladislav Jodasevich, trad. y public. de Natalia LItvinova
el trote despacioso y blanco del aliento
tira de una cuerda unida a un herrumbre viejo
marcas en los peldaños del color de la sangre
donde el atardecer bautiza su dorada quietud
pintan de purpura escondidos bajo una mano rugosa
los pasos que han sido la fragua del pan diario
espirales de acero unidos a hojarasca humeda
se retuercen dando un paredon un arbol y un silencio
y es la unica simulacion viva en esta hora
el corazon se apoya en estas cosas sin hollar la tierra
y toma del paredon una compania de imposible abrazo
y toma del arbol su llanto esparcido en el viento
y toma del silencio el limbo donde desaparecen las cosas
el corazon y no el hombre
el centro de un oceano
donde la flor viene de su ser marchito.
(Alejandro Dorado)
el trote despacioso y blanco del aliento
tira de una cuerda unida a un herrumbre viejo
marcas en los peldaños del color de la sangre
donde el atardecer bautiza su dorada quietud
pintan de purpura escondidos bajo una mano rugosa
los pasos que han sido la fragua del pan diario
espirales de acero unidos a hojarasca humeda
se retuercen dando un paredon un arbol y un silencio
y es la unica simulacion viva en esta hora
el corazon se apoya en estas cosas sin hollar la tierra
y toma del paredon una compania de imposible abrazo
y toma del arbol su llanto esparcido en el viento
y toma del silencio el limbo donde desaparecen las cosas
el corazon y no el hombre
el centro de un oceano
donde la flor viene de su ser marchito.
(Alejandro Dorado)
Ayer te vi en el estudio,
le lleve un café a tu fantasma
Habitaban tres gotas de luz en tu frente
Una representaba al espíritu santo, otra a tus padres
Me pediste que pusiera a Brahms y te serví vodka,
Bebiste del vaso como los santos en las iglesias
Ellos dentro de los ojos, guardan el polvo envejecido de la música,
Guardan peces terrestres que flotan en la luz de los espejos,
Te cuento de octubre, de su olor a
escapularios y puentes
enmohecidos por la lluvia y la fe,
de las parejas embelesadas por la claridad
del piano –pianissimo- que deja su lumbre
en una canción de cuna.
(Rita Ga Ga)
le lleve un café a tu fantasma
Habitaban tres gotas de luz en tu frente
Una representaba al espíritu santo, otra a tus padres
Me pediste que pusiera a Brahms y te serví vodka,
Bebiste del vaso como los santos en las iglesias
Ellos dentro de los ojos, guardan el polvo envejecido de la música,
Guardan peces terrestres que flotan en la luz de los espejos,
Te cuento de octubre, de su olor a
escapularios y puentes
enmohecidos por la lluvia y la fe,
de las parejas embelesadas por la claridad
del piano –pianissimo- que deja su lumbre
en una canción de cuna.
(Rita Ga Ga)
LA IMPORTANCIA DE PLANEAR
Quería empezar a terminar
pero no me salió
te quería contestar pero se me cortó
Quería ver el final
-se rayó el devedé
naufragué sin llegar al puerto USB
Quería levantarme a Victoria
me comí una derrota
quería patear el penal y no me dieron pelota
Quería andar volando
y cerró la aviación
quería poner un circo y se me achica el león
Quería elegirte de nuevo
me anularon el voto
quería romper los huevos pero ya estaban rotos
Quería perder el tiempo
y me lo devolvieron
quise hacer las valijas pero no me da el cuero
Quería poner punto final
los puse suspensivos
quería escuchar a la muerte pero cantaba en vivo
Quería sacar el clavo
pero soy de madera
quería equivocarme, pero hice cualquiera
Quería planear mi futuro
pero la avioneta
se desarmó toda
Quería tomármelo con soda
pero se acabó
la joda.
(Federico de los Santos)
Quería empezar a terminar
pero no me salió
te quería contestar pero se me cortó
Quería ver el final
-se rayó el devedé
naufragué sin llegar al puerto USB
Quería levantarme a Victoria
me comí una derrota
quería patear el penal y no me dieron pelota
Quería andar volando
y cerró la aviación
quería poner un circo y se me achica el león
Quería elegirte de nuevo
me anularon el voto
quería romper los huevos pero ya estaban rotos
Quería perder el tiempo
y me lo devolvieron
quise hacer las valijas pero no me da el cuero
Quería poner punto final
los puse suspensivos
quería escuchar a la muerte pero cantaba en vivo
Quería sacar el clavo
pero soy de madera
quería equivocarme, pero hice cualquiera
Quería planear mi futuro
pero la avioneta
se desarmó toda
Quería tomármelo con soda
pero se acabó
la joda.
(Federico de los Santos)
Valle Sagrado
"Cuando viajamos el presente no logra su plena realidad; es casi un pasado, casi una anécdota; por eso es nostálgico y, también, feliz" (A.Bioy Casares)
Verdes sobre verdes
laderas escalonadas.
Amarillos, ocres, marrones
paisajes de altura.
Valles
que recortan un útero en la distancia
para venir a parir
este sol
del nuevo
día.
No existe un sitio mejor para
olvidar.
Tampoco un sitio mejor para
perder.
Vuelvo
cargada de imágenes
y otras chucherías.
Inquieta
porque ahora sé
que regreso
al exilio
de
tu
boca.
(Ma. Laura Pintos)
"Cuando viajamos el presente no logra su plena realidad; es casi un pasado, casi una anécdota; por eso es nostálgico y, también, feliz" (A.Bioy Casares)
Verdes sobre verdes
laderas escalonadas.
Amarillos, ocres, marrones
paisajes de altura.
Valles
que recortan un útero en la distancia
para venir a parir
este sol
del nuevo
día.
No existe un sitio mejor para
olvidar.
Tampoco un sitio mejor para
perder.
Vuelvo
cargada de imágenes
y otras chucherías.
Inquieta
porque ahora sé
que regreso
al exilio
de
tu
boca.
(Ma. Laura Pintos)
Los Ebrios 2
Ebrios
Y a solas
Entre las luces de la ciudad
(aureolas para nuestra miopía)
Entre la muchedumbre
Las gentes que conocemos
Nos dicen hola o adiós
Les da igual
Ebrios
Y a solas
Digamos que no somos
Lo que se dice un buen partido…
Deambulamos sin rumbo
Entre raudos coches
Y mendigos
Ebrios
Y a solas
¡No!
(Bernardo Laespiga)
Ebrios
Y a solas
Entre las luces de la ciudad
(aureolas para nuestra miopía)
Entre la muchedumbre
Las gentes que conocemos
Nos dicen hola o adiós
Les da igual
Ebrios
Y a solas
Digamos que no somos
Lo que se dice un buen partido…
Deambulamos sin rumbo
Entre raudos coches
Y mendigos
Ebrios
Y a solas
¡No!
(Bernardo Laespiga)
en el pasamanos mis huellas
el viaje no me pertenece
las ruedas de hierro van zanjando mi espalda
no me duele
nada ves por la ventana
nada soy
no quiero que nadie me busque
que solo la ausencia me nombre
y que al nombrarme todos de mí se olviden
yo
tan solo un ladrillo de tinieblas
no soy fruto de ningún árbol
nada con raíces me sostiene
debo irme
hacer que sellen mi pasaporte
sello que no se conoce
dibujo que no existe
aberrante silueta de cuervo
símbolo de una patria de carroña
patria sin himno y sin bandera me recibe
civilización de huesos enterrados
no tengo ningún derecho
ninguna obligación tampoco
otra vez irme
patria de carne ida
huída de los dioses siempre intangibles
por fin lejos
allí donde no existen rostros
un todo invertebrado
anarquía posible
utopía de la flor de bronce
de pétalos impares
de morir fundida
reconvertida en el busto de un prócer
nada soy
no quiero que nadie me encuentre
que solo el horizonte me contenga
no estaré solo el día de mi muerte.
(Pablo de Grossi)
el viaje no me pertenece
las ruedas de hierro van zanjando mi espalda
no me duele
nada ves por la ventana
nada soy
no quiero que nadie me busque
que solo la ausencia me nombre
y que al nombrarme todos de mí se olviden
yo
tan solo un ladrillo de tinieblas
no soy fruto de ningún árbol
nada con raíces me sostiene
debo irme
hacer que sellen mi pasaporte
sello que no se conoce
dibujo que no existe
aberrante silueta de cuervo
símbolo de una patria de carroña
patria sin himno y sin bandera me recibe
civilización de huesos enterrados
no tengo ningún derecho
ninguna obligación tampoco
otra vez irme
patria de carne ida
huída de los dioses siempre intangibles
por fin lejos
allí donde no existen rostros
un todo invertebrado
anarquía posible
utopía de la flor de bronce
de pétalos impares
de morir fundida
reconvertida en el busto de un prócer
nada soy
no quiero que nadie me encuentre
que solo el horizonte me contenga
no estaré solo el día de mi muerte.
(Pablo de Grossi)
as palavras/las palabras
queria encontrar as palavras
que te ajudem
as palavras certas
que te dêem sabedoria
e força
mas as palavras não podem
ser as mãos que te afagam
os braços que abraçam
o colo que te aconchega
o corpo que te consola
as pernas que correm por ti
as palavras não podem trabalhar a teu lado
ou aliviar-te o fardo que carregas
são impotentes as palavras
mas são importantes as palavras
podem dizer-te é assim ou não é assim
fazes bem ou fazes mal
podem dizer-te vai em frente
ou fica tranquila
podem dizer-te que és uma boa pessoa
não importa o que digam
não importa o que penses
podem dizer-te que é normal
sentirmo-nos mal praticando o bem
porque não somos santos
podem dizer-te que é justa a revolta que sentes
e que é bom que a sintas
porque é um sinal de lucidez
no meio do caos
podem dizer-te que apesar de tudo
não estás completamente só
que alguém
algures
mesmo longe
vela por ti
e te apoia faças o que fizeres
ainda que apenas
com palavras.
(David Teles Ferreira)
queria encontrar as palavras
que te ajudem
as palavras certas
que te dêem sabedoria
e força
mas as palavras não podem
ser as mãos que te afagam
os braços que abraçam
o colo que te aconchega
o corpo que te consola
as pernas que correm por ti
as palavras não podem trabalhar a teu lado
ou aliviar-te o fardo que carregas
são impotentes as palavras
mas são importantes as palavras
podem dizer-te é assim ou não é assim
fazes bem ou fazes mal
podem dizer-te vai em frente
ou fica tranquila
podem dizer-te que és uma boa pessoa
não importa o que digam
não importa o que penses
podem dizer-te que é normal
sentirmo-nos mal praticando o bem
porque não somos santos
podem dizer-te que é justa a revolta que sentes
e que é bom que a sintas
porque é um sinal de lucidez
no meio do caos
podem dizer-te que apesar de tudo
não estás completamente só
que alguém
algures
mesmo longe
vela por ti
e te apoia faças o que fizeres
ainda que apenas
com palavras.
(David Teles Ferreira)
Por la noche
No habrá sorpresas ésta noche,
No más que la explosión del recuerdo en mi almohada,
No más que éste cruel silencio
Que no habla como ha sabido hablar otras veces.
Y mientras…
Los pensamientos juegan a la ruleta rusa,
Y un alma profana juega a la escondida con libros sin escribir.
La habitación parpadea,
Se va secando de sudores.
Se ha desgastado.
Ya no se escuchan más risa,
Sólo el recuerdo de ella,
Que desvanece y se oculta.
Aún no ha caído el ángel,
Son menos veinte y no pasa.
Quizá esté volando otro cielo,
Quizá recostado a otro colchón de tiempo…
Sólo sé que aquí estoy solo,
Que la puerta está abierta
Y la habitación oscura.
(Iván C. Costábile)
No habrá sorpresas ésta noche,
No más que la explosión del recuerdo en mi almohada,
No más que éste cruel silencio
Que no habla como ha sabido hablar otras veces.
Y mientras…
Los pensamientos juegan a la ruleta rusa,
Y un alma profana juega a la escondida con libros sin escribir.
La habitación parpadea,
Se va secando de sudores.
Se ha desgastado.
Ya no se escuchan más risa,
Sólo el recuerdo de ella,
Que desvanece y se oculta.
Aún no ha caído el ángel,
Son menos veinte y no pasa.
Quizá esté volando otro cielo,
Quizá recostado a otro colchón de tiempo…
Sólo sé que aquí estoy solo,
Que la puerta está abierta
Y la habitación oscura.
(Iván C. Costábile)
Tus palabras y las mías
A veces
tus palabras
son pájaros
que pelean
por las migajas
de las hostias últimas.
Y yo las abrazo
con toda mi cordillera
de montañas
y de sangre
porque saben defender
mis credos.
Casi siempre
mis palabras
son tímidas y púberes
y apenas
si aprenden
a acariciar la noche.
Sólo saben
nombrarte
y ocupas
todo su aliento
y no les queda vigor
para
lo que no tiene tu rostro.
Casi siempre
tus palabras
traen el azul del viento
la música del mar
y las voces anónimas
de los que nadie escucha.
Y entonces
mis palabras
se toman
de tus palabras pájaros
Y vuelan
Y sueñan
Y descubren
su mañana
su sentido
su lucha.
(Patricia Monarca)
A veces
tus palabras
son pájaros
que pelean
por las migajas
de las hostias últimas.
Y yo las abrazo
con toda mi cordillera
de montañas
y de sangre
porque saben defender
mis credos.
Casi siempre
mis palabras
son tímidas y púberes
y apenas
si aprenden
a acariciar la noche.
Sólo saben
nombrarte
y ocupas
todo su aliento
y no les queda vigor
para
lo que no tiene tu rostro.
Casi siempre
tus palabras
traen el azul del viento
la música del mar
y las voces anónimas
de los que nadie escucha.
Y entonces
mis palabras
se toman
de tus palabras pájaros
Y vuelan
Y sueñan
Y descubren
su mañana
su sentido
su lucha.
(Patricia Monarca)
Para: JM
Me enseñaste a buscar entre los árboles
La herencia atigrada de los gorriones
La sucesión de la palabra basta
Su analogía de jardín frondoso
Y los últimos versos de un poema:
escapularios hundidos en la carne
Whisky con agua, aplastados
Paquetes de cigarros donde tus iniciales
se volvían del mismo amarillento que tu boca
Convocamos caballos y mujeres
Mujeres de uno u otro
Que trepaban tomadas a las venas
Debajo de la piel y de las cosas
Intentando sin suerte hacerme hombre
Intentando con suerte hacerte viejo
Me enseñaste las cartas ensobradas
El arma del bramido de una noche
mientras volvías a recorrer Jaureguiberry
Buscando tus modelos,
las niñas que posaban en las sombras
Revivías la caminata por la costa
Donde juntabas piedras negras y alaridos
Para ordenar sobre el blanco de la arena
Una infancia innombrable
Unos cuadernos,
Desparramados que se vuelven libros
¿Alguna vez soñaste de esta suerte?
Solo sentir que todo es cuatro letras
Y nada este silencio que te habita.
(Horacio Cavallo)
Me enseñaste a buscar entre los árboles
La herencia atigrada de los gorriones
La sucesión de la palabra basta
Su analogía de jardín frondoso
Y los últimos versos de un poema:
escapularios hundidos en la carne
Whisky con agua, aplastados
Paquetes de cigarros donde tus iniciales
se volvían del mismo amarillento que tu boca
Convocamos caballos y mujeres
Mujeres de uno u otro
Que trepaban tomadas a las venas
Debajo de la piel y de las cosas
Intentando sin suerte hacerme hombre
Intentando con suerte hacerte viejo
Me enseñaste las cartas ensobradas
El arma del bramido de una noche
mientras volvías a recorrer Jaureguiberry
Buscando tus modelos,
las niñas que posaban en las sombras
Revivías la caminata por la costa
Donde juntabas piedras negras y alaridos
Para ordenar sobre el blanco de la arena
Una infancia innombrable
Unos cuadernos,
Desparramados que se vuelven libros
¿Alguna vez soñaste de esta suerte?
Solo sentir que todo es cuatro letras
Y nada este silencio que te habita.
(Horacio Cavallo)
Si me espiaran los ojos de un dios
De mi dios
Podrían ver en mis transparentes pensamientos
Mis hemisferios translúcidos
Como un plato de vidrio
Como un globo sin secretos
Y encontraría que son demasiadas las veces que te pienso
Y que tu nombre está grabado
Como una fórmula de alquimia
Y dios se repugnaría
Como ante un loco de mirada torva
Si me espiaran los ojos de un dios
Que sean mejor los de una diosa
Entrarían en mi pasión revuelta
En mi obsesión central y secreta
Y sólo soportaría unos segundos
Estar en ese nido
Después me abandonaría
Sin hospedarse
Si me espiaran dos manos de mujer
Que se llame Selene
Que habite en la luna
Que tenga la lengua quieta
Y el corazón turgente
Oídos para escuchar, Selene, que la pasión me devora
Y que sólo pido una pizca de compasión lunar
La de tus ojos grises
Sin turbulencias
La de tus piernas cruzadas
Sin alardes
Si espiaran mi corazón los santos hombres
Se verían rodeados de escándalo
Puede no ser la paz la forma en que alguien vive
Puede un alma habitar el centro de una noche turbia
Sin rescoldos
Puede una cristiana desear
Torcerse hasta los gemidos
Y vivir conforme a ello?
Si los ojos de la noche
Me taladran
La espalda y los beneplácitos
Y abren huecos en mi pecho
Humedecido
No me quejaré
Tan pronto
Sin embargo
Que las bendiciones recorren
Senderos sinsentido
Cuando llegan
A mal puerto
Atontados sus designios
Pero no hay dioses voyeurs
Ni espectadores
Y nadie sabe que él me obsequió este libro
Y que no puedo soportar sus blandas páginas
Y que las manos se me caerán
Como prefacios de lluvia
Sobre sus tapas blancas
Y no podrán sostenerlo
Como cualquier ser humano entero
Debería.
(Constanza Liebe)
De mi dios
Podrían ver en mis transparentes pensamientos
Mis hemisferios translúcidos
Como un plato de vidrio
Como un globo sin secretos
Y encontraría que son demasiadas las veces que te pienso
Y que tu nombre está grabado
Como una fórmula de alquimia
Y dios se repugnaría
Como ante un loco de mirada torva
Si me espiaran los ojos de un dios
Que sean mejor los de una diosa
Entrarían en mi pasión revuelta
En mi obsesión central y secreta
Y sólo soportaría unos segundos
Estar en ese nido
Después me abandonaría
Sin hospedarse
Si me espiaran dos manos de mujer
Que se llame Selene
Que habite en la luna
Que tenga la lengua quieta
Y el corazón turgente
Oídos para escuchar, Selene, que la pasión me devora
Y que sólo pido una pizca de compasión lunar
La de tus ojos grises
Sin turbulencias
La de tus piernas cruzadas
Sin alardes
Si espiaran mi corazón los santos hombres
Se verían rodeados de escándalo
Puede no ser la paz la forma en que alguien vive
Puede un alma habitar el centro de una noche turbia
Sin rescoldos
Puede una cristiana desear
Torcerse hasta los gemidos
Y vivir conforme a ello?
Si los ojos de la noche
Me taladran
La espalda y los beneplácitos
Y abren huecos en mi pecho
Humedecido
No me quejaré
Tan pronto
Sin embargo
Que las bendiciones recorren
Senderos sinsentido
Cuando llegan
A mal puerto
Atontados sus designios
Pero no hay dioses voyeurs
Ni espectadores
Y nadie sabe que él me obsequió este libro
Y que no puedo soportar sus blandas páginas
Y que las manos se me caerán
Como prefacios de lluvia
Sobre sus tapas blancas
Y no podrán sostenerlo
Como cualquier ser humano entero
Debería.
(Constanza Liebe)
en una calle cualquiera
un perro cualquiera
lame mi mano
sé que perro que lame no muerde
consiento el acto inconscientemente
le entrego mi mano
pienso que no es natural
que un perro no tenga amo
el perro lame sin piedad
succiona
mi mano se desliza por su lengua
su boca tibia la sujeta
succiona
pienso que estoy por perder mi mano
y no me importa
succiona
pienso que el perro me va a tragar
y no me importa
succiona
me gusta
me gusta
me gusta
no puedo evitar que me guste tanto
quiero quedarme acá
en su boca de gelatina tibia
y si así lo desea
habitaré su cuerpo descarnado
en su garganta mi mano abierta
se encuentra con otra mano
seguramente que el perro
se había tragado a su amo
la mano palpitante se adhiere a mi piel
aún respira
siento su calor en todo mi cuerpo
me pide que la rescate
las manos se sujetan
en un nudo de dedos
tiro
el perro se despereza
aparecen nuestras manos
afuera de la boca
tiro
el perro se inquieta
tiro
el perro intenta huir
pero lo impido
tiro
el perro hace arcadas
hasta vomitarte
en las baldosas grises
en una calle cualquiera.
(Andrea Estevan)
un perro cualquiera
lame mi mano
sé que perro que lame no muerde
consiento el acto inconscientemente
le entrego mi mano
pienso que no es natural
que un perro no tenga amo
el perro lame sin piedad
succiona
mi mano se desliza por su lengua
su boca tibia la sujeta
succiona
pienso que estoy por perder mi mano
y no me importa
succiona
pienso que el perro me va a tragar
y no me importa
succiona
me gusta
me gusta
me gusta
no puedo evitar que me guste tanto
quiero quedarme acá
en su boca de gelatina tibia
y si así lo desea
habitaré su cuerpo descarnado
en su garganta mi mano abierta
se encuentra con otra mano
seguramente que el perro
se había tragado a su amo
la mano palpitante se adhiere a mi piel
aún respira
siento su calor en todo mi cuerpo
me pide que la rescate
las manos se sujetan
en un nudo de dedos
tiro
el perro se despereza
aparecen nuestras manos
afuera de la boca
tiro
el perro se inquieta
tiro
el perro intenta huir
pero lo impido
tiro
el perro hace arcadas
hasta vomitarte
en las baldosas grises
en una calle cualquiera.
(Andrea Estevan)
(algo raro y desprolijo y un poco viejo)
Y decís así
Pac
Pac
nunca puedo sentirlo como si hubiera sucedido.
Esa escena es un escándalo, con todas las cosas que he olvidado conspirando en el espacio que no sé decir.
Es la derrota del recuerdo, las heridas que no se tocan, la ternura que nunca nos sostuvo.
Tengo entre las manos cosas que no son nuestras, cosas que no conocés, que no verías. No sé si te recuerdo o te imagino.
Las manos apretando la botella
quién es cuando no sabe que lo miro.
Quién es cuando no sabe que lo miro
Quién es cuando no sabe que lo miro
Qué mano/ qué sensación qué fragmento soy cuando me sueña
Yo te miro tan inmenso tanta ruina que te surca el costado de la frente / no recuerdo
Un rito un café unas piernas que se estiran en la sombra
Pasos temblorosas promesas de otro rostro que luchan en tu cara/ así
Tantos años tanto semen zigzagueante entre la piel que ya no tengo
Qué imagen de qué cuerpo deformado y siempre el whisky y vos no podés verme
Eso me salva yo lo sé
de qué tamaño es tu gesto/ hasta dónde se puede ampliar una sonrisa/ (lo infinito que puede ser un movimiento)
Zás contra la pared y pendeja y vasos rotos
y calma y perdón y no me dejes
Esa historia no es la mía
nunca estuve ahí fue un error en el tiempo
un sí que nunca quise un sueño en la noche equivocada
cuánto ruido hace una bala
qué tan rota la cara qué tan cruel
la cicatriz
(camino indescifrable donde nada nace)
soy mis 15 años en un cuerpo que no sabe recordarse
Una imagen en tus ojos destruidos
cuando todo esto termine seremos (otra vez)
un hombre mayor ciego que está loco
una pendeja que mira y con los ojos tan abiertos
la mancha en un colchón sin sábanas
la mancha en el costado de tu frente
su imagen en tus ojos destruidos
y diré estoy bien y diré contame
y dirás fue así
dos tiros
pac
pac.
(Paula Simonetti de Souza)
Y decís así
Pac
Pac
nunca puedo sentirlo como si hubiera sucedido.
Esa escena es un escándalo, con todas las cosas que he olvidado conspirando en el espacio que no sé decir.
Es la derrota del recuerdo, las heridas que no se tocan, la ternura que nunca nos sostuvo.
Tengo entre las manos cosas que no son nuestras, cosas que no conocés, que no verías. No sé si te recuerdo o te imagino.
Las manos apretando la botella
quién es cuando no sabe que lo miro.
Quién es cuando no sabe que lo miro
Quién es cuando no sabe que lo miro
Qué mano/ qué sensación qué fragmento soy cuando me sueña
Yo te miro tan inmenso tanta ruina que te surca el costado de la frente / no recuerdo
Un rito un café unas piernas que se estiran en la sombra
Pasos temblorosas promesas de otro rostro que luchan en tu cara/ así
Tantos años tanto semen zigzagueante entre la piel que ya no tengo
Qué imagen de qué cuerpo deformado y siempre el whisky y vos no podés verme
Eso me salva yo lo sé
de qué tamaño es tu gesto/ hasta dónde se puede ampliar una sonrisa/ (lo infinito que puede ser un movimiento)
Zás contra la pared y pendeja y vasos rotos
y calma y perdón y no me dejes
Esa historia no es la mía
nunca estuve ahí fue un error en el tiempo
un sí que nunca quise un sueño en la noche equivocada
cuánto ruido hace una bala
qué tan rota la cara qué tan cruel
la cicatriz
(camino indescifrable donde nada nace)
soy mis 15 años en un cuerpo que no sabe recordarse
Una imagen en tus ojos destruidos
cuando todo esto termine seremos (otra vez)
un hombre mayor ciego que está loco
una pendeja que mira y con los ojos tan abiertos
la mancha en un colchón sin sábanas
la mancha en el costado de tu frente
su imagen en tus ojos destruidos
y diré estoy bien y diré contame
y dirás fue así
dos tiros
pac
pac.
(Paula Simonetti de Souza)
lunes, 13 de diciembre de 2010
El Silencio que queda tras nosotros.
Y en el hoy, que es aquí, no hay más nunca…
Será que el nunca no llega a nosotros,
Será que nosotros no llegamos a él…
In eternis.
Quizá sea lo que nos une a la vida,
Que no acaba,
Que no abarca,
Tras eternos despertares, lo que somos…
Quizá somos el silencio que queda tras nosotros.
Aquél que no percibes,
Aquél que limitas con la mirada simple,
Que es como no ver.
Y el encuentro se vuelve desencontrado,
Y las vacilaciones,
Nos consumen como si fuéramos brasas despojadas de calor,
Y somos nosotros,
Y desaparecemos…
Ante nuestra historia misma nos volvemos desaparecidos.
Me rehúso a vivir desterrado...
Y es mi esencia,
Y sólo son palabras,
Y el silencio que queda tras nosotros.
(Iván C. Costábile)
Y en el hoy, que es aquí, no hay más nunca…
Será que el nunca no llega a nosotros,
Será que nosotros no llegamos a él…
In eternis.
Quizá sea lo que nos une a la vida,
Que no acaba,
Que no abarca,
Tras eternos despertares, lo que somos…
Quizá somos el silencio que queda tras nosotros.
Aquél que no percibes,
Aquél que limitas con la mirada simple,
Que es como no ver.
Y el encuentro se vuelve desencontrado,
Y las vacilaciones,
Nos consumen como si fuéramos brasas despojadas de calor,
Y somos nosotros,
Y desaparecemos…
Ante nuestra historia misma nos volvemos desaparecidos.
Me rehúso a vivir desterrado...
Y es mi esencia,
Y sólo son palabras,
Y el silencio que queda tras nosotros.
(Iván C. Costábile)
Se sonroja al conocer
el doble apellido
Deslumbra
Admira
Envidia
Desea
Trasciende límites
antes insospechados
Reconoce
Realza
Revisa
títulos, viajes,
contactos, vivencias;
que el dinero
no compró
Aconseja
Acompaña
Alienta
los deseos controlados
de salir en portadas
De ser alguien
después de no sentirse nada.
Entierra
Oscurece
Pisotea
su dignidad perdida
Ineptitud constante
Vergonzosa desfachatés
Incontrolable ambición
Ilimitada necesidad de ser,
de existir
de resaltar
de crecer
sin importar el cómo
y el porqué...
(Bilu Hue)
el doble apellido
Deslumbra
Admira
Envidia
Desea
Trasciende límites
antes insospechados
Reconoce
Realza
Revisa
títulos, viajes,
contactos, vivencias;
que el dinero
no compró
Aconseja
Acompaña
Alienta
los deseos controlados
de salir en portadas
De ser alguien
después de no sentirse nada.
Entierra
Oscurece
Pisotea
su dignidad perdida
Ineptitud constante
Vergonzosa desfachatés
Incontrolable ambición
Ilimitada necesidad de ser,
de existir
de resaltar
de crecer
sin importar el cómo
y el porqué...
(Bilu Hue)
Poema sin sentido
Quiso tocarlo
el roce de sus yemas
no le erizó
la piel.
Quiso lamerlo
su lengua no reconoció
el dulce sabor de
su sexo.
Quiso mirarlo
sentir que su mirada también la penetraba
los ojos
la sumieron en una
oscuridad profunda.
Quiso olerlo,
como un animal
dejarse guiar por el
aroma a hombre que exhalaba
sus narinas solo aspiraron
un aire
helado/neutro.
Cuando no escuchó
sus palabras
dulces
o sucias
ni los gemidos
propios
o ajenos
comprendió que el amor
de ese hombre
carecía
de
sentidos.
(Ma. Laura Pintos)
Quiso tocarlo
el roce de sus yemas
no le erizó
la piel.
Quiso lamerlo
su lengua no reconoció
el dulce sabor de
su sexo.
Quiso mirarlo
sentir que su mirada también la penetraba
los ojos
la sumieron en una
oscuridad profunda.
Quiso olerlo,
como un animal
dejarse guiar por el
aroma a hombre que exhalaba
sus narinas solo aspiraron
un aire
helado/neutro.
Cuando no escuchó
sus palabras
dulces
o sucias
ni los gemidos
propios
o ajenos
comprendió que el amor
de ese hombre
carecía
de
sentidos.
(Ma. Laura Pintos)
lueve
quisiera llamarte
estoy sola en mi cama
con el teléfono entre mis manos
escuchar juntos la misma lluvia
sumergidos en las sábanas
enredados
las manos que se besan
nuestras bocas que se abrazan
pero soy cobarde
aunque quisiera llamarte
estoy sola en mi cama
con el teléfono
y entre mis manos
llueve.
(Andrea Estevan)
quisiera llamarte
estoy sola en mi cama
con el teléfono entre mis manos
escuchar juntos la misma lluvia
sumergidos en las sábanas
enredados
las manos que se besan
nuestras bocas que se abrazan
pero soy cobarde
aunque quisiera llamarte
estoy sola en mi cama
con el teléfono
y entre mis manos
llueve.
(Andrea Estevan)
Te parecés un poco al Clint de la mejor época/
Pero tu gesto recio se ablanda con el arte/
Hasta dejarte perdido/
Como un tierno niño/
Al borde del orgasmo/
Hasta el delirio/
Che bandoneón/
Si vos sabés que es así/
Nadie lo amó ni lo amará como vos/
Sus dedos gruesos te corresponden/
De noche en noche/
Y esa caricia nos duele a todos/
Che bandoneón/
Si ninguna mujer/
Se le entrega como vos/
Se deshace caricia entre sus dedos/
Con un quejido de amante/
Que a nada dice que no
(En el espasmo fuelle
de un bandoneón
gimen las ganas arrepentidas
de algún amor
se despiden
en el aire).
(Constanza Liebe)
Pero tu gesto recio se ablanda con el arte/
Hasta dejarte perdido/
Como un tierno niño/
Al borde del orgasmo/
Hasta el delirio/
Che bandoneón/
Si vos sabés que es así/
Nadie lo amó ni lo amará como vos/
Sus dedos gruesos te corresponden/
De noche en noche/
Y esa caricia nos duele a todos/
Che bandoneón/
Si ninguna mujer/
Se le entrega como vos/
Se deshace caricia entre sus dedos/
Con un quejido de amante/
Que a nada dice que no
(En el espasmo fuelle
de un bandoneón
gimen las ganas arrepentidas
de algún amor
se despiden
en el aire).
(Constanza Liebe)
En el minuto siguiente a las cinco
¡Qué noble oficio!, la oficina pasadas las cinco.
El minuto siguiente es el olor a morgue.
El edificio entero una necrópolis,
Donde deambula sinsentido un vigilante.
El minuto siguiente a las cinco en punto
Enfría los monitores y la cabeza,
Cierra las puertas, empuja las ventanas,
Las luces parpadean y los teléfonos se quiebran en llanto.
En el minuto después del calvario la jornada se vuelve una estática.
Un museo, un freezer, una habitación abandonada,
Donde tras las cortinas el fax contesta las llamadas.
(Pedro Sgaravatti)
¡Qué noble oficio!, la oficina pasadas las cinco.
El minuto siguiente es el olor a morgue.
El edificio entero una necrópolis,
Donde deambula sinsentido un vigilante.
El minuto siguiente a las cinco en punto
Enfría los monitores y la cabeza,
Cierra las puertas, empuja las ventanas,
Las luces parpadean y los teléfonos se quiebran en llanto.
En el minuto después del calvario la jornada se vuelve una estática.
Un museo, un freezer, una habitación abandonada,
Donde tras las cortinas el fax contesta las llamadas.
(Pedro Sgaravatti)
Pelamen, no llueven niñeras del cielo
Quedamos sin clandestina cita / me regurgita
El abrazo lazo hacia tu caballo
Largo cuello de nuez juego a ser tu crin
En la clara morochez chamán de tu falda
El lugar indicado caos fondo de las cosas
Caos que refulge / me urge
La ingeniería falaz del amor y el pene
La suma deseo de varios animales
La pata encima de las huellas barro
Que me desliza y tapiza epidermis
Que me disloca coyunturas y su frémito.
(Eduardo Curbelo)
Quedamos sin clandestina cita / me regurgita
El abrazo lazo hacia tu caballo
Largo cuello de nuez juego a ser tu crin
En la clara morochez chamán de tu falda
El lugar indicado caos fondo de las cosas
Caos que refulge / me urge
La ingeniería falaz del amor y el pene
La suma deseo de varios animales
La pata encima de las huellas barro
Que me desliza y tapiza epidermis
Que me disloca coyunturas y su frémito.
(Eduardo Curbelo)
No, yo no miré el cuadrado con la cara desencajada y ridícula
No lloraba
No vi el humo, extraños garabatos al silencio
Ni la piel, cárcel de una mueca miserable.
No, no estuve.
No vi ni el gesto del alcohol
no hubo pozo
cuadrado inverosímil/ última habitación de lo confuso
sensación Que nos decimos en secreto
simulando qUe lloramos
pero
a vecEs
me quEda la cara un poco torcida
falSa
la mirada se vuelve indescifrable
la boca es irreal si dice una palabra que no existe
si Tiene un pensamiento que no sostiene a nadie
apenas digo tU NOMBRE
pongo una palabra en el vacío.
(Paula Simonetti de Souza)
No lloraba
No vi el humo, extraños garabatos al silencio
Ni la piel, cárcel de una mueca miserable.
No, no estuve.
No vi ni el gesto del alcohol
no hubo pozo
cuadrado inverosímil/ última habitación de lo confuso
sensación Que nos decimos en secreto
simulando qUe lloramos
pero
a vecEs
me quEda la cara un poco torcida
falSa
la mirada se vuelve indescifrable
la boca es irreal si dice una palabra que no existe
si Tiene un pensamiento que no sostiene a nadie
apenas digo tU NOMBRE
pongo una palabra en el vacío.
(Paula Simonetti de Souza)
Sucede que, sin pensar,
los días se caen
del almanaque de tu memoria
al suelo,
y el viento los mece
antes que toquen tierra
y vuelen las historias
que esos días contienen
rumbo al horizonte.
Los ves marcharse
de tu piel
buscando un futuro
que dudas que exista.
Quedas, solo,
vacío,
mirando ese horizonte,
sin comprender.
Algo más te ha abandonado
con ese recuerdo.
Te quedas mirando
y esperando
sin saber por qué has llegado
hasta aquí.
Pero ya los pies
no quieren otra cosa
que abandonar
todo movimiento
y dejarse perder
en el olvido.
(José A. Santos Guede)
los días se caen
del almanaque de tu memoria
al suelo,
y el viento los mece
antes que toquen tierra
y vuelen las historias
que esos días contienen
rumbo al horizonte.
Los ves marcharse
de tu piel
buscando un futuro
que dudas que exista.
Quedas, solo,
vacío,
mirando ese horizonte,
sin comprender.
Algo más te ha abandonado
con ese recuerdo.
Te quedas mirando
y esperando
sin saber por qué has llegado
hasta aquí.
Pero ya los pies
no quieren otra cosa
que abandonar
todo movimiento
y dejarse perder
en el olvido.
(José A. Santos Guede)
Allá arriba está mi respuesta
pero no puedo subir.
Recorro mi respiración por enésima vez,
cuento mis pasos y vuelvo.
Allá arriba, mi respuesta
está custodiada por mí
en formas distintas y crueles.
Yo misma, llena de odio y desprecio.
Yo misma odiando las respuestas,
las preguntas,
mi absurdo silencio.
(Lara Ferreira)
pero no puedo subir.
Recorro mi respiración por enésima vez,
cuento mis pasos y vuelvo.
Allá arriba, mi respuesta
está custodiada por mí
en formas distintas y crueles.
Yo misma, llena de odio y desprecio.
Yo misma odiando las respuestas,
las preguntas,
mi absurdo silencio.
(Lara Ferreira)
Habíamos perdido o habíamos ganado; eso se sabe cien años después, tal vez nunca (narrativa poética)
La chica no habia entendido lo que le dijiste, pero quedó un relámpago en su cerebro, sonando como un remolino.
A todos nos parecía una mala época para enamorarse, pero todavía podíamos ver a través de nuestros ojos.
Tus ojos ya no son los de antes, eso es cierto, pero ¿a quién le importa? Los míos tampoco.
Te escribiría versos que hablen del poder que tiene la luna sobre los objetos, de lo mal que la pasé escuchando temas jodidos como black o Perfect Day.
Nacimos y los sueños ya estaban prefabricados. Los donaban a voluntad.
Escapé de ellos lo más lejos que pude, peor siempre me estaba esperando el pasado.
Eso del cielo y del infierno me la suda. Pero vivir sin apenas vivir no es un estímulo para nadie... O no debería serlo.
Yo no estoy aquí para separar cabras de corderos. Que me apunten y griten fuego, yo se que hice todo lo posible.
Él no era lo que se dice guapo, pero tenía una buena espalda y una gran conversación.
Te parecerá extraño pero, esa noche, donde todo sucedió, hablamos hasta las cuatro de la mañana, y nos quedamos dormidos.
Y eso fue todo. Lo demás, es historia.
Dicen que a los muertos hay que dejarlos ir.
Que a los vivos, hay que aprender a decirles adiós.
A Dios no le debo nada. Al diablo, con mi ingratitud.
(Xime de Coster)
La chica no habia entendido lo que le dijiste, pero quedó un relámpago en su cerebro, sonando como un remolino.
A todos nos parecía una mala época para enamorarse, pero todavía podíamos ver a través de nuestros ojos.
Tus ojos ya no son los de antes, eso es cierto, pero ¿a quién le importa? Los míos tampoco.
Te escribiría versos que hablen del poder que tiene la luna sobre los objetos, de lo mal que la pasé escuchando temas jodidos como black o Perfect Day.
Nacimos y los sueños ya estaban prefabricados. Los donaban a voluntad.
Escapé de ellos lo más lejos que pude, peor siempre me estaba esperando el pasado.
Eso del cielo y del infierno me la suda. Pero vivir sin apenas vivir no es un estímulo para nadie... O no debería serlo.
Yo no estoy aquí para separar cabras de corderos. Que me apunten y griten fuego, yo se que hice todo lo posible.
Él no era lo que se dice guapo, pero tenía una buena espalda y una gran conversación.
Te parecerá extraño pero, esa noche, donde todo sucedió, hablamos hasta las cuatro de la mañana, y nos quedamos dormidos.
Y eso fue todo. Lo demás, es historia.
Dicen que a los muertos hay que dejarlos ir.
Que a los vivos, hay que aprender a decirles adiós.
A Dios no le debo nada. Al diablo, con mi ingratitud.
(Xime de Coster)
Quedan el viento y la luz nítida
marcada en el beso,
el incienso de la piel
sosteniéndote
en las cuatro aristas
de la música.
Quedan el azogue profundo
y el eco de todas las mañanas
un solo pétalo
entre tu cuerpo y el mío,
abriéndose.
Quedan sombras desnudas
escapando
hacia mis manos vacías.
Quedan una hebra delgada y sugerente
que nos une,
el trigo brillante de tu espalda,
el presagio de la luna
entre tus piernas.
Quedo yo, sola,
fuera de mí
agitándome para conocerte.
(Lilián Hirigoyen)
marcada en el beso,
el incienso de la piel
sosteniéndote
en las cuatro aristas
de la música.
Quedan el azogue profundo
y el eco de todas las mañanas
un solo pétalo
entre tu cuerpo y el mío,
abriéndose.
Quedan sombras desnudas
escapando
hacia mis manos vacías.
Quedan una hebra delgada y sugerente
que nos une,
el trigo brillante de tu espalda,
el presagio de la luna
entre tus piernas.
Quedo yo, sola,
fuera de mí
agitándome para conocerte.
(Lilián Hirigoyen)
hay dos perros mordiendo la ropa
despedazándola
haciendola añicos
y nuestros huesos yacen en el piso
tesoro despreciado por los canes
y solo así logramos por una vez estar desnudos
como dos corbatas desanudadas
en lo oscuro de un ropero
armado y desarmado n veces
en las malditas n mudanzas.
(Pablo De Grossi)
despedazándola
haciendola añicos
y nuestros huesos yacen en el piso
tesoro despreciado por los canes
y solo así logramos por una vez estar desnudos
como dos corbatas desanudadas
en lo oscuro de un ropero
armado y desarmado n veces
en las malditas n mudanzas.
(Pablo De Grossi)
*
*
pudesse eu viver
duas simultâneas vidas
e inteiro estivesse em cada uma delas
para viver completamente
ou conseguisse eu esquecer
aquela outra vida
que quase vivi
quase
a mais terrível das palavras
David Teles Ferreira
pudesse eu viver
duas simultâneas vidas
e inteiro estivesse em cada uma delas
para viver completamente
ou conseguisse eu esquecer
aquela outra vida
que quase vivi
quase
a mais terrível das palavras
David Teles Ferreira
Como recién lustrado
Aquél cuero
brillaba
negro azabache,
como
recién lustrado.
Fino,
cocido
prolijamente
por los bordes,
no tenía grietas,
ni quiebres,
menos aún,
porosidades.
Ambos
extremos
remataban
en metal
nunca
ennegrecido
u opaco
por el roce.
Al igual
que
el cuero,
brillaba con
destellos
muy fuertes,
deslumbrantes
y algo hirientes.
Todas
las noches,
durante una hora,
su dueño
pasa pomada
y lustra
el cuero,
para
más tarde,
pulir
el metal
hasta
que brille
como
plata pura.
Ese cuero,
sobado
por el uso,
blando,
suave y
tierno,
a pesar
de la fría
presencia
plateada,
se volvía
duro,
cortante
y cruel,
cuando
se sacudía
y hacía vibrar
el bruñido
que
de esa manera
hería
cortaba
y hendía
la piel,
la carne,
los huesos.
Aquél
Cinturón,
culto
a la perfección,
a lo pulcro,
todas las noches,
durante
una hora
era lustrado
y pulido,
amorosamente,
de tal forma
que
jirones de piel
y carne,
manchas
de sangre,
y rastros
de marfil,
no
sobrevivieran
al
perverso fin
para
el cual
era
tan cuidado
Y así
pareciera
recién lustrado.
José W. Legaspi
brillaba
negro azabache,
como
recién lustrado.
Fino,
cocido
prolijamente
por los bordes,
no tenía grietas,
ni quiebres,
menos aún,
porosidades.
Ambos
extremos
remataban
en metal
nunca
ennegrecido
u opaco
por el roce.
Al igual
que
el cuero,
brillaba con
destellos
muy fuertes,
deslumbrantes
y algo hirientes.
Todas
las noches,
durante una hora,
su dueño
pasa pomada
y lustra
el cuero,
para
más tarde,
pulir
el metal
hasta
que brille
como
plata pura.
Ese cuero,
sobado
por el uso,
blando,
suave y
tierno,
a pesar
de la fría
presencia
plateada,
se volvía
duro,
cortante
y cruel,
cuando
se sacudía
y hacía vibrar
el bruñido
que
de esa manera
hería
cortaba
y hendía
la piel,
la carne,
los huesos.
Aquél
Cinturón,
culto
a la perfección,
a lo pulcro,
todas las noches,
durante
una hora
era lustrado
y pulido,
amorosamente,
de tal forma
que
jirones de piel
y carne,
manchas
de sangre,
y rastros
de marfil,
no
sobrevivieran
al
perverso fin
para
el cual
era
tan cuidado
Y así
pareciera
recién lustrado.
José W. Legaspi
lunes, 6 de diciembre de 2010
quiero hacer que antes
se llueva enteramente en cuál comienzo
y en algunos otros finales
acaso este ser es pájaro, es nada
como un ala desprendida de algún cuerpo
tener sólo el verbo entre las plumas
saber que volar se parece a eso
metonimia anclada en el silencio de las cosas.
hacer que antes
sea destino
aparecerme pero nueva
y con remiendos
sin cicatrices
amanecer de gusto, de ganas, de perdidas
incontrolables o enceguecidas ganas
pero nueva.
(Niña Eclipse)
se llueva enteramente en cuál comienzo
y en algunos otros finales
acaso este ser es pájaro, es nada
como un ala desprendida de algún cuerpo
tener sólo el verbo entre las plumas
saber que volar se parece a eso
metonimia anclada en el silencio de las cosas.
hacer que antes
sea destino
aparecerme pero nueva
y con remiendos
sin cicatrices
amanecer de gusto, de ganas, de perdidas
incontrolables o enceguecidas ganas
pero nueva.
(Niña Eclipse)
Tuvimos que habitar en el silencio musgo solitario al final del comienzo late corazón precipicio precipitado hasta el fondo muy al fondo primer eslabón letras tomadas de las manos cruzando el despeñadero asustados niños atravesando las tinieblas del conocimiento en silencio amarrando la ira al sueño invertido de los murciélagos cazando polillas para no morir de inanición y tu ser querido ya no está volcán en erupción expulsando lava recuerdo ígneo manantial de fuego tuvimos que habitar en el silencio olvidamos el abecedario grabamos nuestras manos ensangrentadas en la caverna para que la historia amnésica jamás olvide el dolor cuando pronuncie nuestros nombres drogadicta historia PUTA historia cadenas de acero herrumbrado sentimiento telarañas telarañas telas y arañas ávidas de insectos o soles rielando la oscuridad oscuraedad chinches habitando colchones y el olor a orina miedo-terror-pánico sueño con insomnio piojos a destajo proliferando mamando gratis de las tetas-toque-de-queda donde todo-pasa-todo-queda pese al avance inexorable de las hojas del calendario y las nuevas tecnologías pasando revista desde un computador tuvimos que habitar en el silencio y nos creció una lengua nueva serpiente que cambió de piel y sisea sisea designios signos que la PUTA historia amnésica historia no podrá olvidar no podrá no podrá no podrá!!!
(Jorge Antonio Albornoz Figueroa)
(Jorge Antonio Albornoz Figueroa)
a la muerte del Che
la espada del guerrero se discutio en las oficinas
de una pluma de oro sale hacia lo llano un sol calmo
y el pecho del hombre del cigarro es la presa
grasa mezclada con agua lava los campos
no hay a la vista etiquetas de lo cotidiano
un humo amoroso estara vivo junto al suspiro
suspiro de varon decente
reclinado discreto en su amor mientras camina
el solo sabe
un sol calmo declara que no hay oposicion en el paisaje
pero su brillo huele wisky y perfume de prostibulos
el compañero no pega la vuelta
unos bichos fracazan su incapie en lo humano
a sabiendas y prediccion
de un olor a polvora encerrado en un oscuro cuarto
!si el hierro hubiera sido del aire!
!si los aros de una cadena supieran su reunion triste!
!si los pajaros se interesaran en lo humano...
harianlo oculto en torbellino a este su hermano desvalido
es un conjuro de ausencias como debe ser y siempre sera
para que un hilo sucio y plastico suba del bolsillo del magnate
a la excelente vena al corazon fuera de engranaje y maquina
porque esta lo monstruoso cuando algo quieto es bello
las hojas de los arboles detuvieron su conocimiento del dia
porque la sangre no reconoce en el pan las marcas de las manos
alguien con habla hispana de españoles y tiranos
corto con su mano el tallo esmeraldino
el tallo que aprendio el lenguaje de la jungla
pero no pudo hablarlo en las ciudades
y colaboro
y se fue calmo
y actuo una calma administrativa
en los ultimos instantes cuando sus pulgares
eran su caricia de sus ilustres palmas
y el humo de habano establecia unos corredores
que respiraban crines verdes y cortezas iracundas
cuando no llega a caer
cuando su rostro retiene su juicio en la mirada
y su pena consecuente de su impotencia de combate
la cruz de su propia estatura no comprendida lo sostiene
y endulza la muerte
una gota aun de su presencia tenue sin pensamiento
pero suspiro no aniquilado
ya la tierra o la tierra o la unica tierra
establece un brebaje por generaciones
que correra en las aguas que lleva el viento
bebiendo en las altas ramas.
(Alejandro Dorado)
la espada del guerrero se discutio en las oficinas
de una pluma de oro sale hacia lo llano un sol calmo
y el pecho del hombre del cigarro es la presa
grasa mezclada con agua lava los campos
no hay a la vista etiquetas de lo cotidiano
un humo amoroso estara vivo junto al suspiro
suspiro de varon decente
reclinado discreto en su amor mientras camina
el solo sabe
un sol calmo declara que no hay oposicion en el paisaje
pero su brillo huele wisky y perfume de prostibulos
el compañero no pega la vuelta
unos bichos fracazan su incapie en lo humano
a sabiendas y prediccion
de un olor a polvora encerrado en un oscuro cuarto
!si el hierro hubiera sido del aire!
!si los aros de una cadena supieran su reunion triste!
!si los pajaros se interesaran en lo humano...
harianlo oculto en torbellino a este su hermano desvalido
es un conjuro de ausencias como debe ser y siempre sera
para que un hilo sucio y plastico suba del bolsillo del magnate
a la excelente vena al corazon fuera de engranaje y maquina
porque esta lo monstruoso cuando algo quieto es bello
las hojas de los arboles detuvieron su conocimiento del dia
porque la sangre no reconoce en el pan las marcas de las manos
alguien con habla hispana de españoles y tiranos
corto con su mano el tallo esmeraldino
el tallo que aprendio el lenguaje de la jungla
pero no pudo hablarlo en las ciudades
y colaboro
y se fue calmo
y actuo una calma administrativa
en los ultimos instantes cuando sus pulgares
eran su caricia de sus ilustres palmas
y el humo de habano establecia unos corredores
que respiraban crines verdes y cortezas iracundas
cuando no llega a caer
cuando su rostro retiene su juicio en la mirada
y su pena consecuente de su impotencia de combate
la cruz de su propia estatura no comprendida lo sostiene
y endulza la muerte
una gota aun de su presencia tenue sin pensamiento
pero suspiro no aniquilado
ya la tierra o la tierra o la unica tierra
establece un brebaje por generaciones
que correra en las aguas que lleva el viento
bebiendo en las altas ramas.
(Alejandro Dorado)
NOCTURNO
Cuánto brinda la noche !!
a quien espera y sueña
alumbrando pretiles desvelados
mudos trestigos de la ciudad dormida.
Cuánto presta la noche !!
a quien transita un llanto
umbral del porvenir en un suspiro
que lucha por treparse a una sonrisa.
Cuánto esconde la noche !!
a quien no sabe verla
preso de un horizonte sin futuro
en cárceles de un cielo sin estrellas.
Cuánto inspira la noche !!
a quien vive el silencio
de dos almas unidas por su magia.
(Claudio Tachino)
Cuánto brinda la noche !!
a quien espera y sueña
alumbrando pretiles desvelados
mudos trestigos de la ciudad dormida.
Cuánto presta la noche !!
a quien transita un llanto
umbral del porvenir en un suspiro
que lucha por treparse a una sonrisa.
Cuánto esconde la noche !!
a quien no sabe verla
preso de un horizonte sin futuro
en cárceles de un cielo sin estrellas.
Cuánto inspira la noche !!
a quien vive el silencio
de dos almas unidas por su magia.
(Claudio Tachino)
banco sucio
yo soy eva
la primera mujer
de tres hermanos después.
soy de Arbolito y en una cucha
ahora habito.
mi infancia hablé bajito -fue eva con grillos- dormí en colchón de oveja casa de ladrillo y además,
-es eva sin hijos-
adoro a los niños.
yo no soy esclava no,
en qué época vive usted:
ese banco
no lo limpio,
no lo limpio,
no lo limpio.
no lo limpio porque usted
lo ensució de gusto.
yo no lloro porque extraño
lloro porque sé
que así sería el mundo.
ahora disculpa pasa a mi recinto.
no, no lo limpié. -aquél banco-
sí. toda mi vida.
(Macarena Gómez)
yo soy eva
la primera mujer
de tres hermanos después.
soy de Arbolito y en una cucha
ahora habito.
mi infancia hablé bajito -fue eva con grillos- dormí en colchón de oveja casa de ladrillo y además,
-es eva sin hijos-
adoro a los niños.
yo no soy esclava no,
en qué época vive usted:
ese banco
no lo limpio,
no lo limpio,
no lo limpio.
no lo limpio porque usted
lo ensució de gusto.
yo no lloro porque extraño
lloro porque sé
que así sería el mundo.
ahora disculpa pasa a mi recinto.
no, no lo limpié. -aquél banco-
sí. toda mi vida.
(Macarena Gómez)
Me puse el vestido cuarenta veces,
el espejo me circunda como mi cuerpo
cae mi vientre, es una ola sobre los huesos
y la sangre.
he hablado de ti hasta llenarme de nubes
se fundó en tu carne cuando tu carne era ceniza
y la llama de tus dedos se acercó a mi nombre,
lo convirtió, lo reprodujo
era bicéfalo de obsidiana
era pesado, como rinoceronte
era la luz del sol contenida
el murmullo del espíritu, el
aleteo infinito de la llama que arde.
(Rita Ga Ga)
el espejo me circunda como mi cuerpo
cae mi vientre, es una ola sobre los huesos
y la sangre.
he hablado de ti hasta llenarme de nubes
se fundó en tu carne cuando tu carne era ceniza
y la llama de tus dedos se acercó a mi nombre,
lo convirtió, lo reprodujo
era bicéfalo de obsidiana
era pesado, como rinoceronte
era la luz del sol contenida
el murmullo del espíritu, el
aleteo infinito de la llama que arde.
(Rita Ga Ga)
Una verga de lenguaje: larga alta alta velamen
Un gaviero un extravío andorrano: ¿quizás musical? quizás
Un poeta abombado
cóncavo bombé convexo al zoológico espejo: ¿tal vez murciélago?
Cisne mirlo cigüeña cuervo cóndor pato paloma gorrioncillo: se encabronan en visor
Entonces
pregunta por las ibéricas por el último reino por los imaginarias por sus ilustres civiles
Ay ay ay ay ay ay ay ay ay ay (son diez: otro gritito más y lo alt/azor/o, ¿vio, Vicente?)
Una verba alada al hada alelada al mango:
erecta erecta tu poesía.
(Gerardo Ciancio )
Un gaviero un extravío andorrano: ¿quizás musical? quizás
Un poeta abombado
cóncavo bombé convexo al zoológico espejo: ¿tal vez murciélago?
Cisne mirlo cigüeña cuervo cóndor pato paloma gorrioncillo: se encabronan en visor
Entonces
pregunta por las ibéricas por el último reino por los imaginarias por sus ilustres civiles
Ay ay ay ay ay ay ay ay ay ay (son diez: otro gritito más y lo alt/azor/o, ¿vio, Vicente?)
Una verba alada al hada alelada al mango:
erecta erecta tu poesía.
(Gerardo Ciancio )
EL COLOR NEGRO
Sin querer, me encontré en la avanzada noche,
Caminando a tientas hasta quedar parado,
Las cosas que había a mi alrededor
No tenían color.
Me preguntaba sí el negro realmente es un color,
O sólo el vacío.
Sí las cosas que había,
Y que no veía,
Estarían (existirían) sí amaneciera
Y todo siga como ahora:
Negro.
Sí el eclipse fuera eterno,
Eterna sería la noche-pensaba-
Pensaba que pensar es inevitable.
Pensé en el mundo, en mis seres queridos,
Y en cómo haría para encontrarla
Sí todo sigue como ahora:
Negro.
Pensaba en las acepciones que las personas dan al color negro:
Oscuridad, noche, vacío, profundidad, muerte, tristeza.
Había un poco de todas en mí.
Excepto tristeza.
En seguida supe por qué.
Mañana el negro volvería a ser un color.
(Iván C. Costábile)
Sin querer, me encontré en la avanzada noche,
Caminando a tientas hasta quedar parado,
Las cosas que había a mi alrededor
No tenían color.
Me preguntaba sí el negro realmente es un color,
O sólo el vacío.
Sí las cosas que había,
Y que no veía,
Estarían (existirían) sí amaneciera
Y todo siga como ahora:
Negro.
Sí el eclipse fuera eterno,
Eterna sería la noche-pensaba-
Pensaba que pensar es inevitable.
Pensé en el mundo, en mis seres queridos,
Y en cómo haría para encontrarla
Sí todo sigue como ahora:
Negro.
Pensaba en las acepciones que las personas dan al color negro:
Oscuridad, noche, vacío, profundidad, muerte, tristeza.
Había un poco de todas en mí.
Excepto tristeza.
En seguida supe por qué.
Mañana el negro volvería a ser un color.
(Iván C. Costábile)
Fagocitación
Desnuda
absolutamente despojada
desarmada
abiertas
mis piernas
y mi alma
ante ustedes me presento
y les digo:
tomen
de mí
lo que haga falta
lo que quieran.
Tomen hasta
llenarse
hasta el hastío
tomen
y no dejen de tomar
Arranquen
los brazos
los ojos
los senos
las vísceras
vacíenme
desaparézcanme
y cuando
ya no quede
nada
déjenme
a cambio/una palabra.
(Ma. Laura Pintos)
Desnuda
absolutamente despojada
desarmada
abiertas
mis piernas
y mi alma
ante ustedes me presento
y les digo:
tomen
de mí
lo que haga falta
lo que quieran.
Tomen hasta
llenarse
hasta el hastío
tomen
y no dejen de tomar
Arranquen
los brazos
los ojos
los senos
las vísceras
vacíenme
desaparézcanme
y cuando
ya no quede
nada
déjenme
a cambio/una palabra.
(Ma. Laura Pintos)
ensayo del silencio
sólo la noche / sola
entre mis huesos y la sombra del ruido
o mis huesos impregnados en la noche
en cuenta regresiva hacia el principio de las cosas
como quien quita velos de ojos y carne
y se persigna
regando sus propios huesos
dejo atrás. (estoy dejando) la segunda piel. la mirada
y todas las verdades son tan tristes
que añoraría una cierta mentira
y su sombra
y su ruido
y su puñal / su golpe bajo
eso
sólo eso.
(Sandra Miguez)
sólo la noche / sola
entre mis huesos y la sombra del ruido
o mis huesos impregnados en la noche
en cuenta regresiva hacia el principio de las cosas
como quien quita velos de ojos y carne
y se persigna
regando sus propios huesos
dejo atrás. (estoy dejando) la segunda piel. la mirada
y todas las verdades son tan tristes
que añoraría una cierta mentira
y su sombra
y su ruido
y su puñal / su golpe bajo
eso
sólo eso.
(Sandra Miguez)
Pensadumbre
Cuando en mi pecho habiten,
Dos pulmones como ciruelas secas,
Y una pasa de uva como corazón.
Protegidos por huesos, corrugado cartones.
Cuando las tripas sean sólo,
Fruta confitada, el hígado un gran damasco.
Y por las venas corra un brandy añejo,
De casi ochenta años.
Igual que hoy voy a abrir la ventana.
Voy a sacar la cabeza.
Y voy a dejar que el viento y el sol,
Sequen toda la duda e incerteza.
Me sostendrán débiles,
Maderas que oficien de piernas.
Aunque las arterias me suavices,
Con tibia leche de receta médica.
Ya sin consuelo alguno.
Las ciruelas sin aíre ni jugo.
Gritaré.
.
.
Aunque vano sea.
Tan fuerte como pueda.
(Pedro Sgaravatti)
Cuando en mi pecho habiten,
Dos pulmones como ciruelas secas,
Y una pasa de uva como corazón.
Protegidos por huesos, corrugado cartones.
Cuando las tripas sean sólo,
Fruta confitada, el hígado un gran damasco.
Y por las venas corra un brandy añejo,
De casi ochenta años.
Igual que hoy voy a abrir la ventana.
Voy a sacar la cabeza.
Y voy a dejar que el viento y el sol,
Sequen toda la duda e incerteza.
Me sostendrán débiles,
Maderas que oficien de piernas.
Aunque las arterias me suavices,
Con tibia leche de receta médica.
Ya sin consuelo alguno.
Las ciruelas sin aíre ni jugo.
Gritaré.
.
.
Aunque vano sea.
Tan fuerte como pueda.
(Pedro Sgaravatti)
Los vientos fueron primeros en esas playas...
Los vientos fueron primeros en esas playas,
me puse yo segundo bajo el sol de verano:
todavía-era-primavera.
Las manchas del color, interpreto así
la vida del calor a través del año occidental,
se tendieron de boca contra nosotros
a besarnos la piel y los huesos verdes,
hace tiempo
los soñamos
y noche tras noches han enmohecido.
Mientras me acuesto en el agua,
inmerso, vivo de mundo,
vivo de sepultura transparente,
no respiro bajo la sábana,
me hundía con las sábanas para debajo por hombre,
pero ahora sí es el mar,
hace tiempo soñamos con él para nosotros,
hemos terminado por soñar con las playas verdes del Brasil
de tanto que hemos enmohecido en los sueños.
Pelota que se molestó en el aire,
golpe en la cabeza con el amor de todos,
ahora estoy solo, trabajador de un arco,
no sé por qué hablo de muchos con el movimiento
de un golpe que pocos hombres recuerda.
Si pudiera recordarlo
me recordaría primero a mí. Poco pensar para qué
apenas levanto la sábana
ya me hallo afuera. El viento llegó primero otra vez.
Me lleno la cara de malas noticias: de esto volveré más tarde.
Me lleno la cara de calor. “Vámonos para casa”,
me dice alguien con la piel hirviente,
los ojos de la capacidad de estar vivo,
los ojos de la mujer sin color que se titula ella,
lo recordaremos bien en el invierno.
Ya es tiempo, vamos para adelante;
ya es tiempo otra vez, más adelante todavía,
y hundimos mi cabeza de sujeto que mira
con ojos de mil tonalidades,
en la profundidad del mar de muchos,
cala hasta la superficie. Ningún viento mueve
olas de nosotros para acordarme de un tú
para repetirlo
cuando pase el año,
“era el nosotros denominado ella”.
.
Todo el día sube el mar a la cabeza.
(Diego de Ávila)
Los vientos fueron primeros en esas playas,
me puse yo segundo bajo el sol de verano:
todavía-era-primavera.
Las manchas del color, interpreto así
la vida del calor a través del año occidental,
se tendieron de boca contra nosotros
a besarnos la piel y los huesos verdes,
hace tiempo
los soñamos
y noche tras noches han enmohecido.
Mientras me acuesto en el agua,
inmerso, vivo de mundo,
vivo de sepultura transparente,
no respiro bajo la sábana,
me hundía con las sábanas para debajo por hombre,
pero ahora sí es el mar,
hace tiempo soñamos con él para nosotros,
hemos terminado por soñar con las playas verdes del Brasil
de tanto que hemos enmohecido en los sueños.
Pelota que se molestó en el aire,
golpe en la cabeza con el amor de todos,
ahora estoy solo, trabajador de un arco,
no sé por qué hablo de muchos con el movimiento
de un golpe que pocos hombres recuerda.
Si pudiera recordarlo
me recordaría primero a mí. Poco pensar para qué
apenas levanto la sábana
ya me hallo afuera. El viento llegó primero otra vez.
Me lleno la cara de malas noticias: de esto volveré más tarde.
Me lleno la cara de calor. “Vámonos para casa”,
me dice alguien con la piel hirviente,
los ojos de la capacidad de estar vivo,
los ojos de la mujer sin color que se titula ella,
lo recordaremos bien en el invierno.
Ya es tiempo, vamos para adelante;
ya es tiempo otra vez, más adelante todavía,
y hundimos mi cabeza de sujeto que mira
con ojos de mil tonalidades,
en la profundidad del mar de muchos,
cala hasta la superficie. Ningún viento mueve
olas de nosotros para acordarme de un tú
para repetirlo
cuando pase el año,
“era el nosotros denominado ella”.
.
Todo el día sube el mar a la cabeza.
(Diego de Ávila)
Soy el poema
vivo, tenaz, sonoro
soy el conjuro profundo
que emana desde el no tiempo
soy el fuego flameante
y la noche cerrada sin cielo
el remanente último del color de las cavernas
y el humear tibio de la carne cruda
Soy el poema
y a no ser por la palabra,
prescindo de no sé cuántos equívocos
soy el poema he dicho
poderoso, cruel, inasequible
portador inexorable de anestesias y venenos
soy el poema, sólo eso
y una voz en la penumbra bastará para salvarme
y no caer en las lenguas de los torpes sofisticados
de los sordos, de los idiotas
que allí donde sonaba la vida
han incrustado perlas baratas
como si el verbo tuviera que ver íntimamente
con Wittgenstein, Saussure o la ideología de turno
Soy el poema
y no callo y no abdico
soy el poema
y no he de sepultarme en el esmecma rancio
de prosismos que me imponen
soy el poema
quién tenga oídos para oír, que oiga.
(El Hoski)
vivo, tenaz, sonoro
soy el conjuro profundo
que emana desde el no tiempo
soy el fuego flameante
y la noche cerrada sin cielo
el remanente último del color de las cavernas
y el humear tibio de la carne cruda
Soy el poema
y a no ser por la palabra,
prescindo de no sé cuántos equívocos
soy el poema he dicho
poderoso, cruel, inasequible
portador inexorable de anestesias y venenos
soy el poema, sólo eso
y una voz en la penumbra bastará para salvarme
y no caer en las lenguas de los torpes sofisticados
de los sordos, de los idiotas
que allí donde sonaba la vida
han incrustado perlas baratas
como si el verbo tuviera que ver íntimamente
con Wittgenstein, Saussure o la ideología de turno
Soy el poema
y no callo y no abdico
soy el poema
y no he de sepultarme en el esmecma rancio
de prosismos que me imponen
soy el poema
quién tenga oídos para oír, que oiga.
(El Hoski)
a música o el nombre...
La
música te nace
en elipsis q enigman
los verbos del insomnio :
aleteo de venas y luciérnagas
que crujen
en fuego de violines
como tibio silbido
de huracanes y rezos/
/sos
el flexivo en la espesura de la noche
engrillada de cóncavo -convexos/
donde nace la “eterna sinfonía”
de huesos y uñas y tendones
que trabajan las cuerdas de la carne
desde-el primer silencio
hasta tu nombre.
(Ismael Smith)
La
música te nace
en elipsis q enigman
los verbos del insomnio :
aleteo de venas y luciérnagas
que crujen
en fuego de violines
como tibio silbido
de huracanes y rezos/
/sos
el flexivo en la espesura de la noche
engrillada de cóncavo -convexos/
donde nace la “eterna sinfonía”
de huesos y uñas y tendones
que trabajan las cuerdas de la carne
desde-el primer silencio
hasta tu nombre.
(Ismael Smith)
POEMA ERÓTICO PARA UN FINADO
Fusco secreto
nos arrastra en el batir de sus alas
una oruga se hospeda obediente sobre el verde tajo
Come, rebaja...
se derrocha una y mil veces
se cansa,
se funde en la vertiente
se adormece
se rinde.
Ya casi doliente nos envuelve en su crisálida
esmeril cobija de tugurio.
Los vapores son insoportables
nos quema el aire
Nos susurran las antiguas voces
no oímos, pero oímos
Nos quema la piel
nos quema el aire.
Imprudentes imágenes nos envuelven
Todo es real, todo ensambla:
Dos larvas...
una mariposa.
(Ma. Jimena Pintos)
Fusco secreto
nos arrastra en el batir de sus alas
una oruga se hospeda obediente sobre el verde tajo
Come, rebaja...
se derrocha una y mil veces
se cansa,
se funde en la vertiente
se adormece
se rinde.
Ya casi doliente nos envuelve en su crisálida
esmeril cobija de tugurio.
Los vapores son insoportables
nos quema el aire
Nos susurran las antiguas voces
no oímos, pero oímos
Nos quema la piel
nos quema el aire.
Imprudentes imágenes nos envuelven
Todo es real, todo ensambla:
Dos larvas...
una mariposa.
(Ma. Jimena Pintos)
VASO DE JUGO DE LUNA
Luce improbable.
Suele comenzar en su boca
La leche del gatito
Y puesto
En sus renglones
El ligero cuerpo
Con sus reglas
De mecánica celeste
aguardando
Lo que no sabemos
un punto en la materia
donde el orden
Se evapora
la guarda franqueda
en una hoja
del exceso
Se resta en equilibrio la carencia
Luce satisfecha.
Y dueña de sus frases
Corre
En sentido contrario
Las agujas
del reloj
Buscando
Conjurar la coincidencia
Se acaricia
en el olvido
Tras la puerta
imagina la distancia
Del inicio
En su silencio
Prescinde de estrategias
Distintas
a su cuerpo
Bajo un cielo feroz
me invita a un jardín que no conozco.
(Robinson Marín Valderrama)
Luce improbable.
Suele comenzar en su boca
La leche del gatito
Y puesto
En sus renglones
El ligero cuerpo
Con sus reglas
De mecánica celeste
aguardando
Lo que no sabemos
un punto en la materia
donde el orden
Se evapora
la guarda franqueda
en una hoja
del exceso
Se resta en equilibrio la carencia
Luce satisfecha.
Y dueña de sus frases
Corre
En sentido contrario
Las agujas
del reloj
Buscando
Conjurar la coincidencia
Se acaricia
en el olvido
Tras la puerta
imagina la distancia
Del inicio
En su silencio
Prescinde de estrategias
Distintas
a su cuerpo
Bajo un cielo feroz
me invita a un jardín que no conozco.
(Robinson Marín Valderrama)
"Cuando el sol venga a buscarme"
Cuando el sol venga a buscarme.
Que me devuelva a donde yo creí.
Que una mariposa blanca era,
El sueño que alguna vez pedí.
Pero si la luna se cansara de juerga,
Que rápido me pegue un llamadín.
Si quiere cambiamos por un rato,
Aún me es temprano para dormir.
Si las estrellas miran celosas,
No le hagas caso, es por mi.
Que prenden y apagan sin pereza,
Como queriendo ser de aquí.
Cuando el sol venga a buscarme.
Ya será la hora de dormir.
El tiempo me tapará de barro.
Y un ave será libre por mí.
(Pedro Sgaravatti)
Cuando el sol venga a buscarme.
Que me devuelva a donde yo creí.
Que una mariposa blanca era,
El sueño que alguna vez pedí.
Pero si la luna se cansara de juerga,
Que rápido me pegue un llamadín.
Si quiere cambiamos por un rato,
Aún me es temprano para dormir.
Si las estrellas miran celosas,
No le hagas caso, es por mi.
Que prenden y apagan sin pereza,
Como queriendo ser de aquí.
Cuando el sol venga a buscarme.
Ya será la hora de dormir.
El tiempo me tapará de barro.
Y un ave será libre por mí.
(Pedro Sgaravatti)
ÍGNEO
Él escapó aún en llamas desde la ciudad del fuego
Sólo recordaba una voz láctea entre sus labios
Tenía pies de huemul cóndores en los brazos
Gorriones en la cabeza
Nubes Horizonte agónico Bermellón ocaso
Cielo
Aire
Agua
Cenizas
Aves grises ………………………silencio alado
Sólo recordaba una voz láctea entre sus labios
Tomó al niño de la mano y corrió con su felicidad
Era el último corazón sobre la tierra
Él escapó aún en llamas desde la ciudad del fuego.
(José Antonio Albornoz)
Él escapó aún en llamas desde la ciudad del fuego
Sólo recordaba una voz láctea entre sus labios
Tenía pies de huemul cóndores en los brazos
Gorriones en la cabeza
Nubes Horizonte agónico Bermellón ocaso
Cielo
Aire
Agua
Cenizas
Aves grises ………………………silencio alado
Sólo recordaba una voz láctea entre sus labios
Tomó al niño de la mano y corrió con su felicidad
Era el último corazón sobre la tierra
Él escapó aún en llamas desde la ciudad del fuego.
(José Antonio Albornoz)
El tiempo pasa
inexorable
Las horas deboran instantes preciosos
y retardan los
crueles y complicados.
Los recuerdos
invaden nuestra memoria selectiva.
Los oídos duelen
al escuchar alarmas, bocinas,
gritos ajenos.
La piel delira
al sentir el frío de la indiferencia.
Los ojos se lastiman
mirándose en el espejo
de lo que había sido.
El pecho se estruja
con una melodía sincera y
se agita recordando la infancia perdida.
El tiempo pasa...
Quedan las agujas suspendidas
en el deseo contaminado
de historias imaginadas
Inexorable...
El tiempo vuelve
a invadir la esencia perdida
A encontrar
el instante perfecto
para nuestra despedida.
(Bilu Hue)
inexorable
Las horas deboran instantes preciosos
y retardan los
crueles y complicados.
Los recuerdos
invaden nuestra memoria selectiva.
Los oídos duelen
al escuchar alarmas, bocinas,
gritos ajenos.
La piel delira
al sentir el frío de la indiferencia.
Los ojos se lastiman
mirándose en el espejo
de lo que había sido.
El pecho se estruja
con una melodía sincera y
se agita recordando la infancia perdida.
El tiempo pasa...
Quedan las agujas suspendidas
en el deseo contaminado
de historias imaginadas
Inexorable...
El tiempo vuelve
a invadir la esencia perdida
A encontrar
el instante perfecto
para nuestra despedida.
(Bilu Hue)
helga, sobre las rodillas de tío adolf: helecho, de hecho, rosa de la muerte;
hilde, ratonzuelo blanco de laboratorio, puñal de claveles, caballo sediento;
helmut, clown de feria sobre una jirafa, ¿sobre una jirafa?;
hedda, sueño chamuscado, exutorio en el baldío del verdugo;
holde, ¿fénix niña? ¿sangre en el zapato?;
heide, espejo de alondra, cepo de inocencia:
los hijos H de tío adolf, el quebrantahuesos, de papaíto joe, el de la mentira mil veces y mami madre de alemania;
H: la letra bastardilla, la de mano, la de hermanos que agravian nuestro origen,
y todos, todos salieron por el mismo agujero, todos saldremos por lo mismo.
(Elbio Chitaro)
hilde, ratonzuelo blanco de laboratorio, puñal de claveles, caballo sediento;
helmut, clown de feria sobre una jirafa, ¿sobre una jirafa?;
hedda, sueño chamuscado, exutorio en el baldío del verdugo;
holde, ¿fénix niña? ¿sangre en el zapato?;
heide, espejo de alondra, cepo de inocencia:
los hijos H de tío adolf, el quebrantahuesos, de papaíto joe, el de la mentira mil veces y mami madre de alemania;
H: la letra bastardilla, la de mano, la de hermanos que agravian nuestro origen,
y todos, todos salieron por el mismo agujero, todos saldremos por lo mismo.
(Elbio Chitaro)
Yo necesito hablar de mi mujer
mientras la guerra siga
decir sus ojos son siesta sin almohadas
cancha de tenis donde los árboles caen
puentes tendederos de corbatas
y ella ahí pasa por los charcos
no de lluvia no trasparentes no naturales
Contar no sólo muertos
si no también pequeñas muertes
donde su cuerpo estallaba al tiempo
de las sirenas que anunciaban las ferias
de tiro al blanco
Yo necesito hablar con mi mujer
y no contesta
esta batalla la ha ensordecido.
(Yohanna Jaramillo)
mientras la guerra siga
decir sus ojos son siesta sin almohadas
cancha de tenis donde los árboles caen
puentes tendederos de corbatas
y ella ahí pasa por los charcos
no de lluvia no trasparentes no naturales
Contar no sólo muertos
si no también pequeñas muertes
donde su cuerpo estallaba al tiempo
de las sirenas que anunciaban las ferias
de tiro al blanco
Yo necesito hablar con mi mujer
y no contesta
esta batalla la ha ensordecido.
(Yohanna Jaramillo)
Un perro ladra.
No encuentra paz.
Se echa a los pies
de los mendigos.
Ladra.
El silencio entrecortado
y seco de la noche
no descansa.
Aúlla.
Los hombres cavan
en las sombras y al descuido
el sepulcro imaginario
de una estrella.
El perro gruñe.
Nadie duerme.
La luna descolgada
de la tierra,
como un globo se desinfla
y vuela lejos.
Noche oscura
en pos del viento.
Un perro ladra.
Engulle la vía láctea
entre rugidos.
Nadie duerme.
No hay silencio.
(Lilián Hirigoyen)
No encuentra paz.
Se echa a los pies
de los mendigos.
Ladra.
El silencio entrecortado
y seco de la noche
no descansa.
Aúlla.
Los hombres cavan
en las sombras y al descuido
el sepulcro imaginario
de una estrella.
El perro gruñe.
Nadie duerme.
La luna descolgada
de la tierra,
como un globo se desinfla
y vuela lejos.
Noche oscura
en pos del viento.
Un perro ladra.
Engulle la vía láctea
entre rugidos.
Nadie duerme.
No hay silencio.
(Lilián Hirigoyen)
Ofrezco mis palabras a cualquiera
que condene al olvido tu sonrisa
que redima a mi piel de tu mentira
que clausure los lunes, sin valijas.
En mí llevo tres versos con tu nombre
el sabor de tus manos en mis piernas
el túnel infiel donde te escondes
tu cuerpo agonizando en mis caderas
Cuadernos, brazos, besos, ironías
escaleras de incendio, mi jacqueca
un hijo, una guitarra, una muleta.
Confieso, ignoro, sufro todavía
ensucio este oficio de poeta
coso retazos a mi biografía.
(Laura Silva)
que condene al olvido tu sonrisa
que redima a mi piel de tu mentira
que clausure los lunes, sin valijas.
En mí llevo tres versos con tu nombre
el sabor de tus manos en mis piernas
el túnel infiel donde te escondes
tu cuerpo agonizando en mis caderas
Cuadernos, brazos, besos, ironías
escaleras de incendio, mi jacqueca
un hijo, una guitarra, una muleta.
Confieso, ignoro, sufro todavía
ensucio este oficio de poeta
coso retazos a mi biografía.
(Laura Silva)
soy una calavera,
soy un pordiosero,
soy loca, desquiciada soy y puedo,
soy cuerda,
de pensamiento acordonado tirando al lado izquierdo del salón
camino, parece.
es feliz.
huele feo o no huele a lo que tú esperas que huela.
es bueno y puede serlo.
cuál es el mérito que tiene.
es peluquero y corta cabellos a mansalva.
es diputada
y discute de lo lindo del otro lado de la cámara,
parada con voz clara,
les veo, escucho,
puede parecer que les crea.
puede parecer que sabe lo que dice.
puede parecerse a él, ella.
quién sabe quién es quién
sólo se puede repetir un nombre
después de escucharlo primero.
nadie pide la cédula de la esencia
porque puede parecer cualquier cosa
menos la esencia.
es un ladrón, una asesina
una mentirosa
traficante
de sueños
de niños...
si lo muestro con imágenes,
habrá más que crean en todo esto que digo.
podemos parecernos todos
a todo lo que somos y nos parecemos.
y el que se sienta a comer su pellejo
al rayo del sol entre la mugre de todos,
puede parecer que no,
pero él, ella, el asesino, la traficante,
me mira y me dice,
-adentro de mí me dice-
no te fíes de lo que parezco.
(Macarena Gómez)
soy un pordiosero,
soy loca, desquiciada soy y puedo,
soy cuerda,
de pensamiento acordonado tirando al lado izquierdo del salón
camino, parece.
es feliz.
huele feo o no huele a lo que tú esperas que huela.
es bueno y puede serlo.
cuál es el mérito que tiene.
es peluquero y corta cabellos a mansalva.
es diputada
y discute de lo lindo del otro lado de la cámara,
parada con voz clara,
les veo, escucho,
puede parecer que les crea.
puede parecer que sabe lo que dice.
puede parecerse a él, ella.
quién sabe quién es quién
sólo se puede repetir un nombre
después de escucharlo primero.
nadie pide la cédula de la esencia
porque puede parecer cualquier cosa
menos la esencia.
es un ladrón, una asesina
una mentirosa
traficante
de sueños
de niños...
si lo muestro con imágenes,
habrá más que crean en todo esto que digo.
podemos parecernos todos
a todo lo que somos y nos parecemos.
y el que se sienta a comer su pellejo
al rayo del sol entre la mugre de todos,
puede parecer que no,
pero él, ella, el asesino, la traficante,
me mira y me dice,
-adentro de mí me dice-
no te fíes de lo que parezco.
(Macarena Gómez)
pabellón psiquiátrico:
seis paredes gregaria
la garganta reseca del autista…
en la noche de insomnios por venir/
el músculo desanda pesadillas:
ojo que escarba / en la sombra vertical de las ventanas
Y No hay silencio donde dormir las voces:
la caída comienza
justo antes de cerrar
el último escalón
de
la
palabra.
(Ismael Smith)
seis paredes gregaria
la garganta reseca del autista…
en la noche de insomnios por venir/
el músculo desanda pesadillas:
ojo que escarba / en la sombra vertical de las ventanas
Y No hay silencio donde dormir las voces:
la caída comienza
justo antes de cerrar
el último escalón
de
la
palabra.
(Ismael Smith)
Espejos
EN soledad no estoy solo; alguien vive dentro mío.
Narciso ve en el agua a un ser que no es él mismo;
Se inclina ávidamente buscando su secreto,
Pero descubrirlo sería entrar en la muerte.
El que se asoma a un espejo está pendido:
Le sorprenden los misterios imprevistos.
El tenue resplandor de las…
Donde surgen los jardines del delirio.
Levísimo, cantando, muy lejos, en el fondo,
Algo me arrastra suavemente a su sima;
Me dan miedo esos ojos, mis ojos, tan extraños
Cuando desde el alinde me miran implacables.
Su presencia, su reflejo, me vuelve hacia mí mismo,
Me hunde poco a poco en mis laberínticos abismos,
Me lleva hasta la blanca catedral del silencio
Donde la luna es la virgen desnuda que yo adoro.
Un fantasma se levanta de mis petrificadas ruinas,
Y soy yo, soy yo mismo, mi vicario;
Siento su voz que es un frío en mis huesos,
Su voz que me revela... Me desvela… No sé; ya no recuerdo.
¡Oh virgen de los lívidos ojos desorbitados,
Envuelta en un halo de plata violácea,
De palidez nocturna, de frío de menta,
Oh virgen desamparada en la otra orilla del cielo!
Luz fugaz; sala de mármol:
Sobre el blanco pavimento tú tendida,
Desnuda y desangrada, no dormida,
Soñada por la luna de los asesinos.
No sonriendo, ni triste, ni severa,
Jeroglífica en la altura de un silencio,
Mirándome y mirándote en mis ojos
Absortos como un mar frío y sin sueño.
(Iván C. Costábile)
EN soledad no estoy solo; alguien vive dentro mío.
Narciso ve en el agua a un ser que no es él mismo;
Se inclina ávidamente buscando su secreto,
Pero descubrirlo sería entrar en la muerte.
El que se asoma a un espejo está pendido:
Le sorprenden los misterios imprevistos.
El tenue resplandor de las…
Donde surgen los jardines del delirio.
Levísimo, cantando, muy lejos, en el fondo,
Algo me arrastra suavemente a su sima;
Me dan miedo esos ojos, mis ojos, tan extraños
Cuando desde el alinde me miran implacables.
Su presencia, su reflejo, me vuelve hacia mí mismo,
Me hunde poco a poco en mis laberínticos abismos,
Me lleva hasta la blanca catedral del silencio
Donde la luna es la virgen desnuda que yo adoro.
Un fantasma se levanta de mis petrificadas ruinas,
Y soy yo, soy yo mismo, mi vicario;
Siento su voz que es un frío en mis huesos,
Su voz que me revela... Me desvela… No sé; ya no recuerdo.
¡Oh virgen de los lívidos ojos desorbitados,
Envuelta en un halo de plata violácea,
De palidez nocturna, de frío de menta,
Oh virgen desamparada en la otra orilla del cielo!
Luz fugaz; sala de mármol:
Sobre el blanco pavimento tú tendida,
Desnuda y desangrada, no dormida,
Soñada por la luna de los asesinos.
No sonriendo, ni triste, ni severa,
Jeroglífica en la altura de un silencio,
Mirándome y mirándote en mis ojos
Absortos como un mar frío y sin sueño.
(Iván C. Costábile)
Titular de la mañana
Maten a los poetas, sus pegotes de cielo embadurnan todo.
Los sueños de todos ellos son educados elefantes de vidrio.
La poesía está presente en el despertador de esta mañana,
la vemos en lo que decimos y hacemos, nada más hace falta.
Mátenlos sin violencia, rogamos, mátenlos con olvido sin ira.
Por medio de la apatía y el desinterés, pues somos poesía.
Podremos encontrar una felicidad que en ellos es quimera.
Nada nacerá ya en sus tumbas, ni rosas, ni lágrimas ni tetas.
Debemos sanarlos a todos, uno solo verseando a la deriva
será un pueblo armado con palabras que repoblará la tierra.
(Jhonny Reyes Peñalva)
Maten a los poetas, sus pegotes de cielo embadurnan todo.
Los sueños de todos ellos son educados elefantes de vidrio.
La poesía está presente en el despertador de esta mañana,
la vemos en lo que decimos y hacemos, nada más hace falta.
Mátenlos sin violencia, rogamos, mátenlos con olvido sin ira.
Por medio de la apatía y el desinterés, pues somos poesía.
Podremos encontrar una felicidad que en ellos es quimera.
Nada nacerá ya en sus tumbas, ni rosas, ni lágrimas ni tetas.
Debemos sanarlos a todos, uno solo verseando a la deriva
será un pueblo armado con palabras que repoblará la tierra.
(Jhonny Reyes Peñalva)
ESPERAS
Un temblor desparejo de sombras, me lo anuncia
entre las medias luces, avanza una nostalgia,
la vieja madreselva se me ha enredado al alma
presagio de luceros, trae la noche que avanza....
La tarde se desangra.
Se adormecen los trinos, y despierta la calma
camino sin andar, las sendas del olvido
misterio sin respuesta, ocaso malherido
es profundo el silencio, y sin embargo habla....
En un grillo que canta.
La Cruz del Sur se cuelga como un collar del cielo
la oscuridad refleja contornos fantasmales,
busco la claridad en la piel de la luna
y un resplandor lejano de sueños, me acompaña....
Tu imagen se hace clara.
Mi gris melancolía trepa la madrugada
mis horas, por inciertas, en esperas se gastan
tu perfume sin tiempo flota hacia la alborada
y un azul de horizonte le grita a mi esperanza....
Tal vez, tal vez mañana.
(Claudio Tachino)
Un temblor desparejo de sombras, me lo anuncia
entre las medias luces, avanza una nostalgia,
la vieja madreselva se me ha enredado al alma
presagio de luceros, trae la noche que avanza....
La tarde se desangra.
Se adormecen los trinos, y despierta la calma
camino sin andar, las sendas del olvido
misterio sin respuesta, ocaso malherido
es profundo el silencio, y sin embargo habla....
En un grillo que canta.
La Cruz del Sur se cuelga como un collar del cielo
la oscuridad refleja contornos fantasmales,
busco la claridad en la piel de la luna
y un resplandor lejano de sueños, me acompaña....
Tu imagen se hace clara.
Mi gris melancolía trepa la madrugada
mis horas, por inciertas, en esperas se gastan
tu perfume sin tiempo flota hacia la alborada
y un azul de horizonte le grita a mi esperanza....
Tal vez, tal vez mañana.
(Claudio Tachino)
BRYONIA
La cama es un barco que navega
y naufraga hacia la soledad
Pinacortés de la nostalgia
tiempo hacia el futuro
hacia el pasado
tiempo...
Estoy donde los recuerdos yacen
donde la esperanza espera
y también en la hora de mi muerte
Animal oblicuo y criminal
que resbala lentamente
en una anamórfica postura de silencio
topográfico
integramente justiciero
e incalificable
en su prisa de absoluto.
(Laura Inés Martínez Coronel)
La cama es un barco que navega
y naufraga hacia la soledad
Pinacortés de la nostalgia
tiempo hacia el futuro
hacia el pasado
tiempo...
Estoy donde los recuerdos yacen
donde la esperanza espera
y también en la hora de mi muerte
Animal oblicuo y criminal
que resbala lentamente
en una anamórfica postura de silencio
topográfico
integramente justiciero
e incalificable
en su prisa de absoluto.
(Laura Inés Martínez Coronel)
domingo, 5 de diciembre de 2010
nadie te reemplaza... (a mi papá)
"nadie nunca te reemplaza..."
Mario Benedetti
Nadie te reemplaza, papá.
Nunca.
Nunca el mar fue el mismo.
Nunca fueron iguales las anécdotas.
Nadie hizo más
esas tostaditas de pebete.
Y nunca más
un jamón completo o un rosbif como los tuyos.
Pero peor que eso, es no haberlo sabido cuando estabas.
No haber sabido que nadie nunca te reemplazaría.
Y no haberte llenado de palabras y afecto.
No haber cultivado más el compinchismo.
(Yo era muy chica entonces).
Y sólo después, ahora,
viéndote como en un film
por la ventanilla del bus
que me llevaba a Córdoba
veo esa última sonrisa ancha
y el gesto típico con la mano derecha:
¿tenés plata?
No sé si esa pregunta
era para mí o para vos.
O para ambos.
Nunca se está preparado para la muerte
porque tampoco se está preparado para la vida.
Y hago lo que puedo
y trato de practicar
eso de "nada de grupos:
los honores, en vida..."
Y vivo cada día, todos los días.
Patricia Monarca
"nadie nunca te reemplaza..."
Mario Benedetti
Nadie te reemplaza, papá.
Nunca.
Nunca el mar fue el mismo.
Nunca fueron iguales las anécdotas.
Nadie hizo más
esas tostaditas de pebete.
Y nunca más
un jamón completo o un rosbif como los tuyos.
Pero peor que eso, es no haberlo sabido cuando estabas.
No haber sabido que nadie nunca te reemplazaría.
Y no haberte llenado de palabras y afecto.
No haber cultivado más el compinchismo.
(Yo era muy chica entonces).
Y sólo después, ahora,
viéndote como en un film
por la ventanilla del bus
que me llevaba a Córdoba
veo esa última sonrisa ancha
y el gesto típico con la mano derecha:
¿tenés plata?
No sé si esa pregunta
era para mí o para vos.
O para ambos.
Nunca se está preparado para la muerte
porque tampoco se está preparado para la vida.
Y hago lo que puedo
y trato de practicar
eso de "nada de grupos:
los honores, en vida..."
Y vivo cada día, todos los días.
Patricia Monarca
LÚDICO
Un niño juega a la pelota:
disfruta su placer en solitario,
la esfera es su mundo reducido.
Otro niño se acerca y lo mira,
le sonríe, lo codicia, lo seduce.
Dos niños juegan a la pelota:
la esfera ahora rueda
de uno a otro
generosos en el tiempo
de tenerla.
La pelota es su mundo duplicado.
Un niño alza la pelota,
la protege, la esconde, la acapara.
El otro intenta un gesto de protesta,
se entristece, llora, se retira...
Así el juego de la vida.
Ma. Laura Pintos
Un niño juega a la pelota:
disfruta su placer en solitario,
la esfera es su mundo reducido.
Otro niño se acerca y lo mira,
le sonríe, lo codicia, lo seduce.
Dos niños juegan a la pelota:
la esfera ahora rueda
de uno a otro
generosos en el tiempo
de tenerla.
La pelota es su mundo duplicado.
Un niño alza la pelota,
la protege, la esconde, la acapara.
El otro intenta un gesto de protesta,
se entristece, llora, se retira...
Así el juego de la vida.
Ma. Laura Pintos
Antes de irse, sobre la pierna le dejó caer una gota, la aureola roja del permanente vértigo en el corazón.
Como quince años atrás primero se escuchó la señal, irreconocible emergió aquel aullido rompiendo la quietud lunar de la sala número diecisiete. También ayer como la vez pasada, tímpanos tibios y filosos deambulando por los pasillos ya vacíos de batas blancas. Una serie de graznidos rotos, como el quejido de un pájaro histérico buscando el nido perdido los amputó del sueño.
Por los cuartos contiguos al de ella, la insistente irrupción llegó hasta el sueño de cada durmiente, aquella presencia táctil hendiendo el abdomen con el peso del cuerpo encorvado.
Allí comienza, todos, inmóviles y revueltos la ven, la invocan, criatura ensimismada sobre la montaña de arena, la gota señuelo apenas retumbando en el espeso líquido interior, la misma imagen proyectada en cada fondo oscuro: el cuerpo de una mujer se revuelve crispada ante la frase, más se revuelve y más se desploma entregada sobre el colchón con olor a éter.
Al día siguiente, con las persianas descascaradas enrolladas, las historias de lo sucedido en las nebulosas fábulas de los durmientes de aquel hospital pueblan cada rincón y en el aire persiste porfiada hasta el almuerzo una necesidad primaveral de purgar toda la nitidez retenida de esa sustancia en los cuerpos.
Fue el éter del animal que habita en los sueños quien los atacó ayer a las cinco, determina la enfermera de los gestos más severos y manos regordetas.
De repente, alguien se acerca a la habitación núcleo de luz. Alrededor del cuerpo inerte y desmadejado de la huésped, todos observando el montículo.
Y lo sucesivo se hizo relato. Una misma imagen búho incubada en cada mente, un estado de conciencia tan libre que apenas dicha por uno de los huéspedes se volvió deslizante en la voz
todounflujoqueinvalidócontagiosamentetodaslastrancasquepodíandetenersudiscurrirsuficiente
una gota brillante y global
ampolla viviente sobre la pierna fría de la huésped número diecisiete.
Paola Gallo
Como quince años atrás primero se escuchó la señal, irreconocible emergió aquel aullido rompiendo la quietud lunar de la sala número diecisiete. También ayer como la vez pasada, tímpanos tibios y filosos deambulando por los pasillos ya vacíos de batas blancas. Una serie de graznidos rotos, como el quejido de un pájaro histérico buscando el nido perdido los amputó del sueño.
Por los cuartos contiguos al de ella, la insistente irrupción llegó hasta el sueño de cada durmiente, aquella presencia táctil hendiendo el abdomen con el peso del cuerpo encorvado.
Allí comienza, todos, inmóviles y revueltos la ven, la invocan, criatura ensimismada sobre la montaña de arena, la gota señuelo apenas retumbando en el espeso líquido interior, la misma imagen proyectada en cada fondo oscuro: el cuerpo de una mujer se revuelve crispada ante la frase, más se revuelve y más se desploma entregada sobre el colchón con olor a éter.
Al día siguiente, con las persianas descascaradas enrolladas, las historias de lo sucedido en las nebulosas fábulas de los durmientes de aquel hospital pueblan cada rincón y en el aire persiste porfiada hasta el almuerzo una necesidad primaveral de purgar toda la nitidez retenida de esa sustancia en los cuerpos.
Fue el éter del animal que habita en los sueños quien los atacó ayer a las cinco, determina la enfermera de los gestos más severos y manos regordetas.
De repente, alguien se acerca a la habitación núcleo de luz. Alrededor del cuerpo inerte y desmadejado de la huésped, todos observando el montículo.
Y lo sucesivo se hizo relato. Una misma imagen búho incubada en cada mente, un estado de conciencia tan libre que apenas dicha por uno de los huéspedes se volvió deslizante en la voz
todounflujoqueinvalidócontagiosamentetodaslastrancasquepodíandetenersudiscurrirsuficiente
una gota brillante y global
ampolla viviente sobre la pierna fría de la huésped número diecisiete.
Paola Gallo
“saca tu cuerpo viejo, viejo mío,
saca tu cuerpo de la muerte”
Jaime Sabines
Si ese aroma a pinares llegare de esta infancia
si anduviese el recuerdo más cauto
de puntillas
como si la memoria no caducara
como si la huesa silencio sin entrañas
como si tendría cenizas y sentidos / salvada así la contradicción
de hallar a mi padre sin su enjutez enferma sin su osario
un padre mío atesorado en el tiempo común de nosotros
Rota ya la flagrante infancia y rotos ya sus albores
padre padre en la redundancia mejor de su regreso
Parece ser que sólo el verso regresa versura
sólo a él la inmovilidad de lo hecho / una vana constatación
Si los pinos y toda su fragancia / claro que sí
allá mi padre padreando en su arboladura pinar
A este lado del muro el jueguito escandido del poema.
G.Ciancio
saca tu cuerpo de la muerte”
Jaime Sabines
Si ese aroma a pinares llegare de esta infancia
si anduviese el recuerdo más cauto
de puntillas
como si la memoria no caducara
como si la huesa silencio sin entrañas
como si tendría cenizas y sentidos / salvada así la contradicción
de hallar a mi padre sin su enjutez enferma sin su osario
un padre mío atesorado en el tiempo común de nosotros
Rota ya la flagrante infancia y rotos ya sus albores
padre padre en la redundancia mejor de su regreso
Parece ser que sólo el verso regresa versura
sólo a él la inmovilidad de lo hecho / una vana constatación
Si los pinos y toda su fragancia / claro que sí
allá mi padre padreando en su arboladura pinar
A este lado del muro el jueguito escandido del poema.
G.Ciancio
vida tras vida avanza la palabra
más fértil que mi hora indicada
con tanta sed de engendrar
que no le dan los orificios.
vida tras vida avanza la palabra
da nombres y cuerpos
latidos que prescinden de ejercicio
voces nuevas sin cópula ni sangre
dedos y ojos y pelos y rodillas.
muerte tras muerte
el insomnio se devora todo credo
cada silencio es un ojo que se cierra
una mano despojada de su pulso.
muerte tras muerte
hay un dorso que sonríe impunemente:
el grito de dolor se hace palabra.
vida tras vida avanza la palabra
asisto a cada nacimiento.
Niña Eclipse
más fértil que mi hora indicada
con tanta sed de engendrar
que no le dan los orificios.
vida tras vida avanza la palabra
da nombres y cuerpos
latidos que prescinden de ejercicio
voces nuevas sin cópula ni sangre
dedos y ojos y pelos y rodillas.
muerte tras muerte
el insomnio se devora todo credo
cada silencio es un ojo que se cierra
una mano despojada de su pulso.
muerte tras muerte
hay un dorso que sonríe impunemente:
el grito de dolor se hace palabra.
vida tras vida avanza la palabra
asisto a cada nacimiento.
Niña Eclipse
A CHINOY
tu voz surge de los pulmones de la piedras
es nieve en la sangre y salmuera en el cerebro
descenso de un sol desangrado y una luna desgranada
como vestido de novia guardado en una funda de guitarra
un ala de avión abandonada levanta vuelo con tu canto
y se despierta un dragón del coma para echar fuego por la boca
y comprobar que el cenit es un pájaro alcanzado por una bala
flor de pólvora que se agota en el perfume
maldita flor encuadernada
como niños bebamos leche de los senos de América
una sola bandera enterrada en la corteza de los árboles
carne de gallina degollada que ya no sostiene la mirada
ni busca a sus hijos famélicos para hamacarlos
siempre a mitad de camino hacia el cielo
sobra agua de lluvia para lavarnos los pies entre nosotros
y papel de diario para envolver los crucifijos
partiremos el pan y será infinito
(las hostias siempre se acaban)
y hay una sola copa de vino
para derramarla en el mar cual ola de sangre
y arrojar la botella vacía con un mensaje:
una hoja en blanco
el poema que aun no escribimos
el cero cero
el origen
las raíces desgarrando la tierra
nuestras propias manos buscando en la morgue
a ese que tenga nuestros ojos.
Pablo de Grossi
tu voz surge de los pulmones de la piedras
es nieve en la sangre y salmuera en el cerebro
descenso de un sol desangrado y una luna desgranada
como vestido de novia guardado en una funda de guitarra
un ala de avión abandonada levanta vuelo con tu canto
y se despierta un dragón del coma para echar fuego por la boca
y comprobar que el cenit es un pájaro alcanzado por una bala
flor de pólvora que se agota en el perfume
maldita flor encuadernada
como niños bebamos leche de los senos de América
una sola bandera enterrada en la corteza de los árboles
carne de gallina degollada que ya no sostiene la mirada
ni busca a sus hijos famélicos para hamacarlos
siempre a mitad de camino hacia el cielo
sobra agua de lluvia para lavarnos los pies entre nosotros
y papel de diario para envolver los crucifijos
partiremos el pan y será infinito
(las hostias siempre se acaban)
y hay una sola copa de vino
para derramarla en el mar cual ola de sangre
y arrojar la botella vacía con un mensaje:
una hoja en blanco
el poema que aun no escribimos
el cero cero
el origen
las raíces desgarrando la tierra
nuestras propias manos buscando en la morgue
a ese que tenga nuestros ojos.
Pablo de Grossi
Distanciamiento (po)ético
Curitas deshilachadas le aprietan los dedos con vehemencia.
Mientras tanto se sienta en la banqueta más alta , con las piernas lungas
y desvencijadas que se dejan caer cual si estuviesen hechas de plomo.
En el aire viciado hay un letargo incrustado en el medio del salón
hay que respirar con hondura para sentirlo e impregnarse.
¿Cuántas marcas lleva ya? muchas , variadas , variopintas
¿Cuánto habrán caminado esas piernas indecentes por los lugares
más decentes de la apestosa capital?
Sólo hace falta hundirse un poco más y esperar a que las uñas crezcan
lo suficiente como para poder clavarse en el fango y escalar con la fuerza mísera de
los brazos lánguidos y suaves , con las muecas propias del esfuerzo salido
desde las entrañables entrañas , de unos cojones de patraña.
Poción que no cura nada , pañuelos manchados de lágrimas rojas.
Sepultura definitiva de una tarde cualquiera de cualquier mes en cualquier
lugar de este planeta.
Marañas encapsuladas , madejas de puro enredo .
Colillas de cigarrillos , vasos , ceniceros ,cuentos de vergonzosa sintaxis.
Fui esto
Seré eso
Soy ello.
Y nada de lo que fuí... seré , el eterno retorno es mentira
el constante regreso es verdad.
La noche va tornándose disforme
entre la copa y llena y lo que está , lo que estaba
mogollones de palabras desperdiciadas
basura , papel , tinta ajena.
(Victoria Paz Franco)
Curitas deshilachadas le aprietan los dedos con vehemencia.
Mientras tanto se sienta en la banqueta más alta , con las piernas lungas
y desvencijadas que se dejan caer cual si estuviesen hechas de plomo.
En el aire viciado hay un letargo incrustado en el medio del salón
hay que respirar con hondura para sentirlo e impregnarse.
¿Cuántas marcas lleva ya? muchas , variadas , variopintas
¿Cuánto habrán caminado esas piernas indecentes por los lugares
más decentes de la apestosa capital?
Sólo hace falta hundirse un poco más y esperar a que las uñas crezcan
lo suficiente como para poder clavarse en el fango y escalar con la fuerza mísera de
los brazos lánguidos y suaves , con las muecas propias del esfuerzo salido
desde las entrañables entrañas , de unos cojones de patraña.
Poción que no cura nada , pañuelos manchados de lágrimas rojas.
Sepultura definitiva de una tarde cualquiera de cualquier mes en cualquier
lugar de este planeta.
Marañas encapsuladas , madejas de puro enredo .
Colillas de cigarrillos , vasos , ceniceros ,cuentos de vergonzosa sintaxis.
Fui esto
Seré eso
Soy ello.
Y nada de lo que fuí... seré , el eterno retorno es mentira
el constante regreso es verdad.
La noche va tornándose disforme
entre la copa y llena y lo que está , lo que estaba
mogollones de palabras desperdiciadas
basura , papel , tinta ajena.
(Victoria Paz Franco)
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