.
IDEA DE SOFI Quisiera ser sofista/no cometer sofismas/quisiera ser más que tu propia sonrisa/idea de tu iglesia son tus cabellos/lo que todavía no sé de tí
No me alcanza con hacerte una fotografía
Quisiera ser sofista/desnudo de palabras/al lado tuyo/olvidar la idea del inicio
pensar en tí y en tu manera de vivir el delicioso ocio/declive de tu cabello sinuoso
Quisiera en tu cuerpo buscar tu alma/y que mi alma encuentre tu cuerpo/a Dios gracias/no salvarme nunca/no escribir ningún otro poema.
Pablo Galante
Casa de poesía
Casa de Poesía (Uruguay) es una Institución sin fines de lucro cuyo cometido es la difusión de todas las manifestaciones poéticas, realización de homenajes, conferencias, publicaciones y otras actividades vinculadas con el hacer poético y artístico creativo en general, dando así cumplimiento a lo manifestado por UNESCO en sus resoluciones. "rgentadorado@gmail.com"
lunes, 9 de mayo de 2011
viernes, 15 de abril de 2011
LIGAMENTOS
.
En los areneros de un verso cobarde
un niño arma un balde humilde de arena
y luego lo estropea a patadas. Sus pies
se descuartizan como perros
contra un jabalí
saltando entre grasas y colmillos
gritando y gimiendo entre pasajes
de medias lunas hambrientas
de cazadores que siguen los ladridos.
El disparo de un muchacho nervioso parte un ojo
a un perro que salta, perforada la simiente de su cordura,
y el perro queda extraño, mi amor,
queda muy loco.
Fermento si me pongo rabioso
con una tormenta de dormitorio
parado en mi cama como un cerro.
Fermento;
y mi panza abierta respira el profundo pliegue
de arroyos y minúsculos incendios
planeados por caranchos que llevan
ratones rosados en sus picos;
y un musical medicamento me tose
en la cara como una mariposa.
La noche nos receta con su lengua de oveja.
Y mi grito ferroso es un vagón estancado,
y el farol de una plaza me succiona un tornillo,
y a un beso lloroso de portón espiado en la persiana
de un pueblo por la madre
tengo que proteger de la muerte.
Crecen plantas de odio
en cerebros calientes sin moteles
en forma de goteras
pero la soledad los va secando
como un jardín colgante que crece
en los vértices húmedos de una claraboya.
Los paisajes mundanos descollan en madres
que se bañan en los cuerpos olvidados de hijos
esparcidos en mil padres felices.
¡Santo volátil segmentado en la hebilla
parto de cuerno toreado por una cebadura
embalse de óleo que ofertas tu cartílago
alfiler de roturas
que caes al piso tanteando los extremos
con libélulas de cabezas desbandadas!
Otro gesto de morbo celular de veleta
otro zanco de enjuague molar en mi cariño
otro vestido dorsal que ladra allí en la silla
otro tendón reventado en mis cicatrices
otra mirada portuaria con tabaco de barranca
como si cada sonrisa descosiera mis puntos
alzado hasta las válvulas
atorado en esta inmensa saliva solitaria.
José Jorge.
En los areneros de un verso cobarde
un niño arma un balde humilde de arena
y luego lo estropea a patadas. Sus pies
se descuartizan como perros
contra un jabalí
saltando entre grasas y colmillos
gritando y gimiendo entre pasajes
de medias lunas hambrientas
de cazadores que siguen los ladridos.
El disparo de un muchacho nervioso parte un ojo
a un perro que salta, perforada la simiente de su cordura,
y el perro queda extraño, mi amor,
queda muy loco.
Fermento si me pongo rabioso
con una tormenta de dormitorio
parado en mi cama como un cerro.
Fermento;
y mi panza abierta respira el profundo pliegue
de arroyos y minúsculos incendios
planeados por caranchos que llevan
ratones rosados en sus picos;
y un musical medicamento me tose
en la cara como una mariposa.
La noche nos receta con su lengua de oveja.
Y mi grito ferroso es un vagón estancado,
y el farol de una plaza me succiona un tornillo,
y a un beso lloroso de portón espiado en la persiana
de un pueblo por la madre
tengo que proteger de la muerte.
Crecen plantas de odio
en cerebros calientes sin moteles
en forma de goteras
pero la soledad los va secando
como un jardín colgante que crece
en los vértices húmedos de una claraboya.
Los paisajes mundanos descollan en madres
que se bañan en los cuerpos olvidados de hijos
esparcidos en mil padres felices.
¡Santo volátil segmentado en la hebilla
parto de cuerno toreado por una cebadura
embalse de óleo que ofertas tu cartílago
alfiler de roturas
que caes al piso tanteando los extremos
con libélulas de cabezas desbandadas!
Otro gesto de morbo celular de veleta
otro zanco de enjuague molar en mi cariño
otro vestido dorsal que ladra allí en la silla
otro tendón reventado en mis cicatrices
otra mirada portuaria con tabaco de barranca
como si cada sonrisa descosiera mis puntos
alzado hasta las válvulas
atorado en esta inmensa saliva solitaria.
José Jorge.
domingo, 3 de abril de 2011
*
doy mi cuerpo de arena
a los cuatro vientos
así
como tu te presentas
y soy menos que nada ni pretendo
tus brasos
simplemente flotar en tu esencia
de arrebato y desorden
simple desarmado y puro
Alejandro Dorado
a los cuatro vientos
así
como tu te presentas
y soy menos que nada ni pretendo
tus brasos
simplemente flotar en tu esencia
de arrebato y desorden
simple desarmado y puro
Alejandro Dorado
INDECIBLES
No nombrar las cosas por sus nombres” (A.Pizarnik)
No decir te amo
sino te necesito
me falta el aire
no puedo estar en mi cuerpo
no encuentro sosiego en la noche
no quiero amanecer.
No decir es imposible
sino que sos cobarde
y soy orgullosa
no queremos que duela
tal vez algún día
tal vez nunca, tal vez.
No decir adiós
sino hasta siempre
hasta el día de partir
hasta llegar nuevamente
hasta que seamos viejos
hasta que seamos niños.
Tensar la espera
hasta el límite
morir
morimos en la agonía
de no nombrar
las cosas por sus nombres.
María Laura Pintos
No decir te amo
sino te necesito
me falta el aire
no puedo estar en mi cuerpo
no encuentro sosiego en la noche
no quiero amanecer.
No decir es imposible
sino que sos cobarde
y soy orgullosa
no queremos que duela
tal vez algún día
tal vez nunca, tal vez.
No decir adiós
sino hasta siempre
hasta el día de partir
hasta llegar nuevamente
hasta que seamos viejos
hasta que seamos niños.
Tensar la espera
hasta el límite
morir
morimos en la agonía
de no nombrar
las cosas por sus nombres.
María Laura Pintos
*
Te vi mirándola con ojos de lengua
Quise ser ella, quiero decir, ser lo que no soy.
Te vi abrazando su mano queriendo acelerar el tiempo
Fue un instante eterno para mí.
Te miro mirándome.
Me pregunto si alguna vez
agarraste la lapicera
y derramaste un poco de tinta
en mi nombre.
Andrea Estevan
Quise ser ella, quiero decir, ser lo que no soy.
Te vi abrazando su mano queriendo acelerar el tiempo
Fue un instante eterno para mí.
Te miro mirándome.
Me pregunto si alguna vez
agarraste la lapicera
y derramaste un poco de tinta
en mi nombre.
Andrea Estevan
viernes, 1 de abril de 2011
SEDUCCION CULINARIA
Iba desnudando cebollas a la orilla del fuego
para luego bañarlas en su tina de acero
con aceites calientes del origen de los tiempos.
Iba descarozando aceitunas con aire sarraceno
para luego dormirlas en los valles dorados
con canciones de cuna con aroma sereno.
Iba mezclando una salsa de sangre hirviendo de deseo
para luego regar los blancos lienzos redondos
con el magma fervoroso que viene de dentro.
Sin embargo, traías el aroma de la albahaca en los dedos
Ese símbolo de carencia que dirían los griegos
Ese emblema que en Roma anuncia el amanecer de los besos.
Esas hierbas que emergen del batir del océano
para florecer de Tulasī en la India de su pelo.
Y traías con ello el sabor de los tiempos,
las especias de oriente y los granos de pimienta
que el sol oculta en la alacena del cielo.
Y mis cebollas, aceitunas y mi magma que viene de dentro
recordaron esos vientos que duro arremeten
en la rueda del Samsara hasta el origen del tiempo
y remontándome hasta mi encarnación primera
todo quedó muy claro en ese momento:
Krishna enamorado, la maldición de Radhá
y mi condena al mundo de los seres que se marchitan.
María Jimena Pintos
para luego bañarlas en su tina de acero
con aceites calientes del origen de los tiempos.
Iba descarozando aceitunas con aire sarraceno
para luego dormirlas en los valles dorados
con canciones de cuna con aroma sereno.
Iba mezclando una salsa de sangre hirviendo de deseo
para luego regar los blancos lienzos redondos
con el magma fervoroso que viene de dentro.
Sin embargo, traías el aroma de la albahaca en los dedos
Ese símbolo de carencia que dirían los griegos
Ese emblema que en Roma anuncia el amanecer de los besos.
Esas hierbas que emergen del batir del océano
para florecer de Tulasī en la India de su pelo.
Y traías con ello el sabor de los tiempos,
las especias de oriente y los granos de pimienta
que el sol oculta en la alacena del cielo.
Y mis cebollas, aceitunas y mi magma que viene de dentro
recordaron esos vientos que duro arremeten
en la rueda del Samsara hasta el origen del tiempo
y remontándome hasta mi encarnación primera
todo quedó muy claro en ese momento:
Krishna enamorado, la maldición de Radhá
y mi condena al mundo de los seres que se marchitan.
María Jimena Pintos
*
Las noches de apagón
regresan cuando duermo.
Todos en torno a la mesa
sin ruidos eléctricos/cárcel de circuitos
el veo-veo develando rincones
cada objeto alumbrando los ojos.
El farol de mantilla en la mesa
mi hermano caminaba con suspenso
cada juego inventado/hallazgo de una sombra.
Cuando volvía la luz
mis padres celebraban,
en mi rostro sombrío se alejaba el farol.
Ahora soy adulta y uso máquinas
aparece la niña, intenta apagar mi casa.
La vela sigue ahí, titilan los recuerdos.
Alicia Preza
regresan cuando duermo.
Todos en torno a la mesa
sin ruidos eléctricos/cárcel de circuitos
el veo-veo develando rincones
cada objeto alumbrando los ojos.
El farol de mantilla en la mesa
mi hermano caminaba con suspenso
cada juego inventado/hallazgo de una sombra.
Cuando volvía la luz
mis padres celebraban,
en mi rostro sombrío se alejaba el farol.
Ahora soy adulta y uso máquinas
aparece la niña, intenta apagar mi casa.
La vela sigue ahí, titilan los recuerdos.
Alicia Preza
miércoles, 16 de marzo de 2011
EL METRO DE SUS OJOS
Voy hacia ella.
Un hombre por peldaño del abismo
No hay razón
ya no pienses
tu temor ahora reflexiona
Y te quedas
aun
tras la gota invisible
que crees
alumbra en la canilla
la oscuridad
Que habitas
en tu casa
Entre sus dedos
Un cristal
de poca monta
Voy hacia ella.
Caminar
Cuando
el dolor
Hace del paso
Laberinto
Robinson Martín Valderrama
Un hombre por peldaño del abismo
No hay razón
ya no pienses
tu temor ahora reflexiona
Y te quedas
aun
tras la gota invisible
que crees
alumbra en la canilla
la oscuridad
Que habitas
en tu casa
Entre sus dedos
Un cristal
de poca monta
Voy hacia ella.
Caminar
Cuando
el dolor
Hace del paso
Laberinto
Robinson Martín Valderrama
lunes, 14 de marzo de 2011
1995
.
Mis zapatos mis tristes zapatos
Mis únicos zapatos
Mis zapatos porquería
Pisadores de gargajos en calles oscuras
Tejedores de la trama
Perdedores de palabra cada paso
Mis mediocres zapatos
Dejándome huellas en la garganta
Mis zapatos de buscarte
Dentro y fuera del cerebro
Mis zapatos que nunca se hundieron
En un pedal a profundas velocidades
Mis zapatos puestos a rodar por el mundo
Entre hombres mujeres furias
Mis zapatos de poeta de ser nadie
Mis zapatos jadeando en el rincón
Eduardo Curbelo
Mis zapatos mis tristes zapatos
Mis únicos zapatos
Mis zapatos porquería
Pisadores de gargajos en calles oscuras
Tejedores de la trama
Perdedores de palabra cada paso
Mis mediocres zapatos
Dejándome huellas en la garganta
Mis zapatos de buscarte
Dentro y fuera del cerebro
Mis zapatos que nunca se hundieron
En un pedal a profundas velocidades
Mis zapatos puestos a rodar por el mundo
Entre hombres mujeres furias
Mis zapatos de poeta de ser nadie
Mis zapatos jadeando en el rincón
Eduardo Curbelo
Quién me espera (uno)
Retomo la tarea de escribir.
No es un acto solemne ni sacro.
Sentada, con un pedazo de papel que me sobró.
Con la lapicera de hacer las cuentas.
Con el pote de galletitas por comer.
Con una guitarra sin cuerdas que nadie toca.
Sin libros.
Sin espejos.
Sin vos.
Sofía Rosa Rivero.
No es un acto solemne ni sacro.
Sentada, con un pedazo de papel que me sobró.
Con la lapicera de hacer las cuentas.
Con el pote de galletitas por comer.
Con una guitarra sin cuerdas que nadie toca.
Sin libros.
Sin espejos.
Sin vos.
Sofía Rosa Rivero.
TUS PIERNAS
.
Tus piernas talladas con lentitud perfecta, con ese tiempo justo creciendo hacia donde nacen, hacia donde no pueden volver, hacia lo duradero; tus piernas en lo alto custodiando unos labios marinos, húmedos de niebla, sosteniendo el exterminio de un cuerpo, separación del todo, conjunción de lo posible.
Amarrado a un cabo de resistencia extrema, a un nudo por soltarse donde la duración de un péndulo es la edad de los ahorcados, cuelgo.
Jorge Meretta
De "El Casco y La Espada"
Ediciones de la Crítica / 1998
Tus piernas talladas con lentitud perfecta, con ese tiempo justo creciendo hacia donde nacen, hacia donde no pueden volver, hacia lo duradero; tus piernas en lo alto custodiando unos labios marinos, húmedos de niebla, sosteniendo el exterminio de un cuerpo, separación del todo, conjunción de lo posible.
Amarrado a un cabo de resistencia extrema, a un nudo por soltarse donde la duración de un péndulo es la edad de los ahorcados, cuelgo.
Jorge Meretta
De "El Casco y La Espada"
Ediciones de la Crítica / 1998
viernes, 11 de marzo de 2011
barcelona
.
miro a mis hermanas mirar a mi madre mirando
la caldera del diablo
con el caldo a medio tomar
el calor acuclillado tras de ellas
de su mirada de la mía de la de mi madre
en aquel entonces ninguna viajaba a barcelona
ni a buenos aires ni a burundi
solo mirábamos las diabluras americanas
con el doblaje con el calor ya sin caldo
los platos vacíos a un costado
las miradas perdidas por ilesas
Gerardo Ciancio
miro a mis hermanas mirar a mi madre mirando
la caldera del diablo
con el caldo a medio tomar
el calor acuclillado tras de ellas
de su mirada de la mía de la de mi madre
en aquel entonces ninguna viajaba a barcelona
ni a buenos aires ni a burundi
solo mirábamos las diabluras americanas
con el doblaje con el calor ya sin caldo
los platos vacíos a un costado
las miradas perdidas por ilesas
Gerardo Ciancio
miércoles, 9 de marzo de 2011
Enclave
.
(en clave)
a J.M.
.
El vale todo del lenguaje.
Versos que verduguean lo vernáculo.
Que esconden tu cerrojo cerrado con cieno celeste.
La estafa/ la voltereta amanerada de la mujer
que sin red se hunde y nos dispara.
Ya no borda su tela.
Escupe letras/ las funde y se confunde.
Piensa que Dios le habla.
(Arco a regla en otra versión posible)
Pide limosna por las calles. En todas las calles.
Cuzco rabón raboneado.
Palabras pide.
Poesía pide.
La gente va de prisa/ no hay monedas/ no hay billetes;
no los hay, Baudelaire. No los hay, César.
Excomulgado, cagado por los perros.
En marzo la Liebre baila con el Buey traidor.
Una verga de lenguaje.
(La rata de la locura te ha ido bebiendo
hasta que ayer asomó por tu boca/
Villa Carmen y después... )
atravesando el último gollete del último embudo:
libros en danza por la siestita montevideana.
Así se fue la vida
bordando la tela única/ túnica.
Arco a regla en otra aversión.
(Ya no cuentas hasta once.)
Ya no cuentas, Jorge.
Aquitrabando montas sin montura tu clave imposible.
No es el cielo un escondite ni un código mayor
para un cazador de lluvias.
Es la rosa del manicomio.
Esta mierda que se pega en los dedos como una telaraña
que araña la maraña de palabras.
Palabras de nadie.
El golpe seco desde el fondo de la nada.
Las palabras dicen lo que dicen y no más.
Sábelo: Sólo caerá en su vacío.
(Y llegan los enfermeros)
Roberto Genta Dorado
(en clave)
a J.M.
.
El vale todo del lenguaje.
Versos que verduguean lo vernáculo.
Que esconden tu cerrojo cerrado con cieno celeste.
La estafa/ la voltereta amanerada de la mujer
que sin red se hunde y nos dispara.
Ya no borda su tela.
Escupe letras/ las funde y se confunde.
Piensa que Dios le habla.
(Arco a regla en otra versión posible)
Pide limosna por las calles. En todas las calles.
Cuzco rabón raboneado.
Palabras pide.
Poesía pide.
La gente va de prisa/ no hay monedas/ no hay billetes;
no los hay, Baudelaire. No los hay, César.
Excomulgado, cagado por los perros.
En marzo la Liebre baila con el Buey traidor.
Una verga de lenguaje.
(La rata de la locura te ha ido bebiendo
hasta que ayer asomó por tu boca/
Villa Carmen y después... )
atravesando el último gollete del último embudo:
libros en danza por la siestita montevideana.
Así se fue la vida
bordando la tela única/ túnica.
Arco a regla en otra aversión.
(Ya no cuentas hasta once.)
Ya no cuentas, Jorge.
Aquitrabando montas sin montura tu clave imposible.
No es el cielo un escondite ni un código mayor
para un cazador de lluvias.
Es la rosa del manicomio.
Esta mierda que se pega en los dedos como una telaraña
que araña la maraña de palabras.
Palabras de nadie.
El golpe seco desde el fondo de la nada.
Las palabras dicen lo que dicen y no más.
Sábelo: Sólo caerá en su vacío.
(Y llegan los enfermeros)
Roberto Genta Dorado
OXIMORON
.
(Fig. del leng: Unión de dos elementos que naturalmente se excluyen)
Ese amor que nunca fue
y pretendimos que fuera
los dos sabemos qué es:
convergencia paralela.
Angelita Bonnet
(Fig. del leng: Unión de dos elementos que naturalmente se excluyen)
Ese amor que nunca fue
y pretendimos que fuera
los dos sabemos qué es:
convergencia paralela.
Angelita Bonnet
-*-
.
la unidad no es una ciencia exacta, es una ciencia oculta como la herbolaria, no, más bien como la qábbalah:
porque 1+1, no es una operación sencilla;
1≠1, depende del 1 de cada uno, ser uno mismo;
mi 1 le cuesta sumarse al 1 de los demás, y los otros sólo dividen, jamás multiplicarán los peces, nunca los panes;
de hecho, mi 1 puede llegar a ser el azote de dios, a propósito ¿no era el 1 una pirámide oblicua?
fluye, influye en uno;
da mismo
Elbio Chitaro
la unidad no es una ciencia exacta, es una ciencia oculta como la herbolaria, no, más bien como la qábbalah:
porque 1+1, no es una operación sencilla;
1≠1, depende del 1 de cada uno, ser uno mismo;
mi 1 le cuesta sumarse al 1 de los demás, y los otros sólo dividen, jamás multiplicarán los peces, nunca los panes;
de hecho, mi 1 puede llegar a ser el azote de dios, a propósito ¿no era el 1 una pirámide oblicua?
fluye, influye en uno;
da mismo
Elbio Chitaro
domingo, 6 de marzo de 2011
-*-
.
No te maravilles porque no me sonría
(primera versión)
A Jorge Arbeleche, profesor
Una imagen fija alucinada:
Dante mirando fijo a la loba
Por entre las orejas de su zainito
Una lupa una loba la loba rubia (¿o bruna?)
Sembiava carca ne la sua magrezza
Dante clavado al piso
Cagado hasta las patas de la loba
Tan así su pavura su miedo metido a fórceps
Que se olía diez leguas a la redonda de esa foresta infame
Virgilio con buen tino y olfato
Acude y sacude la modorra milenaria:
Un avión un pájaro superman: el latino
El truco de Dante que escribe un viaje insufrible
Dante otro que ruega:
“Miserere di me”
No atisbamos a saber qué ese es Virgilio:
Od ombra od omo certo
Dante pide piedad
“Miserere di me”
Pide pan de deseo pide pureza
Pide Beatrice pide por favor
Pide purgar pecados a pedir de boca
Dante poeta y mago se pone a demorar la ayuda
Y lo manda a cantar su curriculum vitae a Virgilio:
Si fui poeta y canté a fulano mengano zutano
Si fui un escribidor antiguo del mundo grecolatino
Si fui hombre pluma al hombro ahora sombra
Dante perdido selvático oscuro áspero
pide piedad pide pulcritud a la escritura:
“Miserere di me”
Dante lo lleva a Dante como a una marioneta de espanto
Por el maldito infierno tan temido
Es un sádico
Así cualquiera cae como un cuerpo muerto cae
Y se caga de parado mirando fijo a una loba a una onza a un león soberbial
Mis tres hijas juegan al culo sucio
Sin mentar la palabreja
Yo transpiro de espanto
Es tan largo el viaje por esta pesadilla
Pido piedad al Alighieri:
¿Cuándo arribaré a la página 550 de mi edición
Rebajada de 16000 a 5000 liras (Edizione Polaris, 1993)
Que gracias a dios o al diablo
Reproduce ilustraciones de Doré
Y que traje de un quiosco de una Florencia detenida
En un pasado sin euros y con arte?
¿Cuándo, mierda dantesca, leeré o escribiré
L’amor che move il sole e l’altre stelle?
Yo, Dante de barrio,
En una Montevideo abstracta que le puso un nombre inocuo
a su calle Dante,
Pido piedad y caigo alma muerta a los concéntricos círculos
Infernales desde un limbo paternal:
“Miserere di me”
Gerardo Ciancio
No te maravilles porque no me sonría
(primera versión)
A Jorge Arbeleche, profesor
Una imagen fija alucinada:
Dante mirando fijo a la loba
Por entre las orejas de su zainito
Una lupa una loba la loba rubia (¿o bruna?)
Sembiava carca ne la sua magrezza
Dante clavado al piso
Cagado hasta las patas de la loba
Tan así su pavura su miedo metido a fórceps
Que se olía diez leguas a la redonda de esa foresta infame
Virgilio con buen tino y olfato
Acude y sacude la modorra milenaria:
Un avión un pájaro superman: el latino
El truco de Dante que escribe un viaje insufrible
Dante otro que ruega:
“Miserere di me”
No atisbamos a saber qué ese es Virgilio:
Od ombra od omo certo
Dante pide piedad
“Miserere di me”
Pide pan de deseo pide pureza
Pide Beatrice pide por favor
Pide purgar pecados a pedir de boca
Dante poeta y mago se pone a demorar la ayuda
Y lo manda a cantar su curriculum vitae a Virgilio:
Si fui poeta y canté a fulano mengano zutano
Si fui un escribidor antiguo del mundo grecolatino
Si fui hombre pluma al hombro ahora sombra
Dante perdido selvático oscuro áspero
pide piedad pide pulcritud a la escritura:
“Miserere di me”
Dante lo lleva a Dante como a una marioneta de espanto
Por el maldito infierno tan temido
Es un sádico
Así cualquiera cae como un cuerpo muerto cae
Y se caga de parado mirando fijo a una loba a una onza a un león soberbial
Mis tres hijas juegan al culo sucio
Sin mentar la palabreja
Yo transpiro de espanto
Es tan largo el viaje por esta pesadilla
Pido piedad al Alighieri:
¿Cuándo arribaré a la página 550 de mi edición
Rebajada de 16000 a 5000 liras (Edizione Polaris, 1993)
Que gracias a dios o al diablo
Reproduce ilustraciones de Doré
Y que traje de un quiosco de una Florencia detenida
En un pasado sin euros y con arte?
¿Cuándo, mierda dantesca, leeré o escribiré
L’amor che move il sole e l’altre stelle?
Yo, Dante de barrio,
En una Montevideo abstracta que le puso un nombre inocuo
a su calle Dante,
Pido piedad y caigo alma muerta a los concéntricos círculos
Infernales desde un limbo paternal:
“Miserere di me”
Gerardo Ciancio
-*-
.
Repentinamente recobré razones resignadas relegué resentimientos resguardados reincidentes rencores recibí rumores reales réplicas relucientes relinches resueltos realidad reciente reivindiqué represiones rescaté recuerdos rotos risas resplandecientes ramilletes rojos raras reiteraciones repuse rastros repasé rostros redefiní rumbos retoqué retratos rompí retos rastreé relámpagos rayos ratifiqué ridiculeces rarezas reservé riquezas roles ruidos redes retuve relojes rotulé reaccioné recapacité respiré resucité.
Andrea Estevan
Repentinamente recobré razones resignadas relegué resentimientos resguardados reincidentes rencores recibí rumores reales réplicas relucientes relinches resueltos realidad reciente reivindiqué represiones rescaté recuerdos rotos risas resplandecientes ramilletes rojos raras reiteraciones repuse rastros repasé rostros redefiní rumbos retoqué retratos rompí retos rastreé relámpagos rayos ratifiqué ridiculeces rarezas reservé riquezas roles ruidos redes retuve relojes rotulé reaccioné recapacité respiré resucité.
Andrea Estevan
sábado, 5 de marzo de 2011
*
.
El poema era de la mujer/ de la terraza/ de las manos
Pero la memoria del agua es vertical
El poema era del suelo/ del ojo/ del pie porfiado
El poema era del pan/ del diente/ del grito que se abría como un fruto
Era de la boca/ nacía desde el ruido de la bala/ del vidrio del espanto
Iba por ahí/ el poema que era de la noche/ que hacía anochecer/ en ellos/ desde ellos/ los que viven acá/ los que hacen sombra
El poema era de ellos/ de sus ojos en contra del olvido
El poema era para caer adentro de tu cuerpo/ del clavo/ de la luz
Era de la pala que usamos para trasplantar el cadáver/
El poema era de la carne/ del músculo/ de los hijos
El poema era de madre/ de la cara de madre/ vacía/ del cigarro absurdo
De la cara/ la última cara/ la promesa
Que es un cuarto difuso una cosa pequeña/ triste/ inútil
El poema era vertical y sin memoria
El poema no importa/ no existe/ no llores
Paula Simonetti de Souza
El poema era de la mujer/ de la terraza/ de las manos
Pero la memoria del agua es vertical
El poema era del suelo/ del ojo/ del pie porfiado
El poema era del pan/ del diente/ del grito que se abría como un fruto
Era de la boca/ nacía desde el ruido de la bala/ del vidrio del espanto
Iba por ahí/ el poema que era de la noche/ que hacía anochecer/ en ellos/ desde ellos/ los que viven acá/ los que hacen sombra
El poema era de ellos/ de sus ojos en contra del olvido
El poema era para caer adentro de tu cuerpo/ del clavo/ de la luz
Era de la pala que usamos para trasplantar el cadáver/
El poema era de la carne/ del músculo/ de los hijos
El poema era de madre/ de la cara de madre/ vacía/ del cigarro absurdo
De la cara/ la última cara/ la promesa
Que es un cuarto difuso una cosa pequeña/ triste/ inútil
El poema era vertical y sin memoria
El poema no importa/ no existe/ no llores
Paula Simonetti de Souza
jueves, 3 de marzo de 2011
45
.
No me mato
Ni aunque me dictaminen cáncer
O cualquier mala baraja
O anhelo fallecido
Ni aunque me atropellen
En forense cuchillazo
U otra joda terminal / letal
O en lecho de amantazgo / tú
O catre de maridazgo / yo
Nunca
O entre botellas piernas de mujer
O entre pepas pústulas de amor
(Umbral de las inquisiciones)
No me mato / ni muerto
Ni aunque me dictaminen
Ni aunque me atropellen
Ni aunque me escamoteen
Las arterias su flujo lujo de sobrevivir
O de rodillas ante lo morocho de tus crenchas
O sacudido expulsado de tus pechos
O futuro igual a cero
No me mato
O igual a menos uno
O dos
Ni ante el abuso de un sacerdote
(Catecúmeno cacumen)
O me falle un brindis / el penúltimo / la gloria
O me tiendan la cama con silencioso encono
O difunto unto mi lengua de sol
O aunque me deseen la muerte
Ni derretido me mato
Ni aunque falanges artrosis apunten
Su uña hacia mi mollera
Ni aunque te vayas para siempre / nunca
Ni aunque me mueran
Bien morido
Me mato
Septiembre 2010
Eduardo Curbelo
No me mato
Ni aunque me dictaminen cáncer
O cualquier mala baraja
O anhelo fallecido
Ni aunque me atropellen
En forense cuchillazo
U otra joda terminal / letal
O en lecho de amantazgo / tú
O catre de maridazgo / yo
Nunca
O entre botellas piernas de mujer
O entre pepas pústulas de amor
(Umbral de las inquisiciones)
No me mato / ni muerto
Ni aunque me dictaminen
Ni aunque me atropellen
Ni aunque me escamoteen
Las arterias su flujo lujo de sobrevivir
O de rodillas ante lo morocho de tus crenchas
O sacudido expulsado de tus pechos
O futuro igual a cero
No me mato
O igual a menos uno
O dos
Ni ante el abuso de un sacerdote
(Catecúmeno cacumen)
O me falle un brindis / el penúltimo / la gloria
O me tiendan la cama con silencioso encono
O difunto unto mi lengua de sol
O aunque me deseen la muerte
Ni derretido me mato
Ni aunque falanges artrosis apunten
Su uña hacia mi mollera
Ni aunque te vayas para siempre / nunca
Ni aunque me mueran
Bien morido
Me mato
Septiembre 2010
Eduardo Curbelo
viernes, 25 de febrero de 2011
LA SABIDURÍA DEL ALBA
LA SABIDURÍA DEL ALBA
(Editorial José Martí, Cuba)
Edgard Gousse
Como una corteza de furia
congelada en la sutura del ojo, observo.
Nada de aquello que fue para licenciar la voz quebrantada.
La convalecencia es un bosque inmanente
un fuego sagrado que devora los caminos de la ausencia.
Los colores se despiertan en nosotros
para que en ella dancemos siempre.
¿Pero qué han hecho estos niños en trance de nieve
para que sus bocas procedentes del frío
naden sin cesar en el mismo océano?
¿Por qué el día no halla su igual
sino en la silla de paja este silencio este eco?
(23 de febrero de 2011)
(Editorial José Martí, Cuba)
Edgard Gousse
Como una corteza de furia
congelada en la sutura del ojo, observo.
Nada de aquello que fue para licenciar la voz quebrantada.
La convalecencia es un bosque inmanente
un fuego sagrado que devora los caminos de la ausencia.
Los colores se despiertan en nosotros
para que en ella dancemos siempre.
¿Pero qué han hecho estos niños en trance de nieve
para que sus bocas procedentes del frío
naden sin cesar en el mismo océano?
¿Por qué el día no halla su igual
sino en la silla de paja este silencio este eco?
(23 de febrero de 2011)
Atrás del andamiaje se esconde la niña
Un sólido encofrado sostiene lo que será cemento firme
Los ojos arden
El pecho se cierra y el grito no sale
Sube, sube a ver como es arriba
Mira, mira el paisaje fatigado y sudoroso
Cuidado allí, cuídate niña
Eso que duele en tu pecho no es cemento
Eso que te atraviesa la garganta no es madera
Eso que arde en tus ojos no es arena
Se endurece el cemento
Sometido a su cauce
No dejes que tu alma siga el ejemplo
Cuídate del desamor y el desamparo
De los que no están pero estuvieron
De los que hubieras querido tener cerca
Suaviza tu garganta y canta algo bello
Bájate de allí niña que hay peligro
¿No has aprendido aún a proteger tu alma?
Silvana Magda de Lima
Un sólido encofrado sostiene lo que será cemento firme
Los ojos arden
El pecho se cierra y el grito no sale
Sube, sube a ver como es arriba
Mira, mira el paisaje fatigado y sudoroso
Cuidado allí, cuídate niña
Eso que duele en tu pecho no es cemento
Eso que te atraviesa la garganta no es madera
Eso que arde en tus ojos no es arena
Se endurece el cemento
Sometido a su cauce
No dejes que tu alma siga el ejemplo
Cuídate del desamor y el desamparo
De los que no están pero estuvieron
De los que hubieras querido tener cerca
Suaviza tu garganta y canta algo bello
Bájate de allí niña que hay peligro
¿No has aprendido aún a proteger tu alma?
Silvana Magda de Lima
miércoles, 23 de febrero de 2011
LA SOBERBIA
.
con el entrecejo bostezado
la historia por contar
mece tu arcilla:
-VOS-
el constructor de vanidades
con todas las palabras por decir:
el día se te va
en fotosíntesis sin verde
y una raíz creciéndote en la espalda…
-----------------------------------------------------------------------------------
Dialéctica VIII
el gato del vecino
abierto de entrepiernas
maullando en la parilla :
son siete ojos
babeándose
en estómago :
así es el hambre :
/ DIJO /
pero:
sin gato / sin parrilla
sin vecinos / sin muelas
sólo ojos
maullando como moscas
y
buen
provecho !!!
ISMAEL SMITH
con el entrecejo bostezado
la historia por contar
mece tu arcilla:
-VOS-
el constructor de vanidades
con todas las palabras por decir:
el día se te va
en fotosíntesis sin verde
y una raíz creciéndote en la espalda…
-----------------------------------------------------------------------------------
Dialéctica VIII
el gato del vecino
abierto de entrepiernas
maullando en la parilla :
son siete ojos
babeándose
en estómago :
así es el hambre :
/ DIJO /
pero:
sin gato / sin parrilla
sin vecinos / sin muelas
sólo ojos
maullando como moscas
y
buen
provecho !!!
ISMAEL SMITH
SILENCIO
Ya nadie
se detiene
a oír el silencio
cuantas historias
ha de contarnos,
millones de cuentos
que nacieron de los temblores
de las almas
de los ojos humedecidos
de tantas risas y llantos,
de los seres
que le han dado sentido
a la rotación del mundo
de la fuerza de gravedad
que se encuentra en cada latido.
Silencio
cuando gritan las gotas de lluvia ...
se desdibujan las emociones de un beso
que producen calor y ternura
caída, desdén y llanto,
silencio de lo mucho que se piensa
y poco que se atreve a confesar
silencio de lo que uno vive
y quiere gritar
silencio en medio de un gemido de sexo
piel y carne
sudor y momento,
silencio cuando la mañana nos llama
y no nos queremos levantar.
Son todos silencios
que alguna vez hemos oído
y tantas veces nos negamos a encontrar
son tantas ondas sonoras
que nos aterran a veces
y otras tantas nos dan vida
nos hacen soñar.
Ricardo Alex Cortés Cárdenas
se detiene
a oír el silencio
cuantas historias
ha de contarnos,
millones de cuentos
que nacieron de los temblores
de las almas
de los ojos humedecidos
de tantas risas y llantos,
de los seres
que le han dado sentido
a la rotación del mundo
de la fuerza de gravedad
que se encuentra en cada latido.
Silencio
cuando gritan las gotas de lluvia ...
se desdibujan las emociones de un beso
que producen calor y ternura
caída, desdén y llanto,
silencio de lo mucho que se piensa
y poco que se atreve a confesar
silencio de lo que uno vive
y quiere gritar
silencio en medio de un gemido de sexo
piel y carne
sudor y momento,
silencio cuando la mañana nos llama
y no nos queremos levantar.
Son todos silencios
que alguna vez hemos oído
y tantas veces nos negamos a encontrar
son tantas ondas sonoras
que nos aterran a veces
y otras tantas nos dan vida
nos hacen soñar.
Ricardo Alex Cortés Cárdenas
martes, 22 de febrero de 2011
Viva Vivaldi
.
son cuatro las mandolinas
ni una más
ni falta alguna
arrastran tres
cuatro siglos
en esa mar mayor
barroca
rasgada
surtida en sus diapasones
desde el bordecito de la laguna
te miro vadear su orilla musical
como buscando aquello que las cuerdas
ya frotadas
no te dan
como que te cuesta hacerte la cabeza
a tanta maravilla
Gerardo Ciancio
son cuatro las mandolinas
ni una más
ni falta alguna
arrastran tres
cuatro siglos
en esa mar mayor
barroca
rasgada
surtida en sus diapasones
desde el bordecito de la laguna
te miro vadear su orilla musical
como buscando aquello que las cuerdas
ya frotadas
no te dan
como que te cuesta hacerte la cabeza
a tanta maravilla
Gerardo Ciancio
jueves, 17 de febrero de 2011
AKAYA
.
Caen los harapos
la sueltan de golpe
sin látigos de tela
se asoman las piernas
húmedas agujas en el río.
El vendedor de antorchas
circula en espiral
suda de miedo al verla
boca de pez, tinta en los dientes,
Akaya lo llama se ofrece
para no morir de furia
al ver a su mujer
debajo del animal,
perversa cópula no alcanza.
Vendrá otra hija
ya son cuatro,
nadie se anima a mirarlas
fríos colmillos, ojos de lava.
Será igual que las otras
cara de jabalí
y cuerpo de mujer.
Alicia Preza
Caen los harapos
la sueltan de golpe
sin látigos de tela
se asoman las piernas
húmedas agujas en el río.
El vendedor de antorchas
circula en espiral
suda de miedo al verla
boca de pez, tinta en los dientes,
Akaya lo llama se ofrece
para no morir de furia
al ver a su mujer
debajo del animal,
perversa cópula no alcanza.
Vendrá otra hija
ya son cuatro,
nadie se anima a mirarlas
fríos colmillos, ojos de lava.
Será igual que las otras
cara de jabalí
y cuerpo de mujer.
Alicia Preza
miércoles, 16 de febrero de 2011
PENDIENTE VERTICAL
.
filosa; camino recurrente
insoslayable recorrido.
Ascender lento, pesado.
Manos llagas alternan
los cuchillos del agarre. Garfios
dedos. Pies repiten el lugar
en tajos, mezclando sangre,
incansables. Así cada minuto,
cada hora del casi aliento
sin aliento. Desaliento.
Yemas presienten la hendidura,
promesa de un efímero
reposo, inmóvil alerta,alegr ...ía,
desmayo. Pequeña inclinación
mueve al vacío.
¿Quedó tan
lejos el punto de partida?
¿Será inasible la cumbre
prometida?
Nadie sube. Ya no es lugar
del águila altiva. Otra ave
rapaz sobrevuela a estas
alturas. Recurrente la aventura
recorrida años, de escalar, en cuerpo
herido. Estela de sangre,
humores esenciales
reptando en la ascención.
¿Habrá cumbre?
¿Y si no hay nada más allá
que la subida?
Otra vez, otra vez
instinto animal ruge,
arenga famélico un
trágico hacia arriba.
Angelita Bonnet
filosa; camino recurrente
insoslayable recorrido.
Ascender lento, pesado.
Manos llagas alternan
los cuchillos del agarre. Garfios
dedos. Pies repiten el lugar
en tajos, mezclando sangre,
incansables. Así cada minuto,
cada hora del casi aliento
sin aliento. Desaliento.
Yemas presienten la hendidura,
promesa de un efímero
reposo, inmóvil alerta,alegr ...ía,
desmayo. Pequeña inclinación
mueve al vacío.
¿Quedó tan
lejos el punto de partida?
¿Será inasible la cumbre
prometida?
Nadie sube. Ya no es lugar
del águila altiva. Otra ave
rapaz sobrevuela a estas
alturas. Recurrente la aventura
recorrida años, de escalar, en cuerpo
herido. Estela de sangre,
humores esenciales
reptando en la ascención.
¿Habrá cumbre?
¿Y si no hay nada más allá
que la subida?
Otra vez, otra vez
instinto animal ruge,
arenga famélico un
trágico hacia arriba.
Angelita Bonnet
martes, 15 de febrero de 2011
*
.
paciência
que se foi
lépida
como nunca
...veio
perdeu-se
num caminho
sem volta
onde não me
vejo
não mais
discuto
não mais
debato
pairo no ar
como bolha
suspensa
no ato
de digredir
sem rodeios
impaciência
que ficou
dorme
em mim
com a chave
da vontade
de uma palavra
que parou
no meio
Cristina Desouza
paciência
que se foi
lépida
como nunca
...veio
perdeu-se
num caminho
sem volta
onde não me
vejo
não mais
discuto
não mais
debato
pairo no ar
como bolha
suspensa
no ato
de digredir
sem rodeios
impaciência
que ficou
dorme
em mim
com a chave
da vontade
de uma palavra
que parou
no meio
Cristina Desouza
*
del anterior poema quedó el asunto de las sangres; no es recomendable atar poemas, pero tampoco es bueno dejar cosas en medio del camino
porque nos dieron la espalda, porque el viento acarició las soledades, porque la lluvia no terminó de lavar la piel, porque no recuerdo la caricia, porque no recuerdo el corazón que galopaba, porque sí recuerdo las mentiras, porque el miedo pisó el cielo de los dos
y si había que ir al cementerio, íbamos los dos; si había que andar por el balasto o recorrer la cañada, lo hacíamos solitos; era una cuestión de sangres: en la histora, vinchas blancas de Manuel Oribe contra vinchas coloradas de Don Frutos, y los caballos del patrón, y las venas partiendo los cuerpos de los peones, y la impureza de las gurisas por primera vez; un grito se sentía en todo el rancherío, quejido también
era un asunto de sangres negras: como el camalote del arroyo, como el luto de las lloronas, como el pasto carbonizado por el sol; los gargueros quemados de caña brasilera, el olor a naco fumado, el cuero abrazado por la carne de capón; el viento era el que traía la ignorancia; tú reverdecías por los ojos, tú me empujabas a sonreir, yo era tu sonrisa morochita
Elbio Chitaro
porque nos dieron la espalda, porque el viento acarició las soledades, porque la lluvia no terminó de lavar la piel, porque no recuerdo la caricia, porque no recuerdo el corazón que galopaba, porque sí recuerdo las mentiras, porque el miedo pisó el cielo de los dos
y si había que ir al cementerio, íbamos los dos; si había que andar por el balasto o recorrer la cañada, lo hacíamos solitos; era una cuestión de sangres: en la histora, vinchas blancas de Manuel Oribe contra vinchas coloradas de Don Frutos, y los caballos del patrón, y las venas partiendo los cuerpos de los peones, y la impureza de las gurisas por primera vez; un grito se sentía en todo el rancherío, quejido también
era un asunto de sangres negras: como el camalote del arroyo, como el luto de las lloronas, como el pasto carbonizado por el sol; los gargueros quemados de caña brasilera, el olor a naco fumado, el cuero abrazado por la carne de capón; el viento era el que traía la ignorancia; tú reverdecías por los ojos, tú me empujabas a sonreir, yo era tu sonrisa morochita
Elbio Chitaro
ME HE QUEDADO SIN PULSO
por Ángel González
Me he quedado sin pulso y sin aliento
separado de ti. Cuando respiro,
el aire se me vuelve en un suspiro
y en polvo el corazón de desaliento.
No es que sienta tu ausencia el sentimiento.
Es que la siente el cuerpo. No te miro.
No te puedo tocar por más que estiro
los brazos como un ciego contra el viento.
Todo estaba detrás de tu figura.
Ausente tú, detrás todo de nada,
borroso yermo en el que desespero.
Ya no tiene paisaje mi amargura.
Prendida de tu ausencia mi mirada,
contra todo me doy, ciego me hiero.
Fabián Severo
Me he quedado sin pulso y sin aliento
separado de ti. Cuando respiro,
el aire se me vuelve en un suspiro
y en polvo el corazón de desaliento.
No es que sienta tu ausencia el sentimiento.
Es que la siente el cuerpo. No te miro.
No te puedo tocar por más que estiro
los brazos como un ciego contra el viento.
Todo estaba detrás de tu figura.
Ausente tú, detrás todo de nada,
borroso yermo en el que desespero.
Ya no tiene paisaje mi amargura.
Prendida de tu ausencia mi mirada,
contra todo me doy, ciego me hiero.
Fabián Severo
Selva negra
.
Ahora todo es oscuridad. Las páginas no son blancas sino negras.
¿Quién me podrá encontrar aquí, si cada mancha de tinta se camufla dentro de esta oscuridad?
¿Quién me podrá encontrar un día aquí, si hago silencio, si me quedo quietita, si me acurruco, ocupo poco espacio y hasta desaparezco?
Sofía Rosa Rivero
Ahora todo es oscuridad. Las páginas no son blancas sino negras.
¿Quién me podrá encontrar aquí, si cada mancha de tinta se camufla dentro de esta oscuridad?
¿Quién me podrá encontrar un día aquí, si hago silencio, si me quedo quietita, si me acurruco, ocupo poco espacio y hasta desaparezco?
Sofía Rosa Rivero
lunes, 14 de febrero de 2011
*
" Ya en desnudez total / extraña ausencia
de procesos y fórmulas y métodos /flor a flor/ ser a ser/aún con ciencia
y un caer en silencio y sin objeto". Idea Vilariño
en el espejo / una mujer desnuda / me está mirando
extiendo mi mano
intento tocarla
siento el frío
del vidrio
que nos
separa
en el espejo / una mujer desnuda / me está mirando
aproximo la boca
paso la lengua
siento el frío
del vidrio
que nos
separa
en el espejo / una mujer desnuda / me está mirando
apoyo mi nariz
intento olerla
siento el frío
del vidrio
que nos
separa
en el espejo/ una mujer desnuda/ me está mirando
¿qué nos separa?
en el espejo / una mujer desnuda
siento el frío
del vidrio
/en el espejo/
intento olerla
paso la lengua
intento tocarla
en el espejo / una mujer desnuda
apoyo mi nariz
aproximo la boca
extiendo mi mano
en el espejo/ una mujer desnuda/ me está mirando
Andrea Estevan
de procesos y fórmulas y métodos /flor a flor/ ser a ser/aún con ciencia
y un caer en silencio y sin objeto". Idea Vilariño
en el espejo / una mujer desnuda / me está mirando
extiendo mi mano
intento tocarla
siento el frío
del vidrio
que nos
separa
en el espejo / una mujer desnuda / me está mirando
aproximo la boca
paso la lengua
siento el frío
del vidrio
que nos
separa
en el espejo / una mujer desnuda / me está mirando
apoyo mi nariz
intento olerla
siento el frío
del vidrio
que nos
separa
en el espejo/ una mujer desnuda/ me está mirando
¿qué nos separa?
en el espejo / una mujer desnuda
siento el frío
del vidrio
/en el espejo/
intento olerla
paso la lengua
intento tocarla
en el espejo / una mujer desnuda
apoyo mi nariz
aproximo la boca
extiendo mi mano
en el espejo/ una mujer desnuda/ me está mirando
Andrea Estevan
domingo, 13 de febrero de 2011
ANIMALES INCIERTOS
.
Eres tú que desde el patio del silencio vienes en un caballo de viento.
Quién tiene por oficio el derrumbe debe exponer el alma
ser aguda metáfora de puertas enteramente abiertas.
Confusa por el rostro que te pido, cambio de agua
duermo entre maleficios contrariada
despierto entre dientes heridos
confundo saxofones con la furia quimérica
rodeada de aridez erosionada de cielo.
Me doy prisa, primero serán las diez de la mañana
el pan, la mueca tórrida el destiempo
después el horror del mediodía con un peluche tieso desmembrado
Seré madera carbonizada
en un mundo testigo indiferente ante el goteo macrocósmico del miedo
El vendrá en cuidadosas raciones de esperanza
confundido entre gritos y oraciones
no sabré dónde ir con mi equipaje de tristeza meritoria
sin la luz del sol mi cuerpo arderá sin remedio
Es igual, es lo mismo que ayer, nunca distinto
el lunar, la palabra, el grito, los tendones, el pastizal, las hormigas
el poder de las flores, la manera en que miro
torrentes de naúfragos, a la deriva urgiendo
la ciénaga increpando sus poros mas oscuros
y la hora vacía en qué tu voz me llega desde el temblor
poblado por animales inciertos.
Dentro de mí no te encuentro.
Poca importancia tendría si estuvieras habitado por senderos
pero quieres que te alumbre con una lámpara sumergida
en la cuerda del aire deshojada de misterios.
En el mundo sólo soy una cortina que nace algunas veces desde el cuerpo
con una historia de pozos recreados
una especie de abismo soñoliento.
Laura Inés Martínez Coronel
Eres tú que desde el patio del silencio vienes en un caballo de viento.
Quién tiene por oficio el derrumbe debe exponer el alma
ser aguda metáfora de puertas enteramente abiertas.
Confusa por el rostro que te pido, cambio de agua
duermo entre maleficios contrariada
despierto entre dientes heridos
confundo saxofones con la furia quimérica
rodeada de aridez erosionada de cielo.
Me doy prisa, primero serán las diez de la mañana
el pan, la mueca tórrida el destiempo
después el horror del mediodía con un peluche tieso desmembrado
Seré madera carbonizada
en un mundo testigo indiferente ante el goteo macrocósmico del miedo
El vendrá en cuidadosas raciones de esperanza
confundido entre gritos y oraciones
no sabré dónde ir con mi equipaje de tristeza meritoria
sin la luz del sol mi cuerpo arderá sin remedio
Es igual, es lo mismo que ayer, nunca distinto
el lunar, la palabra, el grito, los tendones, el pastizal, las hormigas
el poder de las flores, la manera en que miro
torrentes de naúfragos, a la deriva urgiendo
la ciénaga increpando sus poros mas oscuros
y la hora vacía en qué tu voz me llega desde el temblor
poblado por animales inciertos.
Dentro de mí no te encuentro.
Poca importancia tendría si estuvieras habitado por senderos
pero quieres que te alumbre con una lámpara sumergida
en la cuerda del aire deshojada de misterios.
En el mundo sólo soy una cortina que nace algunas veces desde el cuerpo
con una historia de pozos recreados
una especie de abismo soñoliento.
Laura Inés Martínez Coronel
sábado, 12 de febrero de 2011
¿sabe la madre?
.
¿sabe la madre? ¿Sabe que no grita
no nació? tajo que no abre la puerta nadie va a escuchar ¿nadie?
¿nadie tiene oídos cuando éramos piedra/gota/ olvido?
Nadie tiene manos para un muerto
Ladra Alicia que son perros las sombras que no vuelven
Golpe en la boca seca que tus manos guardan la palabra/ los pedazos de otra muerte entre el poema blanco
madre la memoria no es para llorar a nadie
¿nadie?
¿nadie tiene manos para esto?
Dónde está el que no gritó/ nadie cifra la vida en un poema
Nadie rompe el papel que no escribió
Tener que caminar con córnea ciega para aplastar
los gestos de los que nacen solos/ nadie debajo de la mesa/ nadie tiene
¿Sabe madre lo que no será/ ni de rodillas?
Nadie tiene fuerza para tragarse el cuerpo
Paula Simonetti de Souza
¿sabe la madre? ¿Sabe que no grita
no nació? tajo que no abre la puerta nadie va a escuchar ¿nadie?
¿nadie tiene oídos cuando éramos piedra/gota/ olvido?
Nadie tiene manos para un muerto
Ladra Alicia que son perros las sombras que no vuelven
Golpe en la boca seca que tus manos guardan la palabra/ los pedazos de otra muerte entre el poema blanco
madre la memoria no es para llorar a nadie
¿nadie?
¿nadie tiene manos para esto?
Dónde está el que no gritó/ nadie cifra la vida en un poema
Nadie rompe el papel que no escribió
Tener que caminar con córnea ciega para aplastar
los gestos de los que nacen solos/ nadie debajo de la mesa/ nadie tiene
¿Sabe madre lo que no será/ ni de rodillas?
Nadie tiene fuerza para tragarse el cuerpo
Paula Simonetti de Souza
CARNESTOLENDAS
Del lat. caro, carnis, carne y tollendas, de tollere, quitar, retirar.
DRAE Vigésima primera edición
Va llegando el aguacero y emite
de lonjas, el sonido, contra el suelo.
Clamores retumbantes van al cielo.
Sonora sobriedad su son repite.
Destello luminoso se derrite
al calor de los cuerpos en desvelo;
danzan abiertos, gozándose en celo,
miser ...ere de seres en desquite.
Luchan cuerpos. El deseo cae,
amaina la tormenta y los amores
reposan, sudan, El sosiego trae
presencia humedecida de albores;
despierta, nueva, la atracción recae
anudada en la cuerda se tambores.
Angelita Bonnet
DRAE Vigésima primera edición
Va llegando el aguacero y emite
de lonjas, el sonido, contra el suelo.
Clamores retumbantes van al cielo.
Sonora sobriedad su son repite.
Destello luminoso se derrite
al calor de los cuerpos en desvelo;
danzan abiertos, gozándose en celo,
miser ...ere de seres en desquite.
Luchan cuerpos. El deseo cae,
amaina la tormenta y los amores
reposan, sudan, El sosiego trae
presencia humedecida de albores;
despierta, nueva, la atracción recae
anudada en la cuerda se tambores.
Angelita Bonnet
viernes, 11 de febrero de 2011
CABELLOS
Para Agustina Jorge
Se arrancan cabello por cabello con torrada
locura las ideas. Nada fino se piensa. Nada
de lo que se piense grasoso, con ángulos,
cartones, juguetes podridos de niños
encima de los techos de chapa,
sucede realmente.
Asoman con minúsculo trajín, un pelo, luego otro,
hervideros de alondras de alquitrán,
como una ronda bestial y porfiada de hilos saltones.
Cada día por pelo en tu cabeza, cada
cuerpo lanar pelando su cordero. Cada histérico
se acusa de locura en un cuarto de ideas
tan oblicuo que nunca debería cruzarse ni una línea.
Uno apronta sus bordes con ternura,
yema en el graso, pestaña, vellón. De nada sirve.
Los pelos de los pueblos se arrancan, los pelambres
de mirantes caen desde los ventanales,
todos juntos, sin saberlo,
se rascan las cabezas.
Se atrofian manotazos los pelos, cada cual
despide a su vástago lloroso
con ondulada y sabia pastosidad.
Se arrancan cabello por cabello con torrada
locura las ideas. Nada fino se piensa.
Y en las largas cabelleras las ideas
toman la rutina del desequilibrio.
Se arañan se lavan entre todos, se sacuden
queriendo, los pelos, sostenerse de sus cráneos apagados,
con locura torrada, las ideas arrancan cabello por cabello.
Se tiran al piso se aceleran, se deshacen en guerras
las ideas, cada una en su pelo que relincha,
cada una con crin salvaje en mano, cada cual
con su espuela agotadora
toma un pelo que explota como un cerebro
sobre su vecino.
Hay acuerdos morales, pero nunca
los pelos se saben de memoria
los límites antes conversados,
y a la primer emboscada canina de una idea
vuelven todo a alborotarse los cabellos.
Cada hebra arrancada por su idea
con su cuerpo encarnado, vuela un poco
y luego es perforada en la cerda de su labia
por un gancho. Caen rabiosos
raspando sus molares
con enojo, con odio, los morosos pelos.
Se arrancan cabello por cabello con torrada
locura las ideas. Los viejos pelos
se asustan en bandadas
y se agitan con temblor, algunos parten sus pezuñas en la huída,
tanteando madrigueras, cunetas capilares de cueros.
No hay, solo un laxo poblado valle blanco
y una ramificación ciclópea de vasos sanguíneos.
Se amputan con terror de locura acartonada
pelo por pelo, llorando, las ideas.
José Jorge
Se arrancan cabello por cabello con torrada
locura las ideas. Nada fino se piensa. Nada
de lo que se piense grasoso, con ángulos,
cartones, juguetes podridos de niños
encima de los techos de chapa,
sucede realmente.
Asoman con minúsculo trajín, un pelo, luego otro,
hervideros de alondras de alquitrán,
como una ronda bestial y porfiada de hilos saltones.
Cada día por pelo en tu cabeza, cada
cuerpo lanar pelando su cordero. Cada histérico
se acusa de locura en un cuarto de ideas
tan oblicuo que nunca debería cruzarse ni una línea.
Uno apronta sus bordes con ternura,
yema en el graso, pestaña, vellón. De nada sirve.
Los pelos de los pueblos se arrancan, los pelambres
de mirantes caen desde los ventanales,
todos juntos, sin saberlo,
se rascan las cabezas.
Se atrofian manotazos los pelos, cada cual
despide a su vástago lloroso
con ondulada y sabia pastosidad.
Se arrancan cabello por cabello con torrada
locura las ideas. Nada fino se piensa.
Y en las largas cabelleras las ideas
toman la rutina del desequilibrio.
Se arañan se lavan entre todos, se sacuden
queriendo, los pelos, sostenerse de sus cráneos apagados,
con locura torrada, las ideas arrancan cabello por cabello.
Se tiran al piso se aceleran, se deshacen en guerras
las ideas, cada una en su pelo que relincha,
cada una con crin salvaje en mano, cada cual
con su espuela agotadora
toma un pelo que explota como un cerebro
sobre su vecino.
Hay acuerdos morales, pero nunca
los pelos se saben de memoria
los límites antes conversados,
y a la primer emboscada canina de una idea
vuelven todo a alborotarse los cabellos.
Cada hebra arrancada por su idea
con su cuerpo encarnado, vuela un poco
y luego es perforada en la cerda de su labia
por un gancho. Caen rabiosos
raspando sus molares
con enojo, con odio, los morosos pelos.
Se arrancan cabello por cabello con torrada
locura las ideas. Los viejos pelos
se asustan en bandadas
y se agitan con temblor, algunos parten sus pezuñas en la huída,
tanteando madrigueras, cunetas capilares de cueros.
No hay, solo un laxo poblado valle blanco
y una ramificación ciclópea de vasos sanguíneos.
Se amputan con terror de locura acartonada
pelo por pelo, llorando, las ideas.
José Jorge
de "Cieno"
.
“saca tu cuerpo viejo, viejo mío,
saca tu cuerpo de la muerte”
Jaime Sabines
Si ese aroma a pinares llegare de esta infancia si anduviese el recuerdo más cauto de puntillas como si la memoria no caducara como si la huesa silencio sin entrañas como si tendría cenizas y sentidos / salvada así la contradicción
de hallar a mi padre sin su enjute ...z enferma sin su osario un padre mío atesorado en el tiempo común de nosotros / Rota ya la flagrante infancia y rotos ya sus albores / padre padre en la redundancia mejor de su regreso
Parece ser que sólo el verso regresa versura sólo a él la inmovilidad de lo hecho / una vana constatación / si los pinos y toda su fragancia / claro que sí:
allá mi padre padreando en su arboladura pinar
A este lado del muro el jueguito escandido del poema.
Gerardo Ciancio
“saca tu cuerpo viejo, viejo mío,
saca tu cuerpo de la muerte”
Jaime Sabines
Si ese aroma a pinares llegare de esta infancia si anduviese el recuerdo más cauto de puntillas como si la memoria no caducara como si la huesa silencio sin entrañas como si tendría cenizas y sentidos / salvada así la contradicción
de hallar a mi padre sin su enjute ...z enferma sin su osario un padre mío atesorado en el tiempo común de nosotros / Rota ya la flagrante infancia y rotos ya sus albores / padre padre en la redundancia mejor de su regreso
Parece ser que sólo el verso regresa versura sólo a él la inmovilidad de lo hecho / una vana constatación / si los pinos y toda su fragancia / claro que sí:
allá mi padre padreando en su arboladura pinar
A este lado del muro el jueguito escandido del poema.
Gerardo Ciancio
TRES TARDES
I)
La tarde llega y se pone
Sobre tierras inundadas
Todo madura
Presagio
-tan inocente
II)
La barca se pone
hacia el horizonte
Como el sol
Somos todo
Un
Atardecer
III)
No somos fuertes
Cuando el crepúsculo cae/
Siempre nos hiere
Constanza Liebe
La tarde llega y se pone
Sobre tierras inundadas
Todo madura
Presagio
-tan inocente
II)
La barca se pone
hacia el horizonte
Como el sol
Somos todo
Un
Atardecer
III)
No somos fuertes
Cuando el crepúsculo cae/
Siempre nos hiere
Constanza Liebe
*
¿qué, quién nos salpica purpúreo polvo? sin censura, sin criterio comercial, todo así;
¿dónde ¡uy!, punto en mal? mal yo;
¿por qué, cuán ningún lugar, írrito peldaño? peldaño dice arriba, arriba, para decir abajo debe decir escalón de madera, así se ve lo oscuro desde la oscuridad,
¿arriba, arriba, hacia dónde viene luz?;
¿pasa la inocencia, no pasa el aprendiz? ¿pasa el saltamontes, pasa el tatadiós, no pasan los ciempiés sin pies?;
¿letras buey contra muro delicado?,
¿se estira el músculo para no ver, no viendo?,
desierto, ¿no hay mención de honor, pundonor o prez?
¿cuándo, cómo ser currículum?
¿sólo anquilosan la experiencia, cómo no, con experiencia debidamente comprobada?
extraño a Amanda, por su casa de mangaripé, extraño los catálogos;
nunca le llevé flores
Elbio Chitaro
¿dónde ¡uy!, punto en mal? mal yo;
¿por qué, cuán ningún lugar, írrito peldaño? peldaño dice arriba, arriba, para decir abajo debe decir escalón de madera, así se ve lo oscuro desde la oscuridad,
¿arriba, arriba, hacia dónde viene luz?;
¿pasa la inocencia, no pasa el aprendiz? ¿pasa el saltamontes, pasa el tatadiós, no pasan los ciempiés sin pies?;
¿letras buey contra muro delicado?,
¿se estira el músculo para no ver, no viendo?,
desierto, ¿no hay mención de honor, pundonor o prez?
¿cuándo, cómo ser currículum?
¿sólo anquilosan la experiencia, cómo no, con experiencia debidamente comprobada?
extraño a Amanda, por su casa de mangaripé, extraño los catálogos;
nunca le llevé flores
Elbio Chitaro
La irreversile verdad
.
La irreversible verdad de la oficina
De su geometría
De sus cables y sus papeles
De sus sillas que giran si uno está arriba
De sus monitores y escritorios
De sus portapapeles, porta clips, porta lápices, porta sueños
Es que todo es real.
El transcurso de la sangre y el tiempo,
Las pedradas diarias al reloj.
Crecen las uñas y se cae el pelo,
Uno aprende a afilarse los colmillos
Todo se vuelve blanco, negro y constante.
Porque la irreversible verdad de la oficina
Es que mañana será una fotocopia de lo que fue hoy.
Pedro Sgaravatti
La irreversible verdad de la oficina
De su geometría
De sus cables y sus papeles
De sus sillas que giran si uno está arriba
De sus monitores y escritorios
De sus portapapeles, porta clips, porta lápices, porta sueños
Es que todo es real.
El transcurso de la sangre y el tiempo,
Las pedradas diarias al reloj.
Crecen las uñas y se cae el pelo,
Uno aprende a afilarse los colmillos
Todo se vuelve blanco, negro y constante.
Porque la irreversible verdad de la oficina
Es que mañana será una fotocopia de lo que fue hoy.
Pedro Sgaravatti
Reloj de arena
.
Cuanto más infinita es la soledad por la noche...
Cuanto más que el largo día...
Cuanto más que el perfume de las flores,
Que los relojes de arena...
Cuanto he desperdiciado en tan poco...
Cuantas mañanas a tu lado,
Cuantas caricias...
Nadie me ha negado tantas cosas como las que me he negado a mí mismo.
Quién ha sido el egoísta,
Le pregunta mi cara al que cristaliza como lágrimas las griteas, Espejo?
Cansado ya de la misma pregunta,
Mucho más que cansado de la misma respuesta
Ivan Cóccaro Costabile
Cuanto más infinita es la soledad por la noche...
Cuanto más que el largo día...
Cuanto más que el perfume de las flores,
Que los relojes de arena...
Cuanto he desperdiciado en tan poco...
Cuantas mañanas a tu lado,
Cuantas caricias...
Nadie me ha negado tantas cosas como las que me he negado a mí mismo.
Quién ha sido el egoísta,
Le pregunta mi cara al que cristaliza como lágrimas las griteas, Espejo?
Cansado ya de la misma pregunta,
Mucho más que cansado de la misma respuesta
Ivan Cóccaro Costabile
*
.
El momento llega, esta aquí, alumbra los senderos dispuestos a ser transitados por el dulce paso de los años, generara los mas exquisitos frutos, de hermosos colores y las mas entrañables fragancias. Los caminos están donde encuentres la magia y alegría al verlos……
Alberto Trejo Pietri
El momento llega, esta aquí, alumbra los senderos dispuestos a ser transitados por el dulce paso de los años, generara los mas exquisitos frutos, de hermosos colores y las mas entrañables fragancias. Los caminos están donde encuentres la magia y alegría al verlos……
Alberto Trejo Pietri
jueves, 10 de febrero de 2011
el ocaso del ángel
El poeta que se citó a sí mismo bajó los brazos. Quedó mirando el epígrafe y en el centro de la hoja vacía abandonó reiterativamente un trazo infantil. Una, dos, tres veces las imágenes poéticas rebotaban en su cabeza inauditas, sin finalidad, encabezadas bajo la luz del fracaso, su propia sombra.
El poeta que se citó a sí mismo puso dos hielos en un vaso y luego whisky y luego acarició, frustrado, el lomo del gato que ca-minaba por encima de la mesa. Pensó “debo abandonarlo todo”, “no encuentro la palabra exacta que resuma los rincones de la muerte”.
El poeta que se citó a sí mismo tomó un trago y pensó en un plagio; meditó al instante que eso no era lo correcto. Tomó otro trago y pensó en el suicidio. Encendió un cigarrillo y desechó tal posibilidad.
El poeta que se citó a sí mismo miró hacia los ojos del gato, se llenó de rabia e impotencia y escupió algo parecido al odio, por la ventana.
El poeta que se citó a sí mismo estalló en lágrimas, tachó el epígrafe de su autoría, dio vuelta la página y continuó, lentamente, condenándose al olvido.
Eduardo Curbelo
El poeta que se citó a sí mismo puso dos hielos en un vaso y luego whisky y luego acarició, frustrado, el lomo del gato que ca-minaba por encima de la mesa. Pensó “debo abandonarlo todo”, “no encuentro la palabra exacta que resuma los rincones de la muerte”.
El poeta que se citó a sí mismo tomó un trago y pensó en un plagio; meditó al instante que eso no era lo correcto. Tomó otro trago y pensó en el suicidio. Encendió un cigarrillo y desechó tal posibilidad.
El poeta que se citó a sí mismo miró hacia los ojos del gato, se llenó de rabia e impotencia y escupió algo parecido al odio, por la ventana.
El poeta que se citó a sí mismo estalló en lágrimas, tachó el epígrafe de su autoría, dio vuelta la página y continuó, lentamente, condenándose al olvido.
Eduardo Curbelo
*
.
Sí,
por ti
seguirías al dorso
pero esta página también es mía.
Y para mí no hay vuelta de hoja,
no ha vuelta
no hay
no.
Rosario Atahides
Sí,
por ti
seguirías al dorso
pero esta página también es mía.
Y para mí no hay vuelta de hoja,
no ha vuelta
no hay
no.
Rosario Atahides
Eva y El
.
No fue el savignon blanc /ni el chardonnay/ ni las tres horas de cháchara
No fue la lluvia /ni la luna lánguida en el cielo/ ni la madrugada
Fue el azar tan determinista/ fue el caos tan sistemático
Sus dedos enredándole el pelo sentados en un banco
Eva cerró los ojos y se dejó llevar por las caricias
La despertaron las primeras gotas/ corrieron
al único árbol que encontraron cerca y
fueron certeza arrugada piel saliva
lenguas receladas/ la Ciencia
y la Filosofía/ cortezas
que en la Noche
supieron ellos
encontrar.
Andrea Estevan
No fue el savignon blanc /ni el chardonnay/ ni las tres horas de cháchara
No fue la lluvia /ni la luna lánguida en el cielo/ ni la madrugada
Fue el azar tan determinista/ fue el caos tan sistemático
Sus dedos enredándole el pelo sentados en un banco
Eva cerró los ojos y se dejó llevar por las caricias
La despertaron las primeras gotas/ corrieron
al único árbol que encontraron cerca y
fueron certeza arrugada piel saliva
lenguas receladas/ la Ciencia
y la Filosofía/ cortezas
que en la Noche
supieron ellos
encontrar.
Andrea Estevan
Lluvia interior
"Devuélveme el poema que empieza en tu pecho"
[Eduardo Curbelo; Poema 16]
Primero el calor, húmedo, intenso. El silencio y la quietud. Algo se aproxima.
Luego el viento que se siente de lejos. Que anuncia. Me revuelvo en las sábanas. Me aferro a la almohada.
Ahora las primeras gotas. Suavecitas. Acarician el tiempo. Ahora sí, el estremecimiento.
Más viento. Estiro la mano y no estás. Caen ramas, gritos, gotas sobre mi cabeza. No estás. Temporal, anunciaron, y yo sola.
Suena el primer trueno. Olor a tierra húmeda, a tierra penetrada por la lluvia.
Me destapo. Estoy desnuda. Decido mojar los recuerdos, empaparlos. Humedecer la cama sin vos.
Ahora vuelan sillas. La mesa de afuera para tomar el té. No tengo invitados, pienso. Empiezo a hundirme en mi desnudez, en el calor de tus caricias pasadas. Otro trueno.
Al fin se abre el cielo.
Sofía Rosa Rivero
[Eduardo Curbelo; Poema 16]
Primero el calor, húmedo, intenso. El silencio y la quietud. Algo se aproxima.
Luego el viento que se siente de lejos. Que anuncia. Me revuelvo en las sábanas. Me aferro a la almohada.
Ahora las primeras gotas. Suavecitas. Acarician el tiempo. Ahora sí, el estremecimiento.
Más viento. Estiro la mano y no estás. Caen ramas, gritos, gotas sobre mi cabeza. No estás. Temporal, anunciaron, y yo sola.
Suena el primer trueno. Olor a tierra húmeda, a tierra penetrada por la lluvia.
Me destapo. Estoy desnuda. Decido mojar los recuerdos, empaparlos. Humedecer la cama sin vos.
Ahora vuelan sillas. La mesa de afuera para tomar el té. No tengo invitados, pienso. Empiezo a hundirme en mi desnudez, en el calor de tus caricias pasadas. Otro trueno.
Al fin se abre el cielo.
Sofía Rosa Rivero
miércoles, 2 de febrero de 2011
*
*
Mi madre sintió orgullo
ignorante de todo, animalmente genuina.
Confiada de abrir un hueco, entregada a una misión que no pudo más que calar profundo, perderse inútilmente, bifurcándose hasta desgarrar el amor.
Fue necesario un siglo
de moñas y cumpleaños
para que todo sea evidente.
Igual que ayer,
nacimos mudos nuevamente hoy,
ausentes de padres y perros amables.
Aquí, ahora, en esta cama, recién paridos, no vale que me mirares, es mejor dejar a las espaldas que se despidan, en calma, sin pretensiones.
Brotamos reincidentes de un agujero de palabras,
para olernos las caras
y perdernos, muertos de hambre
chicatos de ideas
decepcionados de haber sido, solo esto.
No vamos a salvarnos, nada de maravillas, no somos.
Que pena para nosotros.
Vergüenza de todos aquellos que debemos mirarnos así;
bicho poco extraordinario de la especie, casi lagarto, gusano, casi mariposa, pájaro.
Lucía Tabarez
Mi madre sintió orgullo
ignorante de todo, animalmente genuina.
Confiada de abrir un hueco, entregada a una misión que no pudo más que calar profundo, perderse inútilmente, bifurcándose hasta desgarrar el amor.
Fue necesario un siglo
de moñas y cumpleaños
para que todo sea evidente.
Igual que ayer,
nacimos mudos nuevamente hoy,
ausentes de padres y perros amables.
Aquí, ahora, en esta cama, recién paridos, no vale que me mirares, es mejor dejar a las espaldas que se despidan, en calma, sin pretensiones.
Brotamos reincidentes de un agujero de palabras,
para olernos las caras
y perdernos, muertos de hambre
chicatos de ideas
decepcionados de haber sido, solo esto.
No vamos a salvarnos, nada de maravillas, no somos.
Que pena para nosotros.
Vergüenza de todos aquellos que debemos mirarnos así;
bicho poco extraordinario de la especie, casi lagarto, gusano, casi mariposa, pájaro.
Lucía Tabarez
lunes, 31 de enero de 2011
el mar / acúfeno de los desaparecidos
.
horror sobre la playa los tres muertos del agua
es uno el que se hamaca entre las olas sin rostro
el otro lava el nombre y se disuelve en la arena
el último ha quedado en caracoles impreso
y suelta su silencio como un pez sin destino
en unos cuantos años llamarán a la puerta
del rudo que en alambres maniató tres caminos
y el mar tendrá tres rostros y tres nombres tres voces
horror sobre la costa se han quedado en la playa
dibujan cicatrices que son surcos y el viento
que toca sus cabezas ya se envuelve en silencio
la espuma no los tapa y se acercan gaviotas
que suenan como parcas bajo el sol de un agosto
en unos cuantos años llamarán a la puerta
del rudo que en alambres maniató tres caminos
y el mar tendrá tres rostros y tres nombres tres voces
Andrés Echevarría
horror sobre la playa los tres muertos del agua
es uno el que se hamaca entre las olas sin rostro
el otro lava el nombre y se disuelve en la arena
el último ha quedado en caracoles impreso
y suelta su silencio como un pez sin destino
en unos cuantos años llamarán a la puerta
del rudo que en alambres maniató tres caminos
y el mar tendrá tres rostros y tres nombres tres voces
horror sobre la costa se han quedado en la playa
dibujan cicatrices que son surcos y el viento
que toca sus cabezas ya se envuelve en silencio
la espuma no los tapa y se acercan gaviotas
que suenan como parcas bajo el sol de un agosto
en unos cuantos años llamarán a la puerta
del rudo que en alambres maniató tres caminos
y el mar tendrá tres rostros y tres nombres tres voces
Andrés Echevarría
EL VIENTO FLUYE
.
Fluye el viento frio dentro
De mi casa, y es invierno.
El aire me pregunta por ti
Todas las mañanas.
Yo no sé como decirle
Que te has ido, que tú nunca volverás.
El aire esta preocupado
Por ti todos los dias, anda nervioso.
Yo le digo que pronto volverás
Aunque sé que es mentira.
Y cuando el aire se da cuenta
Que es mentira se enoja
Y se vuelve viento.
Y me paso el invierno así,
Muerto de frío,
Con el aire fluyendo
Por toda mi casa.
Marcel Audicio
Fluye el viento frio dentro
De mi casa, y es invierno.
El aire me pregunta por ti
Todas las mañanas.
Yo no sé como decirle
Que te has ido, que tú nunca volverás.
El aire esta preocupado
Por ti todos los dias, anda nervioso.
Yo le digo que pronto volverás
Aunque sé que es mentira.
Y cuando el aire se da cuenta
Que es mentira se enoja
Y se vuelve viento.
Y me paso el invierno así,
Muerto de frío,
Con el aire fluyendo
Por toda mi casa.
Marcel Audicio
*
.
Cuerpo sobre
cuerpo/ el viento
entreverando nuestros/ huesos
cegaremos de cenizas no teníamos cara no teníamos cómo amanecer y qué comíamos
eco del eco de un poema inútil
Un misterio feroz nos cerrará
la boca
no sabremos decir basta
Soy/ un patético animal aferrando mis dientes a esta
lapicera
veo cómo sube mi mano para alcanzar la muerte zás
sube pero vamos cayendo cuerpo
sobre
cuerpo
peso sobre peso sobre el peso de un hombre desnudo que nos grita
grita como para partirse en llanto
vuelve para morder de lástima y desde mi tajo sucio nace y vuelve para gritar y grita
Grita desde mi vientre es hueso de perro sin carne es cárcel de voz que no escuchamos
y es
mi
padre/ grita
que nos iremos
Cayendo
cuerpo
a
cuerpo
en un silencio indiferente.
Paula Somonetti de Souza
Cuerpo sobre
cuerpo/ el viento
entreverando nuestros/ huesos
cegaremos de cenizas no teníamos cara no teníamos cómo amanecer y qué comíamos
eco del eco de un poema inútil
Un misterio feroz nos cerrará
la boca
no sabremos decir basta
Soy/ un patético animal aferrando mis dientes a esta
lapicera
veo cómo sube mi mano para alcanzar la muerte zás
sube pero vamos cayendo cuerpo
sobre
cuerpo
peso sobre peso sobre el peso de un hombre desnudo que nos grita
grita como para partirse en llanto
vuelve para morder de lástima y desde mi tajo sucio nace y vuelve para gritar y grita
Grita desde mi vientre es hueso de perro sin carne es cárcel de voz que no escuchamos
y es
mi
padre/ grita
que nos iremos
Cayendo
cuerpo
a
cuerpo
en un silencio indiferente.
Paula Somonetti de Souza
*
.
Miro por la ventana
no veo nada.
La noche no tiene la culpa,
eso sería fácil
una explicación feliz
de las que me gustan
de las que digo cuanto miento.
Pero no me gusta mentir.
Así que digo la verdad: son las doce del medio día
Por la ventana solo se ve negro.
Es un negro africano, pura raza, firme.
Que no aprieta lo que debería,
que no viene a estrujar donde pido que estalle.
Entonces miro por la ventana
no hay nada.
No se ve
ni África,
ni árboles,
ni la calle que debería estar exactamente donde no hay;
nada nuevo.
Lucía Tabarez
Miro por la ventana
no veo nada.
La noche no tiene la culpa,
eso sería fácil
una explicación feliz
de las que me gustan
de las que digo cuanto miento.
Pero no me gusta mentir.
Así que digo la verdad: son las doce del medio día
Por la ventana solo se ve negro.
Es un negro africano, pura raza, firme.
Que no aprieta lo que debería,
que no viene a estrujar donde pido que estalle.
Entonces miro por la ventana
no hay nada.
No se ve
ni África,
ni árboles,
ni la calle que debería estar exactamente donde no hay;
nada nuevo.
Lucía Tabarez
*
*
Los perros de la poesía no lloran
Nunca mueren en la casucha sueñan
Hartos de lamerse la ovejera ojeriza
Carcomen versos amor de la olla
Encharcados en el hueso
Encendidas hembras de magreo
Perras burdas dentelladas
Atragantarse de ladridos / palabras aullando a la luz
(Los perros de la poesía no duermen)
Cachorros / chorros / chinchorros / canes
Domésticos de profuso masticar y acullá
(Tu rezo desmalezo como a una mujer)
Galgueando las orejas con los dientes
Ojeras empellones magullones a destajo
Eduardo Curbelo
Los perros de la poesía no lloran
Nunca mueren en la casucha sueñan
Hartos de lamerse la ovejera ojeriza
Carcomen versos amor de la olla
Encharcados en el hueso
Encendidas hembras de magreo
Perras burdas dentelladas
Atragantarse de ladridos / palabras aullando a la luz
(Los perros de la poesía no duermen)
Cachorros / chorros / chinchorros / canes
Domésticos de profuso masticar y acullá
(Tu rezo desmalezo como a una mujer)
Galgueando las orejas con los dientes
Ojeras empellones magullones a destajo
Eduardo Curbelo
domingo, 30 de enero de 2011
*
.
Me hablan de qué es ser humano
todo el tiempo, en cajas de resonancia
para que no deje de escucharlos en la forma de la música.
Me hablan de qué es ser humano
de qué tenemos que hacer con la vida contada.
Me hablan de lejos, con miedo al contagio
a las olas de perfumes escandalosos
que gritan que acá estás, acá estoy.
Me hablan de lejos, con miedo a la sangre en las orejas.
Me hablan de lejos, con miedo a las cuencas vacías
a los ómnibus cargados de réplicas.
Me hablan de qué es ser humano.
Yo escucho.
Lara Ferreira
Me hablan de qué es ser humano
todo el tiempo, en cajas de resonancia
para que no deje de escucharlos en la forma de la música.
Me hablan de qué es ser humano
de qué tenemos que hacer con la vida contada.
Me hablan de lejos, con miedo al contagio
a las olas de perfumes escandalosos
que gritan que acá estás, acá estoy.
Me hablan de lejos, con miedo a la sangre en las orejas.
Me hablan de lejos, con miedo a las cuencas vacías
a los ómnibus cargados de réplicas.
Me hablan de qué es ser humano.
Yo escucho.
Lara Ferreira
*
necesita la muerte callarla
de Alejandro Dorado, el Domingo, 23 de enero de 2011 a las 20:16
en la ulltima hora vio
con desden y paciencia
un globo azul y una aguja
el agua la cabellera y el apuro
trenes con vagones a oscuras
y gentes con mariposas negras
en las manos dormidas sin ansia
el arbol de su infancia crujio
o hablo un lenguaje para demorar
o distraer la inutilidad del hombre
el imaginario los deseos como canicas
centraron y dispersaron
hicieron del vacio un juego de los ojos
asi lo que no fue llevado por el disimulo
restos relieves rasgos amados y olvidados
en el pecho levantan
un laberinto de cortezas sin salida
con una campana que la muerte
no sabe donde suena
y necesita callarla
Alejandro Dorado
de Alejandro Dorado, el Domingo, 23 de enero de 2011 a las 20:16
en la ulltima hora vio
con desden y paciencia
un globo azul y una aguja
el agua la cabellera y el apuro
trenes con vagones a oscuras
y gentes con mariposas negras
en las manos dormidas sin ansia
el arbol de su infancia crujio
o hablo un lenguaje para demorar
o distraer la inutilidad del hombre
el imaginario los deseos como canicas
centraron y dispersaron
hicieron del vacio un juego de los ojos
asi lo que no fue llevado por el disimulo
restos relieves rasgos amados y olvidados
en el pecho levantan
un laberinto de cortezas sin salida
con una campana que la muerte
no sabe donde suena
y necesita callarla
Alejandro Dorado
sábado, 29 de enero de 2011
de "Cieno"
.
“saca tu cuerpo viejo, viejo mío,
saca tu cuerpo de la muerte”
Jaime Sabines
Si ese aroma a pinares llegare de esta infancia si anduviese el recuerdo más cauto de puntillas como si la memoria no caducara como si la huesa silencio sin entrañas como si tendría cenizas y sentidos / salvada así la contradicción
de hallar a mi padre sin su enjute ...z enferma sin su osario un padre mío atesorado en el tiempo común de nosotros / Rota ya la flagrante infancia y rotos ya sus albores / padre padre en la redundancia mejor de su regreso
Parece ser que sólo el verso regresa versura sólo a él la inmovilidad de lo hecho / una vana constatación / si los pinos y toda su fragancia / claro que sí:
allá mi padre padreando en su arboladura pinar
A este lado del muro el jueguito escandido del poema.
Gerardo Ciancio
“saca tu cuerpo viejo, viejo mío,
saca tu cuerpo de la muerte”
Jaime Sabines
Si ese aroma a pinares llegare de esta infancia si anduviese el recuerdo más cauto de puntillas como si la memoria no caducara como si la huesa silencio sin entrañas como si tendría cenizas y sentidos / salvada así la contradicción
de hallar a mi padre sin su enjute ...z enferma sin su osario un padre mío atesorado en el tiempo común de nosotros / Rota ya la flagrante infancia y rotos ya sus albores / padre padre en la redundancia mejor de su regreso
Parece ser que sólo el verso regresa versura sólo a él la inmovilidad de lo hecho / una vana constatación / si los pinos y toda su fragancia / claro que sí:
allá mi padre padreando en su arboladura pinar
A este lado del muro el jueguito escandido del poema.
Gerardo Ciancio
Oviedad
Escarbando en la hoja
El ojo invade
Territorio en el juego
Del pleonasmo:
/Metáfora que branquia el líquido en la forma/
Enlabia la humedad en poros
que se exploran :
Tallan la epifanía del pretexto :
/Cuando toda palabra
FuÉ también
un neologÍsmo/
-Asì el poEma-
Ismael Smidth
El ojo invade
Territorio en el juego
Del pleonasmo:
/Metáfora que branquia el líquido en la forma/
Enlabia la humedad en poros
que se exploran :
Tallan la epifanía del pretexto :
/Cuando toda palabra
FuÉ también
un neologÍsmo/
-Asì el poEma-
Ismael Smidth
Motivo de palabras
pero este ahora silencio vuelve retorna a ser motivo de una palabra y otra y otras mas y despues de este pequeño intento las manos tiesas
ahi quietecitas otra ves ese largo silencio de la palabra y ni Dios
y ni adioses solo es en movimiento esa hoja cayendo de aquel arbol si ese arbol solito arbol lo ven ahi
Nilson de Souza
ahi quietecitas otra ves ese largo silencio de la palabra y ni Dios
y ni adioses solo es en movimiento esa hoja cayendo de aquel arbol si ese arbol solito arbol lo ven ahi
Nilson de Souza
*
.
en la ulltima hora vio
con desden y paciencia
un globo azul y una aguja
el agua la cabellera y el apuro
trenes con vagones a oscuras
y gentes con mariposas negras
en las manos dormidas sin ansia
el arbol de su infancia crujio
o hablo un lenguaje para demorar
o distraer la inutilidad del hombre
el imaginario los deseos como canicas
centraron y dispersaron
hicieron del vacio un juego de los ojos
asi lo que no fue llevado por el disimulo
restos relieves rasgos amados y olvidados
en el pecho levantan
un laberinto de cortezas sin salida
con una campana que la muerte
no sabe donde suena
y necesita callarla
Alejandro Dorado
en la ulltima hora vio
con desden y paciencia
un globo azul y una aguja
el agua la cabellera y el apuro
trenes con vagones a oscuras
y gentes con mariposas negras
en las manos dormidas sin ansia
el arbol de su infancia crujio
o hablo un lenguaje para demorar
o distraer la inutilidad del hombre
el imaginario los deseos como canicas
centraron y dispersaron
hicieron del vacio un juego de los ojos
asi lo que no fue llevado por el disimulo
restos relieves rasgos amados y olvidados
en el pecho levantan
un laberinto de cortezas sin salida
con una campana que la muerte
no sabe donde suena
y necesita callarla
Alejandro Dorado
Romance de un final
¡Qué paz en la casa vieja!
¡Ay, qué tarde tan bonita
si una estuviera contenta!
Juana de Ibarbourou
Los recuerdos perfumados
una tarde florecida
asaltan la casa vieja
y quieren volverse vida.
La realidad arrebata
sus pretensiones, dañina,
"lo que fue ya fue y no es"
se burla con voz de niña.
Por ello mi boca calla
ya es algo muy repetida
la historia enter tú y yo
no tiene vuelta ni ida.
Los amores moribundos
atardecidos de lilas
abren la puerta y se van
una noche entristecida.
Angelita Bonnet
¡Ay, qué tarde tan bonita
si una estuviera contenta!
Juana de Ibarbourou
Los recuerdos perfumados
una tarde florecida
asaltan la casa vieja
y quieren volverse vida.
La realidad arrebata
sus pretensiones, dañina,
"lo que fue ya fue y no es"
se burla con voz de niña.
Por ello mi boca calla
ya es algo muy repetida
la historia enter tú y yo
no tiene vuelta ni ida.
Los amores moribundos
atardecidos de lilas
abren la puerta y se van
una noche entristecida.
Angelita Bonnet
jueves, 27 de enero de 2011
Egolatría
Molestando
A las muy lindas
Desalmadas
A las que les gusta filosofar
Para pasar el rato
(con un tonto como yo)
Un ególatra…
Alguien que se tiene lástima
(que buena es a falta de amor)
Pero mendigar una caricia
Es humillante e inoportuno
Para las muy lindas
que no tienen mucho para dar
Mas que su odio e indiferencia.
Bernardo Laespiga
A las muy lindas
Desalmadas
A las que les gusta filosofar
Para pasar el rato
(con un tonto como yo)
Un ególatra…
Alguien que se tiene lástima
(que buena es a falta de amor)
Pero mendigar una caricia
Es humillante e inoportuno
Para las muy lindas
que no tienen mucho para dar
Mas que su odio e indiferencia.
Bernardo Laespiga
Me raspan los molares, me alisan en su estero,
me anudan con polillas que frenan como sienes.
Y me encajan sus lumbres y cuernos de viajeros
los rieles y los trenes.
Me alaban mercancías de mudos caseríos,
me cultiva moroso todo aquél con que asiento,
atorado de gerundios y me miento
y recito en el vacío.
Desanillan los dedos las manos que me arrimo
y los riegos enfermizos de panteones que abrazan.
Me encajan sus torcazas las fiebres en racimos
que cuelgan en las plazas.
Me pasas sobre el río como un labio inexperto,
me enchufas los carbones que atoran almacenes.
Y el búho que nos ronda en tu canilla de puerto
revienta en mis andenes.
Me silban como un barco temblando en el acero,
me anidan con su manto de moscas de vinilo.
Y me meten sus santos, sus larvas y sus sueros,
las tejas y los silos.
Me saltan en los pueblos los grandes agujeros;
me trenzan sus pasiones erectas de carteles.
Y me tosen sus latas y grúas de voceros
los sarros en las mieles.
Me friegan con poemas, me ambientan con sus peros,
me moldan ralladuras, me liman en sus pieles
y me sueltan con rabia en un túnel costero
las vacas y pinceles.
Me cargan con plumajes, me asfixian en roperos,
me sudan desde el cuarto moral de su pasado.
Y me ensamblan sus consejos y dudas de canteros
amantes empacados.
Me escarban las salidas. Me rompen con monedas,
me enroscan con lombrices que asolan las libretas.
Y me sueldan sus abejas que abortan primaveras
las pieles y recetas.
Me marcan con lancetas de gárgolas pensantes,
me roban como un cerro de pies estomacales.
Y me atan brebajes de rudas en sus puertas
los soles demenciales.
Me pueblan los cementos, me arrugan con horneros,
me duelen como muertos los ojos de la cara.
Y me quiebra en un bocado que baja como suero
la sangre en la mirada.
Me encierran con plumeros, me sacan con jeringas
me labran sus pastillas de grandes comisuras.
Y me abordan ladrillos de playas que se empujan
por ver azucaduras.
Me planean con celos, me muerden los pulgares,
me cortan con cerebros que encajonan su barba.
Y me quiebran las mieles y me asustan con lugares
los besos que se tardan.
Me escriben con raseros, me entroncan con cinceles,
me asolan los muelles de veleros varados.
Me avistan en espejos con rostro de moteles
los senos alunados.
Me atollan chimeneas, me injertan costureros,
me ladran con agujas que avanzan como espuma.
Y condimentan mi muerte y saldan mi solero
los llantos y las sumas.
Me tuercen vagabundas, me tuestan pordioseros,
me toman como a un hijo traidor sin su frazada.
Y me muestran sus fotos de los hermanos que fueron,
a ver... como si nada.
José Jorge
me anudan con polillas que frenan como sienes.
Y me encajan sus lumbres y cuernos de viajeros
los rieles y los trenes.
Me alaban mercancías de mudos caseríos,
me cultiva moroso todo aquél con que asiento,
atorado de gerundios y me miento
y recito en el vacío.
Desanillan los dedos las manos que me arrimo
y los riegos enfermizos de panteones que abrazan.
Me encajan sus torcazas las fiebres en racimos
que cuelgan en las plazas.
Me pasas sobre el río como un labio inexperto,
me enchufas los carbones que atoran almacenes.
Y el búho que nos ronda en tu canilla de puerto
revienta en mis andenes.
Me silban como un barco temblando en el acero,
me anidan con su manto de moscas de vinilo.
Y me meten sus santos, sus larvas y sus sueros,
las tejas y los silos.
Me saltan en los pueblos los grandes agujeros;
me trenzan sus pasiones erectas de carteles.
Y me tosen sus latas y grúas de voceros
los sarros en las mieles.
Me friegan con poemas, me ambientan con sus peros,
me moldan ralladuras, me liman en sus pieles
y me sueltan con rabia en un túnel costero
las vacas y pinceles.
Me cargan con plumajes, me asfixian en roperos,
me sudan desde el cuarto moral de su pasado.
Y me ensamblan sus consejos y dudas de canteros
amantes empacados.
Me escarban las salidas. Me rompen con monedas,
me enroscan con lombrices que asolan las libretas.
Y me sueldan sus abejas que abortan primaveras
las pieles y recetas.
Me marcan con lancetas de gárgolas pensantes,
me roban como un cerro de pies estomacales.
Y me atan brebajes de rudas en sus puertas
los soles demenciales.
Me pueblan los cementos, me arrugan con horneros,
me duelen como muertos los ojos de la cara.
Y me quiebra en un bocado que baja como suero
la sangre en la mirada.
Me encierran con plumeros, me sacan con jeringas
me labran sus pastillas de grandes comisuras.
Y me abordan ladrillos de playas que se empujan
por ver azucaduras.
Me planean con celos, me muerden los pulgares,
me cortan con cerebros que encajonan su barba.
Y me quiebran las mieles y me asustan con lugares
los besos que se tardan.
Me escriben con raseros, me entroncan con cinceles,
me asolan los muelles de veleros varados.
Me avistan en espejos con rostro de moteles
los senos alunados.
Me atollan chimeneas, me injertan costureros,
me ladran con agujas que avanzan como espuma.
Y condimentan mi muerte y saldan mi solero
los llantos y las sumas.
Me tuercen vagabundas, me tuestan pordioseros,
me toman como a un hijo traidor sin su frazada.
Y me muestran sus fotos de los hermanos que fueron,
a ver... como si nada.
José Jorge
*
lluvia oblicua
sara no conoció la lluvia
una vez conoció un mar
pero no la mojó
sara caminaba descalza
en un mundo de hielo
sara piel de porcelana
llevaba puestas ropas intactas
la flor marchita entre sus piernas
devorada por el deseo
sus senos se secaron y sus manos
palidecieron de puños cerrados
sara olía a invierno
cinco hombres levantaron el cajón
caminaron cicuenta metros
/ lloviznaba/
el funebrero abrió la puerta del panteón
o sería pedro abriendo la puerta del cielo
// llovió//
adiós sara nadie lloró
las hojas de tus parientes están secas
pero esta lluvia oblicua
te recuerda
Andrea Estevan
lluvia oblicua
sara no conoció la lluvia
una vez conoció un mar
pero no la mojó
sara caminaba descalza
en un mundo de hielo
sara piel de porcelana
llevaba puestas ropas intactas
la flor marchita entre sus piernas
devorada por el deseo
sus senos se secaron y sus manos
palidecieron de puños cerrados
sara olía a invierno
cinco hombres levantaron el cajón
caminaron cicuenta metros
/ lloviznaba/
el funebrero abrió la puerta del panteón
o sería pedro abriendo la puerta del cielo
// llovió//
adiós sara nadie lloró
las hojas de tus parientes están secas
pero esta lluvia oblicua
te recuerda
Andrea Estevan
Monitauro
.
Era
tan hermoso
que dolía mirarlo
tan claros sus ojos
que invitaban a sumergirse
tan libre su espíritu
que daba vértigo asomarse
tan joven, tan sabio
que lo envidiaban los dioses.
Tan y tanto
que solté el hilo de Ariadna
y me perdí otra vez
en el
laberinto
María Laura Pintos
Era
tan hermoso
que dolía mirarlo
tan claros sus ojos
que invitaban a sumergirse
tan libre su espíritu
que daba vértigo asomarse
tan joven, tan sabio
que lo envidiaban los dioses.
Tan y tanto
que solté el hilo de Ariadna
y me perdí otra vez
en el
laberinto
María Laura Pintos
viernes, 21 de enero de 2011
After office en la oficina
.
El after office en la oficina es una taza de café sucia,
Dos parlantes amarillos y un medio vaso de agua.
El after office desparrama,
Por el suelo clips y grapas,
Y también lo hace por un sueldo,
Quien por la mañana los barra.
El after office comparte,
Con la soledad una taza de café y embriaga,
Y como buenos borrachos cerramos la puerta tras la jornada.
Olvidando hasta mañana aquella sencilla trampa.
Pedro Sgaravatti
El after office en la oficina es una taza de café sucia,
Dos parlantes amarillos y un medio vaso de agua.
El after office desparrama,
Por el suelo clips y grapas,
Y también lo hace por un sueldo,
Quien por la mañana los barra.
El after office comparte,
Con la soledad una taza de café y embriaga,
Y como buenos borrachos cerramos la puerta tras la jornada.
Olvidando hasta mañana aquella sencilla trampa.
Pedro Sgaravatti
miércoles, 19 de enero de 2011
*
Volver a nacer en otra historia, nacer de golpe en un tono de voz, nacer de una mirada curtida, nacer de algo miserable, apenas perceptible, casi de la nada, volver a mirarse las manos hundidas en el sol, distintas, volver a mirar maravillado, pensar qué tan absurda, la cara de mi madre atravesada por las cosas de la casa, por la manera en que la luz deshace un gesto en otro, salir sin darse cuenta del silencio, volver a ver la forma de los cuerpos, los mensajes dispersos que la gente envía, darle un sentido a las palabras, andar con un secreto entre los libros, volver a interrumpir la sombra, nacer de la memoria de otro, de las cosas calladas y caídas, volver a dibujarse la cara, saber a quién sostiene mi recuerdo, tocar mis pensamientos multiformes, sucios, superpuestos, imaginar distancias, rutas, desencuentros, caras de fracaso, brazos que mueren en la espalda, maneras de salir, de degradarse, hombres que no duermen, nacer de un momento indiferente, de un olor amargo, de una boca rota, rearmar conversaciones con extraños, andar por las voces que están lejos, quebrando historias con palabras, volver a creer en la sospecha, nacer de la costumbre, del lento ocio entre la arena, temblar de miedo ante las cosas quietas, volver a llegar tarde, volver a tener pasos, ritmo, forma de abrazar a los amigos, inventarse un cuerpo en el vacío, nacer de un ruido insólito en la noche, nacer en lo que pasa cuando alguien dice un nombre, nacer desde lo hondo del silencio, nacer en la frontera entre dos hombres, volver a vivir en ese abismo
Paula Simonetti de Souza
Paula Simonetti de Souza
*
.
Hoy voy a permitirme
Estar Harta,
Cansada,
Hastiada,
De creer en lo que no veo.
Hoy voy a desprenderme
De estar tan segura,
De que llegará lo que espero,
Porque de esperar en vano
Me quedé sin certezas.
Hoy voy a permitirme
Creer en que no creo
Para vivir mi ahora
Como tengo que vivirlo…
Como si nunca
hubieses existido.
Isabel Dieste
Hoy voy a permitirme
Estar Harta,
Cansada,
Hastiada,
De creer en lo que no veo.
Hoy voy a desprenderme
De estar tan segura,
De que llegará lo que espero,
Porque de esperar en vano
Me quedé sin certezas.
Hoy voy a permitirme
Creer en que no creo
Para vivir mi ahora
Como tengo que vivirlo…
Como si nunca
hubieses existido.
Isabel Dieste
martes, 18 de enero de 2011
tómate de mi puño y letra
times new roman
tamaño doce
interlineado uno con cinco
soy el que está detrás de cada sílaba
el que te precipita
el que con un cuentagotas arroja su sangre desde un abismo
tú eres el charco que hay debajo
informe ahora
en un instante justificado
eres no tinta
cursor tintineante que me espera
que se cansa de esperarme
y de un momento a otro eres caleidoscopio
las tuberías de la nada
un viaje por el espacio
cubo que se hace flor que se hace esfera
se me ocurre un verso más
y eres poesía
Pablo De Grosi
times new roman
tamaño doce
interlineado uno con cinco
soy el que está detrás de cada sílaba
el que te precipita
el que con un cuentagotas arroja su sangre desde un abismo
tú eres el charco que hay debajo
informe ahora
en un instante justificado
eres no tinta
cursor tintineante que me espera
que se cansa de esperarme
y de un momento a otro eres caleidoscopio
las tuberías de la nada
un viaje por el espacio
cubo que se hace flor que se hace esfera
se me ocurre un verso más
y eres poesía
Pablo De Grosi
lunes, 17 de enero de 2011
Flashback
"El hombre atraviesa el presente con los ojos vendados" (M.Kundera)
Vuelve, siempre vuelve
el pasado regresa
de formas extrañas.
Rostros que recuerdan otros rostros
casualidades/causalidades.
Vuelve para abrirnos los ojos
obligarnos a ver
aunque la ceguera resulte más cómoda.
Nos estalla en la cara
nos gol ...pea
nos obliga.
No somos actores
de nuestras vidas
tan solo espectadores
de sus
coincidencias.
Inconcientes, cabalistas
buscando señales
donde no existe
nada
tan solo una
aleatoria serie de
sucesos.
El pasado vuelve,
siempre vuelve
para mostrarnos que
las verdades
no son tales
y las mentiras fueron
demasiadas.
El pasado vuelve
y no siempre para quedarse
María Laura Pintos
Vuelve, siempre vuelve
el pasado regresa
de formas extrañas.
Rostros que recuerdan otros rostros
casualidades/causalidades.
Vuelve para abrirnos los ojos
obligarnos a ver
aunque la ceguera resulte más cómoda.
Nos estalla en la cara
nos gol ...pea
nos obliga.
No somos actores
de nuestras vidas
tan solo espectadores
de sus
coincidencias.
Inconcientes, cabalistas
buscando señales
donde no existe
nada
tan solo una
aleatoria serie de
sucesos.
El pasado vuelve,
siempre vuelve
para mostrarnos que
las verdades
no son tales
y las mentiras fueron
demasiadas.
El pasado vuelve
y no siempre para quedarse
María Laura Pintos
La silueta de una mujer se dibuja en la arena
la silueta de una mujer se dibuja en la arena
no puedo dejar de mirar ya no puedo
no la mujer/ sólo es su sombra
no soy capaz de su cuerpo
su reflejo me basta
y
su
perfume
lo
... recuerdo
como
a
ella
parpadea el mar
abren y cierran las olas
respiro profundo y me hundo
no puedo dejar de mirar ya no puedo
la silueta de una mujer se dibuja en la arena
Andrea Estevan
no puedo dejar de mirar ya no puedo
no la mujer/ sólo es su sombra
no soy capaz de su cuerpo
su reflejo me basta
y
su
perfume
lo
... recuerdo
como
a
ella
parpadea el mar
abren y cierran las olas
respiro profundo y me hundo
no puedo dejar de mirar ya no puedo
la silueta de una mujer se dibuja en la arena
Andrea Estevan
Atajos
Mi abuela disfrutaba peinando la tierra,
rodillas embarradas,
un agujero manual,
semilla, agua, sol…
Como un hilito verde desperezándose
los brazos del naranjo: este – oeste,
con pelotitas verdes que crecían de color.
Cuando las naranjas estaban en edad de caer,
mi abuela ayudaba el parto con un simple giro de mano.
Sentada junto al tronco, bajo el ... sol,
saboreaba su cosecha.
Mi abuela era feliz.
Mi madre disfrutaba yendo a la feria,
caminando verduras,
mimando frutas,
perfumándose mano y alma.
Entonces, de una alfombra anaranjada
alzaba el trofeo,
pesaba su sabor,
palpaba su destino.
Como quien corta las uñas
iba descascarando el caracol naranja,
deshilaba las medialunas y saboreaba la dulce acidez.
Después tiraba las semillas
que morían junto a la lata de sardinas.
Mi madre era feliz.
Y yo disfruto entrando a la farmacia:
Buen día… déme una tableta de vitamina C.
También soy feliz.
Fabián Severo
rodillas embarradas,
un agujero manual,
semilla, agua, sol…
Como un hilito verde desperezándose
los brazos del naranjo: este – oeste,
con pelotitas verdes que crecían de color.
Cuando las naranjas estaban en edad de caer,
mi abuela ayudaba el parto con un simple giro de mano.
Sentada junto al tronco, bajo el ... sol,
saboreaba su cosecha.
Mi abuela era feliz.
Mi madre disfrutaba yendo a la feria,
caminando verduras,
mimando frutas,
perfumándose mano y alma.
Entonces, de una alfombra anaranjada
alzaba el trofeo,
pesaba su sabor,
palpaba su destino.
Como quien corta las uñas
iba descascarando el caracol naranja,
deshilaba las medialunas y saboreaba la dulce acidez.
Después tiraba las semillas
que morían junto a la lata de sardinas.
Mi madre era feliz.
Y yo disfruto entrando a la farmacia:
Buen día… déme una tableta de vitamina C.
También soy feliz.
Fabián Severo
*
Él es una órbita
trato de apagar sus estrellas.
Le hablan mis ojos con silencio
fue el único lenguaje que aprendí en la infancia,
los oídos se llenan de mares extraviados
sus peces mueren en otra galaxia,
allí la sombra es una legión benévola
que abre el corazón a las espigas
pienso en la claridad de la mañana
para que la noche detenga sus olas.
Rita Ga Ga
trato de apagar sus estrellas.
Le hablan mis ojos con silencio
fue el único lenguaje que aprendí en la infancia,
los oídos se llenan de mares extraviados
sus peces mueren en otra galaxia,
allí la sombra es una legión benévola
que abre el corazón a las espigas
pienso en la claridad de la mañana
para que la noche detenga sus olas.
Rita Ga Ga
Lunas,
duplicadas en
océanos simétricos.
Línea
horizontal
contiene aquellos planos.
Rayos en cruz los invaden
crispación luminosa
resuelta en monedas
danzantes inquietas
en dedos acuosos.
Yo, contemplo muda
siento
resbalar
los minutos de arena.
Manos de plata
cortan
mi garganta
simetría nocturna
partida
en dos
lunas.
Angelita Bonnet
océanos simétricos.
Línea
horizontal
contiene aquellos planos.
Rayos en cruz los invaden
crispación luminosa
resuelta en monedas
danzantes inquietas
en dedos acuosos.
Yo, contemplo muda
siento
resbalar
los minutos de arena.
Manos de plata
cortan
mi garganta
simetría nocturna
partida
en dos
lunas.
Angelita Bonnet
domingo, 16 de enero de 2011
*
Pac
Pac
nunca puedo sentirlo como si hubiera sucedido.
Esa escena es un escándalo, con todas las cosas que he olvidado conspirando en el espacio que no sé decir.
Es la derrota del recuerdo, las heridas que no se tocan, la ternura que nunca nos sostuvo.
Tengo entre las manos cosas que no son nuestras, cosas que no conocés, que no verías. No sé si te recuerdo o te imagino.
Las manos apretando la botella
quién es cuando no sabe que lo miro.
Quién es cuando no sabe que lo miro
Quién es cuando no sabe que lo miro
Qué mano/ qué sensación qué fragmento soy cuando me sueña
Yo te miro tan inmenso tanta ruina que te surca el costado de la frente / no recuerdo
Un rito un café unas piernas que se estiran en la sombra
Pasos temblorosas promesas de otro rostro que luchan en tu cara/ así
Tantos años tanto semen zigzagueante entre la piel que ya no tengo
Qué imagen de qué cuerpo deformado y siempre el whisky y vos no podés verme
Eso me salva yo lo sé
de qué tamaño es tu gesto/ hasta dónde se puede ampliar una sonrisa/ (lo infinito que puede ser un movimiento)
Zás contra la pared y pendeja y vasos rotos
y calma y perdón y no me dejes
Esa historia no es la mía
nunca estuve ahí fue un error en el tiempo
un sí que nunca quise un sueño en la noche equivocada
cuánto ruido hace una bala
qué tan rota la cara qué tan cruel
la cicatriz
(camino indescifrable donde nada nace)
soy mis 15 años en un cuerpo que no sabe recordarse
Una imagen en tus ojos destruidos
cuando todo esto termine seremos (otra vez)
un hombre mayor ciego que está loco
una pendeja que mira y con los ojos tan abiertos
la mancha en un colchón sin sábanas
la mancha en el costado de tu frente
su imagen en tus ojos destruidos
y diré estoy bien y diré contame
y dirás fue así
dos tiros
pac
pac
Paula Simonetti de Souza
Pac
nunca puedo sentirlo como si hubiera sucedido.
Esa escena es un escándalo, con todas las cosas que he olvidado conspirando en el espacio que no sé decir.
Es la derrota del recuerdo, las heridas que no se tocan, la ternura que nunca nos sostuvo.
Tengo entre las manos cosas que no son nuestras, cosas que no conocés, que no verías. No sé si te recuerdo o te imagino.
Las manos apretando la botella
quién es cuando no sabe que lo miro.
Quién es cuando no sabe que lo miro
Quién es cuando no sabe que lo miro
Qué mano/ qué sensación qué fragmento soy cuando me sueña
Yo te miro tan inmenso tanta ruina que te surca el costado de la frente / no recuerdo
Un rito un café unas piernas que se estiran en la sombra
Pasos temblorosas promesas de otro rostro que luchan en tu cara/ así
Tantos años tanto semen zigzagueante entre la piel que ya no tengo
Qué imagen de qué cuerpo deformado y siempre el whisky y vos no podés verme
Eso me salva yo lo sé
de qué tamaño es tu gesto/ hasta dónde se puede ampliar una sonrisa/ (lo infinito que puede ser un movimiento)
Zás contra la pared y pendeja y vasos rotos
y calma y perdón y no me dejes
Esa historia no es la mía
nunca estuve ahí fue un error en el tiempo
un sí que nunca quise un sueño en la noche equivocada
cuánto ruido hace una bala
qué tan rota la cara qué tan cruel
la cicatriz
(camino indescifrable donde nada nace)
soy mis 15 años en un cuerpo que no sabe recordarse
Una imagen en tus ojos destruidos
cuando todo esto termine seremos (otra vez)
un hombre mayor ciego que está loco
una pendeja que mira y con los ojos tan abiertos
la mancha en un colchón sin sábanas
la mancha en el costado de tu frente
su imagen en tus ojos destruidos
y diré estoy bien y diré contame
y dirás fue así
dos tiros
pac
pac
Paula Simonetti de Souza
Sinopsis
simplemente dejo de creer
como si esas raíces de la sangre
no se acostumbraran a ser árbol
reduzco como al cuerpo la palabra escrita en mí
y observo. o no. mejor no
sólo dejo caer indiferente lo que no será cuando no sea de mí
y ya espero no arrancar las uñas de la carne
Hace una semana aproximadamente
Sandra Miguez·
como si esas raíces de la sangre
no se acostumbraran a ser árbol
reduzco como al cuerpo la palabra escrita en mí
y observo. o no. mejor no
sólo dejo caer indiferente lo que no será cuando no sea de mí
y ya espero no arrancar las uñas de la carne
Hace una semana aproximadamente
Sandra Miguez·
Otras voces
Enterrar palabras,
denudar misterios,
perfil cocido,hermetismo
en el tiempo,poeta tinta
eterna,cuervo creador la voz,
sacrificios mudos de otros.
Vèrtigos de ojos cerrados,
càrcel sin ley,viento
làtigo en tinieblas,
palabras sin canto.
Desgarros en verso,se
desnudan en el abismo,
dosis que sucumben,y
trascienden en la muerte.
Los ataùdes callados,
retumban
a ensayar tu dios!,
escribir otro olor...
....a murmurar tu pluma.
Eliana Pereyra
denudar misterios,
perfil cocido,hermetismo
en el tiempo,poeta tinta
eterna,cuervo creador la voz,
sacrificios mudos de otros.
Vèrtigos de ojos cerrados,
càrcel sin ley,viento
làtigo en tinieblas,
palabras sin canto.
Desgarros en verso,se
desnudan en el abismo,
dosis que sucumben,y
trascienden en la muerte.
Los ataùdes callados,
retumban
a ensayar tu dios!,
escribir otro olor...
....a murmurar tu pluma.
Eliana Pereyra
*
ígneo agnus dei
(sobre Viskningar och rop (1973) de Ingmar Bergman).
ígneo agnus dei, todo rojo rehén, viscosa calma, circuir de nimbo dolorido, almohada calinosa, desnucada, beso de judas: estás tan lejos
níveo nihil, albicie anonadada de nada, ropa que te palpan por el cuerpo, agua en la mirada en la mirada: ven, quédate conmigo
transida, transfija, transparencia opaca, no hay alivio ni caridad ni ayuda, pero hay tanto dentro adentro, y estoy tan lejos
Elbio Chitaro
(sobre Viskningar och rop (1973) de Ingmar Bergman).
ígneo agnus dei, todo rojo rehén, viscosa calma, circuir de nimbo dolorido, almohada calinosa, desnucada, beso de judas: estás tan lejos
níveo nihil, albicie anonadada de nada, ropa que te palpan por el cuerpo, agua en la mirada en la mirada: ven, quédate conmigo
transida, transfija, transparencia opaca, no hay alivio ni caridad ni ayuda, pero hay tanto dentro adentro, y estoy tan lejos
Elbio Chitaro
miércoles, 29 de diciembre de 2010
Asunción de ti
Si leemos:
No tuvieron estrofas sino lágrimas/ ¿cómo te la llevo, José Asunción?
Ese marecito de llanto bogotano: ¿quién te aguanta luego? /
Solícito lector:
abreva abraza abre las puertas: percibe canturrea llora abrevia /
no hay ecos del tiro certero dibujado en el corazón
ni salto al vacío ni abismo ni basura urbana junto al
contenedor / junto a la ochava apenas ruge esta Montevideo
de peluche
esta Montevideo nocturnal en vísperas
del disparo en la Candelaria
de tu suicidio inútil
(Gerardo Ciancio - ARQUITRABE)
Si leemos:
No tuvieron estrofas sino lágrimas/ ¿cómo te la llevo, José Asunción?
Ese marecito de llanto bogotano: ¿quién te aguanta luego? /
Solícito lector:
abreva abraza abre las puertas: percibe canturrea llora abrevia /
no hay ecos del tiro certero dibujado en el corazón
ni salto al vacío ni abismo ni basura urbana junto al
contenedor / junto a la ochava apenas ruge esta Montevideo
de peluche
esta Montevideo nocturnal en vísperas
del disparo en la Candelaria
de tu suicidio inútil
(Gerardo Ciancio - ARQUITRABE)
nocturno
cruje en enseres enhiestas tras su hambre/fámula famélica: al
fondo costilla rota
serpentina ósea cuereada al cepo cúbica lágrima:
un pergamino primor
Pregunta: ¿hay lugar para uno más?
sitio sobra a babor
sitio cunde a estribor/emplaste el agua podrida aliente ese
mojón ante todo /
si este infierno es un lugar / si este tacho chupa-ser viene a
ser lo mismo que su cómodo living: entonces afirmativo /
sude sufra sedente saliente a su agua / su aire nuestro lanza
esos grititos/ sus costillas erróneas osan oran: mire, usted,
con esa oralidad no hay tu tía/ nuestro su lar su Ítaca su
hembra al hambre
nuestro sueñito sur que orla.
(Gerardo Ciancio - ARQUITRABE)
cruje en enseres enhiestas tras su hambre/fámula famélica: al
fondo costilla rota
serpentina ósea cuereada al cepo cúbica lágrima:
un pergamino primor
Pregunta: ¿hay lugar para uno más?
sitio sobra a babor
sitio cunde a estribor/emplaste el agua podrida aliente ese
mojón ante todo /
si este infierno es un lugar / si este tacho chupa-ser viene a
ser lo mismo que su cómodo living: entonces afirmativo /
sude sufra sedente saliente a su agua / su aire nuestro lanza
esos grititos/ sus costillas erróneas osan oran: mire, usted,
con esa oralidad no hay tu tía/ nuestro su lar su Ítaca su
hembra al hambre
nuestro sueñito sur que orla.
(Gerardo Ciancio - ARQUITRABE)
martes, 21 de diciembre de 2010
ACASO SUPE
Acaso supe de números y letras?
Acaso supe geometría, aritmética
a deletrar y las frases poder rimar?
Pero..¿ quien sabe cantar a dúo
con los àrboles en la tempestad?
A capela con los balcones y sus casas?
Y a escapar con la ciudad?
A entender el idioma de lo perros?
Y las salidas hacia el mar?
A escudriñar calles desiertas
Y a esperar por la verdad?
Quien pudo verte
buscando imagenes de ramas
en los charcos de la acera
y en tu dialogo, la lealtad?
Quien supo usar el
nectar contra el veneno
y los abrazos como un fusil
Y ver en "el tiempo de los extremos
el comienzo del porvenir"?
Con tu cuerpo aprendí geografía
Con tus manos a dibujar
Con tu aliento a escribir poesía
Y con tus sueños a filosofar.
(A. Mario Calandra)
Acaso supe de números y letras?
Acaso supe geometría, aritmética
a deletrar y las frases poder rimar?
Pero..¿ quien sabe cantar a dúo
con los àrboles en la tempestad?
A capela con los balcones y sus casas?
Y a escapar con la ciudad?
A entender el idioma de lo perros?
Y las salidas hacia el mar?
A escudriñar calles desiertas
Y a esperar por la verdad?
Quien pudo verte
buscando imagenes de ramas
en los charcos de la acera
y en tu dialogo, la lealtad?
Quien supo usar el
nectar contra el veneno
y los abrazos como un fusil
Y ver en "el tiempo de los extremos
el comienzo del porvenir"?
Con tu cuerpo aprendí geografía
Con tus manos a dibujar
Con tu aliento a escribir poesía
Y con tus sueños a filosofar.
(A. Mario Calandra)
entre
hombros y garganta
se unen
los trozos de carne seca
y se espantan
no queda nada.
abierta
y entra el viento y arde.
soplo
pero arde.
herida pica.
salmuera
es tu dedo,
ojo, no cura,
que muriera, quisiera,
yo.
mordida por
esta sombra marrón
que me mira y me
veo,
ahí
me toco
la herida
soy toda
ya ni me puedo tocar.
(Macarena Gómez)
hombros y garganta
se unen
los trozos de carne seca
y se espantan
no queda nada.
abierta
y entra el viento y arde.
soplo
pero arde.
herida pica.
salmuera
es tu dedo,
ojo, no cura,
que muriera, quisiera,
yo.
mordida por
esta sombra marrón
que me mira y me
veo,
ahí
me toco
la herida
soy toda
ya ni me puedo tocar.
(Macarena Gómez)
tema tomado de: En primavera de Vladislav Jodasevich, trad. y public. de Natalia LItvinova
el trote despacioso y blanco del aliento
tira de una cuerda unida a un herrumbre viejo
marcas en los peldaños del color de la sangre
donde el atardecer bautiza su dorada quietud
pintan de purpura escondidos bajo una mano rugosa
los pasos que han sido la fragua del pan diario
espirales de acero unidos a hojarasca humeda
se retuercen dando un paredon un arbol y un silencio
y es la unica simulacion viva en esta hora
el corazon se apoya en estas cosas sin hollar la tierra
y toma del paredon una compania de imposible abrazo
y toma del arbol su llanto esparcido en el viento
y toma del silencio el limbo donde desaparecen las cosas
el corazon y no el hombre
el centro de un oceano
donde la flor viene de su ser marchito.
(Alejandro Dorado)
el trote despacioso y blanco del aliento
tira de una cuerda unida a un herrumbre viejo
marcas en los peldaños del color de la sangre
donde el atardecer bautiza su dorada quietud
pintan de purpura escondidos bajo una mano rugosa
los pasos que han sido la fragua del pan diario
espirales de acero unidos a hojarasca humeda
se retuercen dando un paredon un arbol y un silencio
y es la unica simulacion viva en esta hora
el corazon se apoya en estas cosas sin hollar la tierra
y toma del paredon una compania de imposible abrazo
y toma del arbol su llanto esparcido en el viento
y toma del silencio el limbo donde desaparecen las cosas
el corazon y no el hombre
el centro de un oceano
donde la flor viene de su ser marchito.
(Alejandro Dorado)
Ayer te vi en el estudio,
le lleve un café a tu fantasma
Habitaban tres gotas de luz en tu frente
Una representaba al espíritu santo, otra a tus padres
Me pediste que pusiera a Brahms y te serví vodka,
Bebiste del vaso como los santos en las iglesias
Ellos dentro de los ojos, guardan el polvo envejecido de la música,
Guardan peces terrestres que flotan en la luz de los espejos,
Te cuento de octubre, de su olor a
escapularios y puentes
enmohecidos por la lluvia y la fe,
de las parejas embelesadas por la claridad
del piano –pianissimo- que deja su lumbre
en una canción de cuna.
(Rita Ga Ga)
le lleve un café a tu fantasma
Habitaban tres gotas de luz en tu frente
Una representaba al espíritu santo, otra a tus padres
Me pediste que pusiera a Brahms y te serví vodka,
Bebiste del vaso como los santos en las iglesias
Ellos dentro de los ojos, guardan el polvo envejecido de la música,
Guardan peces terrestres que flotan en la luz de los espejos,
Te cuento de octubre, de su olor a
escapularios y puentes
enmohecidos por la lluvia y la fe,
de las parejas embelesadas por la claridad
del piano –pianissimo- que deja su lumbre
en una canción de cuna.
(Rita Ga Ga)
LA IMPORTANCIA DE PLANEAR
Quería empezar a terminar
pero no me salió
te quería contestar pero se me cortó
Quería ver el final
-se rayó el devedé
naufragué sin llegar al puerto USB
Quería levantarme a Victoria
me comí una derrota
quería patear el penal y no me dieron pelota
Quería andar volando
y cerró la aviación
quería poner un circo y se me achica el león
Quería elegirte de nuevo
me anularon el voto
quería romper los huevos pero ya estaban rotos
Quería perder el tiempo
y me lo devolvieron
quise hacer las valijas pero no me da el cuero
Quería poner punto final
los puse suspensivos
quería escuchar a la muerte pero cantaba en vivo
Quería sacar el clavo
pero soy de madera
quería equivocarme, pero hice cualquiera
Quería planear mi futuro
pero la avioneta
se desarmó toda
Quería tomármelo con soda
pero se acabó
la joda.
(Federico de los Santos)
Quería empezar a terminar
pero no me salió
te quería contestar pero se me cortó
Quería ver el final
-se rayó el devedé
naufragué sin llegar al puerto USB
Quería levantarme a Victoria
me comí una derrota
quería patear el penal y no me dieron pelota
Quería andar volando
y cerró la aviación
quería poner un circo y se me achica el león
Quería elegirte de nuevo
me anularon el voto
quería romper los huevos pero ya estaban rotos
Quería perder el tiempo
y me lo devolvieron
quise hacer las valijas pero no me da el cuero
Quería poner punto final
los puse suspensivos
quería escuchar a la muerte pero cantaba en vivo
Quería sacar el clavo
pero soy de madera
quería equivocarme, pero hice cualquiera
Quería planear mi futuro
pero la avioneta
se desarmó toda
Quería tomármelo con soda
pero se acabó
la joda.
(Federico de los Santos)
Valle Sagrado
"Cuando viajamos el presente no logra su plena realidad; es casi un pasado, casi una anécdota; por eso es nostálgico y, también, feliz" (A.Bioy Casares)
Verdes sobre verdes
laderas escalonadas.
Amarillos, ocres, marrones
paisajes de altura.
Valles
que recortan un útero en la distancia
para venir a parir
este sol
del nuevo
día.
No existe un sitio mejor para
olvidar.
Tampoco un sitio mejor para
perder.
Vuelvo
cargada de imágenes
y otras chucherías.
Inquieta
porque ahora sé
que regreso
al exilio
de
tu
boca.
(Ma. Laura Pintos)
"Cuando viajamos el presente no logra su plena realidad; es casi un pasado, casi una anécdota; por eso es nostálgico y, también, feliz" (A.Bioy Casares)
Verdes sobre verdes
laderas escalonadas.
Amarillos, ocres, marrones
paisajes de altura.
Valles
que recortan un útero en la distancia
para venir a parir
este sol
del nuevo
día.
No existe un sitio mejor para
olvidar.
Tampoco un sitio mejor para
perder.
Vuelvo
cargada de imágenes
y otras chucherías.
Inquieta
porque ahora sé
que regreso
al exilio
de
tu
boca.
(Ma. Laura Pintos)
Los Ebrios 2
Ebrios
Y a solas
Entre las luces de la ciudad
(aureolas para nuestra miopía)
Entre la muchedumbre
Las gentes que conocemos
Nos dicen hola o adiós
Les da igual
Ebrios
Y a solas
Digamos que no somos
Lo que se dice un buen partido…
Deambulamos sin rumbo
Entre raudos coches
Y mendigos
Ebrios
Y a solas
¡No!
(Bernardo Laespiga)
Ebrios
Y a solas
Entre las luces de la ciudad
(aureolas para nuestra miopía)
Entre la muchedumbre
Las gentes que conocemos
Nos dicen hola o adiós
Les da igual
Ebrios
Y a solas
Digamos que no somos
Lo que se dice un buen partido…
Deambulamos sin rumbo
Entre raudos coches
Y mendigos
Ebrios
Y a solas
¡No!
(Bernardo Laespiga)
en el pasamanos mis huellas
el viaje no me pertenece
las ruedas de hierro van zanjando mi espalda
no me duele
nada ves por la ventana
nada soy
no quiero que nadie me busque
que solo la ausencia me nombre
y que al nombrarme todos de mí se olviden
yo
tan solo un ladrillo de tinieblas
no soy fruto de ningún árbol
nada con raíces me sostiene
debo irme
hacer que sellen mi pasaporte
sello que no se conoce
dibujo que no existe
aberrante silueta de cuervo
símbolo de una patria de carroña
patria sin himno y sin bandera me recibe
civilización de huesos enterrados
no tengo ningún derecho
ninguna obligación tampoco
otra vez irme
patria de carne ida
huída de los dioses siempre intangibles
por fin lejos
allí donde no existen rostros
un todo invertebrado
anarquía posible
utopía de la flor de bronce
de pétalos impares
de morir fundida
reconvertida en el busto de un prócer
nada soy
no quiero que nadie me encuentre
que solo el horizonte me contenga
no estaré solo el día de mi muerte.
(Pablo de Grossi)
el viaje no me pertenece
las ruedas de hierro van zanjando mi espalda
no me duele
nada ves por la ventana
nada soy
no quiero que nadie me busque
que solo la ausencia me nombre
y que al nombrarme todos de mí se olviden
yo
tan solo un ladrillo de tinieblas
no soy fruto de ningún árbol
nada con raíces me sostiene
debo irme
hacer que sellen mi pasaporte
sello que no se conoce
dibujo que no existe
aberrante silueta de cuervo
símbolo de una patria de carroña
patria sin himno y sin bandera me recibe
civilización de huesos enterrados
no tengo ningún derecho
ninguna obligación tampoco
otra vez irme
patria de carne ida
huída de los dioses siempre intangibles
por fin lejos
allí donde no existen rostros
un todo invertebrado
anarquía posible
utopía de la flor de bronce
de pétalos impares
de morir fundida
reconvertida en el busto de un prócer
nada soy
no quiero que nadie me encuentre
que solo el horizonte me contenga
no estaré solo el día de mi muerte.
(Pablo de Grossi)
as palavras/las palabras
queria encontrar as palavras
que te ajudem
as palavras certas
que te dêem sabedoria
e força
mas as palavras não podem
ser as mãos que te afagam
os braços que abraçam
o colo que te aconchega
o corpo que te consola
as pernas que correm por ti
as palavras não podem trabalhar a teu lado
ou aliviar-te o fardo que carregas
são impotentes as palavras
mas são importantes as palavras
podem dizer-te é assim ou não é assim
fazes bem ou fazes mal
podem dizer-te vai em frente
ou fica tranquila
podem dizer-te que és uma boa pessoa
não importa o que digam
não importa o que penses
podem dizer-te que é normal
sentirmo-nos mal praticando o bem
porque não somos santos
podem dizer-te que é justa a revolta que sentes
e que é bom que a sintas
porque é um sinal de lucidez
no meio do caos
podem dizer-te que apesar de tudo
não estás completamente só
que alguém
algures
mesmo longe
vela por ti
e te apoia faças o que fizeres
ainda que apenas
com palavras.
(David Teles Ferreira)
queria encontrar as palavras
que te ajudem
as palavras certas
que te dêem sabedoria
e força
mas as palavras não podem
ser as mãos que te afagam
os braços que abraçam
o colo que te aconchega
o corpo que te consola
as pernas que correm por ti
as palavras não podem trabalhar a teu lado
ou aliviar-te o fardo que carregas
são impotentes as palavras
mas são importantes as palavras
podem dizer-te é assim ou não é assim
fazes bem ou fazes mal
podem dizer-te vai em frente
ou fica tranquila
podem dizer-te que és uma boa pessoa
não importa o que digam
não importa o que penses
podem dizer-te que é normal
sentirmo-nos mal praticando o bem
porque não somos santos
podem dizer-te que é justa a revolta que sentes
e que é bom que a sintas
porque é um sinal de lucidez
no meio do caos
podem dizer-te que apesar de tudo
não estás completamente só
que alguém
algures
mesmo longe
vela por ti
e te apoia faças o que fizeres
ainda que apenas
com palavras.
(David Teles Ferreira)
Por la noche
No habrá sorpresas ésta noche,
No más que la explosión del recuerdo en mi almohada,
No más que éste cruel silencio
Que no habla como ha sabido hablar otras veces.
Y mientras…
Los pensamientos juegan a la ruleta rusa,
Y un alma profana juega a la escondida con libros sin escribir.
La habitación parpadea,
Se va secando de sudores.
Se ha desgastado.
Ya no se escuchan más risa,
Sólo el recuerdo de ella,
Que desvanece y se oculta.
Aún no ha caído el ángel,
Son menos veinte y no pasa.
Quizá esté volando otro cielo,
Quizá recostado a otro colchón de tiempo…
Sólo sé que aquí estoy solo,
Que la puerta está abierta
Y la habitación oscura.
(Iván C. Costábile)
No habrá sorpresas ésta noche,
No más que la explosión del recuerdo en mi almohada,
No más que éste cruel silencio
Que no habla como ha sabido hablar otras veces.
Y mientras…
Los pensamientos juegan a la ruleta rusa,
Y un alma profana juega a la escondida con libros sin escribir.
La habitación parpadea,
Se va secando de sudores.
Se ha desgastado.
Ya no se escuchan más risa,
Sólo el recuerdo de ella,
Que desvanece y se oculta.
Aún no ha caído el ángel,
Son menos veinte y no pasa.
Quizá esté volando otro cielo,
Quizá recostado a otro colchón de tiempo…
Sólo sé que aquí estoy solo,
Que la puerta está abierta
Y la habitación oscura.
(Iván C. Costábile)
Tus palabras y las mías
A veces
tus palabras
son pájaros
que pelean
por las migajas
de las hostias últimas.
Y yo las abrazo
con toda mi cordillera
de montañas
y de sangre
porque saben defender
mis credos.
Casi siempre
mis palabras
son tímidas y púberes
y apenas
si aprenden
a acariciar la noche.
Sólo saben
nombrarte
y ocupas
todo su aliento
y no les queda vigor
para
lo que no tiene tu rostro.
Casi siempre
tus palabras
traen el azul del viento
la música del mar
y las voces anónimas
de los que nadie escucha.
Y entonces
mis palabras
se toman
de tus palabras pájaros
Y vuelan
Y sueñan
Y descubren
su mañana
su sentido
su lucha.
(Patricia Monarca)
A veces
tus palabras
son pájaros
que pelean
por las migajas
de las hostias últimas.
Y yo las abrazo
con toda mi cordillera
de montañas
y de sangre
porque saben defender
mis credos.
Casi siempre
mis palabras
son tímidas y púberes
y apenas
si aprenden
a acariciar la noche.
Sólo saben
nombrarte
y ocupas
todo su aliento
y no les queda vigor
para
lo que no tiene tu rostro.
Casi siempre
tus palabras
traen el azul del viento
la música del mar
y las voces anónimas
de los que nadie escucha.
Y entonces
mis palabras
se toman
de tus palabras pájaros
Y vuelan
Y sueñan
Y descubren
su mañana
su sentido
su lucha.
(Patricia Monarca)
Para: JM
Me enseñaste a buscar entre los árboles
La herencia atigrada de los gorriones
La sucesión de la palabra basta
Su analogía de jardín frondoso
Y los últimos versos de un poema:
escapularios hundidos en la carne
Whisky con agua, aplastados
Paquetes de cigarros donde tus iniciales
se volvían del mismo amarillento que tu boca
Convocamos caballos y mujeres
Mujeres de uno u otro
Que trepaban tomadas a las venas
Debajo de la piel y de las cosas
Intentando sin suerte hacerme hombre
Intentando con suerte hacerte viejo
Me enseñaste las cartas ensobradas
El arma del bramido de una noche
mientras volvías a recorrer Jaureguiberry
Buscando tus modelos,
las niñas que posaban en las sombras
Revivías la caminata por la costa
Donde juntabas piedras negras y alaridos
Para ordenar sobre el blanco de la arena
Una infancia innombrable
Unos cuadernos,
Desparramados que se vuelven libros
¿Alguna vez soñaste de esta suerte?
Solo sentir que todo es cuatro letras
Y nada este silencio que te habita.
(Horacio Cavallo)
Me enseñaste a buscar entre los árboles
La herencia atigrada de los gorriones
La sucesión de la palabra basta
Su analogía de jardín frondoso
Y los últimos versos de un poema:
escapularios hundidos en la carne
Whisky con agua, aplastados
Paquetes de cigarros donde tus iniciales
se volvían del mismo amarillento que tu boca
Convocamos caballos y mujeres
Mujeres de uno u otro
Que trepaban tomadas a las venas
Debajo de la piel y de las cosas
Intentando sin suerte hacerme hombre
Intentando con suerte hacerte viejo
Me enseñaste las cartas ensobradas
El arma del bramido de una noche
mientras volvías a recorrer Jaureguiberry
Buscando tus modelos,
las niñas que posaban en las sombras
Revivías la caminata por la costa
Donde juntabas piedras negras y alaridos
Para ordenar sobre el blanco de la arena
Una infancia innombrable
Unos cuadernos,
Desparramados que se vuelven libros
¿Alguna vez soñaste de esta suerte?
Solo sentir que todo es cuatro letras
Y nada este silencio que te habita.
(Horacio Cavallo)
Si me espiaran los ojos de un dios
De mi dios
Podrían ver en mis transparentes pensamientos
Mis hemisferios translúcidos
Como un plato de vidrio
Como un globo sin secretos
Y encontraría que son demasiadas las veces que te pienso
Y que tu nombre está grabado
Como una fórmula de alquimia
Y dios se repugnaría
Como ante un loco de mirada torva
Si me espiaran los ojos de un dios
Que sean mejor los de una diosa
Entrarían en mi pasión revuelta
En mi obsesión central y secreta
Y sólo soportaría unos segundos
Estar en ese nido
Después me abandonaría
Sin hospedarse
Si me espiaran dos manos de mujer
Que se llame Selene
Que habite en la luna
Que tenga la lengua quieta
Y el corazón turgente
Oídos para escuchar, Selene, que la pasión me devora
Y que sólo pido una pizca de compasión lunar
La de tus ojos grises
Sin turbulencias
La de tus piernas cruzadas
Sin alardes
Si espiaran mi corazón los santos hombres
Se verían rodeados de escándalo
Puede no ser la paz la forma en que alguien vive
Puede un alma habitar el centro de una noche turbia
Sin rescoldos
Puede una cristiana desear
Torcerse hasta los gemidos
Y vivir conforme a ello?
Si los ojos de la noche
Me taladran
La espalda y los beneplácitos
Y abren huecos en mi pecho
Humedecido
No me quejaré
Tan pronto
Sin embargo
Que las bendiciones recorren
Senderos sinsentido
Cuando llegan
A mal puerto
Atontados sus designios
Pero no hay dioses voyeurs
Ni espectadores
Y nadie sabe que él me obsequió este libro
Y que no puedo soportar sus blandas páginas
Y que las manos se me caerán
Como prefacios de lluvia
Sobre sus tapas blancas
Y no podrán sostenerlo
Como cualquier ser humano entero
Debería.
(Constanza Liebe)
De mi dios
Podrían ver en mis transparentes pensamientos
Mis hemisferios translúcidos
Como un plato de vidrio
Como un globo sin secretos
Y encontraría que son demasiadas las veces que te pienso
Y que tu nombre está grabado
Como una fórmula de alquimia
Y dios se repugnaría
Como ante un loco de mirada torva
Si me espiaran los ojos de un dios
Que sean mejor los de una diosa
Entrarían en mi pasión revuelta
En mi obsesión central y secreta
Y sólo soportaría unos segundos
Estar en ese nido
Después me abandonaría
Sin hospedarse
Si me espiaran dos manos de mujer
Que se llame Selene
Que habite en la luna
Que tenga la lengua quieta
Y el corazón turgente
Oídos para escuchar, Selene, que la pasión me devora
Y que sólo pido una pizca de compasión lunar
La de tus ojos grises
Sin turbulencias
La de tus piernas cruzadas
Sin alardes
Si espiaran mi corazón los santos hombres
Se verían rodeados de escándalo
Puede no ser la paz la forma en que alguien vive
Puede un alma habitar el centro de una noche turbia
Sin rescoldos
Puede una cristiana desear
Torcerse hasta los gemidos
Y vivir conforme a ello?
Si los ojos de la noche
Me taladran
La espalda y los beneplácitos
Y abren huecos en mi pecho
Humedecido
No me quejaré
Tan pronto
Sin embargo
Que las bendiciones recorren
Senderos sinsentido
Cuando llegan
A mal puerto
Atontados sus designios
Pero no hay dioses voyeurs
Ni espectadores
Y nadie sabe que él me obsequió este libro
Y que no puedo soportar sus blandas páginas
Y que las manos se me caerán
Como prefacios de lluvia
Sobre sus tapas blancas
Y no podrán sostenerlo
Como cualquier ser humano entero
Debería.
(Constanza Liebe)
en una calle cualquiera
un perro cualquiera
lame mi mano
sé que perro que lame no muerde
consiento el acto inconscientemente
le entrego mi mano
pienso que no es natural
que un perro no tenga amo
el perro lame sin piedad
succiona
mi mano se desliza por su lengua
su boca tibia la sujeta
succiona
pienso que estoy por perder mi mano
y no me importa
succiona
pienso que el perro me va a tragar
y no me importa
succiona
me gusta
me gusta
me gusta
no puedo evitar que me guste tanto
quiero quedarme acá
en su boca de gelatina tibia
y si así lo desea
habitaré su cuerpo descarnado
en su garganta mi mano abierta
se encuentra con otra mano
seguramente que el perro
se había tragado a su amo
la mano palpitante se adhiere a mi piel
aún respira
siento su calor en todo mi cuerpo
me pide que la rescate
las manos se sujetan
en un nudo de dedos
tiro
el perro se despereza
aparecen nuestras manos
afuera de la boca
tiro
el perro se inquieta
tiro
el perro intenta huir
pero lo impido
tiro
el perro hace arcadas
hasta vomitarte
en las baldosas grises
en una calle cualquiera.
(Andrea Estevan)
un perro cualquiera
lame mi mano
sé que perro que lame no muerde
consiento el acto inconscientemente
le entrego mi mano
pienso que no es natural
que un perro no tenga amo
el perro lame sin piedad
succiona
mi mano se desliza por su lengua
su boca tibia la sujeta
succiona
pienso que estoy por perder mi mano
y no me importa
succiona
pienso que el perro me va a tragar
y no me importa
succiona
me gusta
me gusta
me gusta
no puedo evitar que me guste tanto
quiero quedarme acá
en su boca de gelatina tibia
y si así lo desea
habitaré su cuerpo descarnado
en su garganta mi mano abierta
se encuentra con otra mano
seguramente que el perro
se había tragado a su amo
la mano palpitante se adhiere a mi piel
aún respira
siento su calor en todo mi cuerpo
me pide que la rescate
las manos se sujetan
en un nudo de dedos
tiro
el perro se despereza
aparecen nuestras manos
afuera de la boca
tiro
el perro se inquieta
tiro
el perro intenta huir
pero lo impido
tiro
el perro hace arcadas
hasta vomitarte
en las baldosas grises
en una calle cualquiera.
(Andrea Estevan)
(algo raro y desprolijo y un poco viejo)
Y decís así
Pac
Pac
nunca puedo sentirlo como si hubiera sucedido.
Esa escena es un escándalo, con todas las cosas que he olvidado conspirando en el espacio que no sé decir.
Es la derrota del recuerdo, las heridas que no se tocan, la ternura que nunca nos sostuvo.
Tengo entre las manos cosas que no son nuestras, cosas que no conocés, que no verías. No sé si te recuerdo o te imagino.
Las manos apretando la botella
quién es cuando no sabe que lo miro.
Quién es cuando no sabe que lo miro
Quién es cuando no sabe que lo miro
Qué mano/ qué sensación qué fragmento soy cuando me sueña
Yo te miro tan inmenso tanta ruina que te surca el costado de la frente / no recuerdo
Un rito un café unas piernas que se estiran en la sombra
Pasos temblorosas promesas de otro rostro que luchan en tu cara/ así
Tantos años tanto semen zigzagueante entre la piel que ya no tengo
Qué imagen de qué cuerpo deformado y siempre el whisky y vos no podés verme
Eso me salva yo lo sé
de qué tamaño es tu gesto/ hasta dónde se puede ampliar una sonrisa/ (lo infinito que puede ser un movimiento)
Zás contra la pared y pendeja y vasos rotos
y calma y perdón y no me dejes
Esa historia no es la mía
nunca estuve ahí fue un error en el tiempo
un sí que nunca quise un sueño en la noche equivocada
cuánto ruido hace una bala
qué tan rota la cara qué tan cruel
la cicatriz
(camino indescifrable donde nada nace)
soy mis 15 años en un cuerpo que no sabe recordarse
Una imagen en tus ojos destruidos
cuando todo esto termine seremos (otra vez)
un hombre mayor ciego que está loco
una pendeja que mira y con los ojos tan abiertos
la mancha en un colchón sin sábanas
la mancha en el costado de tu frente
su imagen en tus ojos destruidos
y diré estoy bien y diré contame
y dirás fue así
dos tiros
pac
pac.
(Paula Simonetti de Souza)
Y decís así
Pac
Pac
nunca puedo sentirlo como si hubiera sucedido.
Esa escena es un escándalo, con todas las cosas que he olvidado conspirando en el espacio que no sé decir.
Es la derrota del recuerdo, las heridas que no se tocan, la ternura que nunca nos sostuvo.
Tengo entre las manos cosas que no son nuestras, cosas que no conocés, que no verías. No sé si te recuerdo o te imagino.
Las manos apretando la botella
quién es cuando no sabe que lo miro.
Quién es cuando no sabe que lo miro
Quién es cuando no sabe que lo miro
Qué mano/ qué sensación qué fragmento soy cuando me sueña
Yo te miro tan inmenso tanta ruina que te surca el costado de la frente / no recuerdo
Un rito un café unas piernas que se estiran en la sombra
Pasos temblorosas promesas de otro rostro que luchan en tu cara/ así
Tantos años tanto semen zigzagueante entre la piel que ya no tengo
Qué imagen de qué cuerpo deformado y siempre el whisky y vos no podés verme
Eso me salva yo lo sé
de qué tamaño es tu gesto/ hasta dónde se puede ampliar una sonrisa/ (lo infinito que puede ser un movimiento)
Zás contra la pared y pendeja y vasos rotos
y calma y perdón y no me dejes
Esa historia no es la mía
nunca estuve ahí fue un error en el tiempo
un sí que nunca quise un sueño en la noche equivocada
cuánto ruido hace una bala
qué tan rota la cara qué tan cruel
la cicatriz
(camino indescifrable donde nada nace)
soy mis 15 años en un cuerpo que no sabe recordarse
Una imagen en tus ojos destruidos
cuando todo esto termine seremos (otra vez)
un hombre mayor ciego que está loco
una pendeja que mira y con los ojos tan abiertos
la mancha en un colchón sin sábanas
la mancha en el costado de tu frente
su imagen en tus ojos destruidos
y diré estoy bien y diré contame
y dirás fue así
dos tiros
pac
pac.
(Paula Simonetti de Souza)
lunes, 13 de diciembre de 2010
El Silencio que queda tras nosotros.
Y en el hoy, que es aquí, no hay más nunca…
Será que el nunca no llega a nosotros,
Será que nosotros no llegamos a él…
In eternis.
Quizá sea lo que nos une a la vida,
Que no acaba,
Que no abarca,
Tras eternos despertares, lo que somos…
Quizá somos el silencio que queda tras nosotros.
Aquél que no percibes,
Aquél que limitas con la mirada simple,
Que es como no ver.
Y el encuentro se vuelve desencontrado,
Y las vacilaciones,
Nos consumen como si fuéramos brasas despojadas de calor,
Y somos nosotros,
Y desaparecemos…
Ante nuestra historia misma nos volvemos desaparecidos.
Me rehúso a vivir desterrado...
Y es mi esencia,
Y sólo son palabras,
Y el silencio que queda tras nosotros.
(Iván C. Costábile)
Y en el hoy, que es aquí, no hay más nunca…
Será que el nunca no llega a nosotros,
Será que nosotros no llegamos a él…
In eternis.
Quizá sea lo que nos une a la vida,
Que no acaba,
Que no abarca,
Tras eternos despertares, lo que somos…
Quizá somos el silencio que queda tras nosotros.
Aquél que no percibes,
Aquél que limitas con la mirada simple,
Que es como no ver.
Y el encuentro se vuelve desencontrado,
Y las vacilaciones,
Nos consumen como si fuéramos brasas despojadas de calor,
Y somos nosotros,
Y desaparecemos…
Ante nuestra historia misma nos volvemos desaparecidos.
Me rehúso a vivir desterrado...
Y es mi esencia,
Y sólo son palabras,
Y el silencio que queda tras nosotros.
(Iván C. Costábile)
Se sonroja al conocer
el doble apellido
Deslumbra
Admira
Envidia
Desea
Trasciende límites
antes insospechados
Reconoce
Realza
Revisa
títulos, viajes,
contactos, vivencias;
que el dinero
no compró
Aconseja
Acompaña
Alienta
los deseos controlados
de salir en portadas
De ser alguien
después de no sentirse nada.
Entierra
Oscurece
Pisotea
su dignidad perdida
Ineptitud constante
Vergonzosa desfachatés
Incontrolable ambición
Ilimitada necesidad de ser,
de existir
de resaltar
de crecer
sin importar el cómo
y el porqué...
(Bilu Hue)
el doble apellido
Deslumbra
Admira
Envidia
Desea
Trasciende límites
antes insospechados
Reconoce
Realza
Revisa
títulos, viajes,
contactos, vivencias;
que el dinero
no compró
Aconseja
Acompaña
Alienta
los deseos controlados
de salir en portadas
De ser alguien
después de no sentirse nada.
Entierra
Oscurece
Pisotea
su dignidad perdida
Ineptitud constante
Vergonzosa desfachatés
Incontrolable ambición
Ilimitada necesidad de ser,
de existir
de resaltar
de crecer
sin importar el cómo
y el porqué...
(Bilu Hue)
Poema sin sentido
Quiso tocarlo
el roce de sus yemas
no le erizó
la piel.
Quiso lamerlo
su lengua no reconoció
el dulce sabor de
su sexo.
Quiso mirarlo
sentir que su mirada también la penetraba
los ojos
la sumieron en una
oscuridad profunda.
Quiso olerlo,
como un animal
dejarse guiar por el
aroma a hombre que exhalaba
sus narinas solo aspiraron
un aire
helado/neutro.
Cuando no escuchó
sus palabras
dulces
o sucias
ni los gemidos
propios
o ajenos
comprendió que el amor
de ese hombre
carecía
de
sentidos.
(Ma. Laura Pintos)
Quiso tocarlo
el roce de sus yemas
no le erizó
la piel.
Quiso lamerlo
su lengua no reconoció
el dulce sabor de
su sexo.
Quiso mirarlo
sentir que su mirada también la penetraba
los ojos
la sumieron en una
oscuridad profunda.
Quiso olerlo,
como un animal
dejarse guiar por el
aroma a hombre que exhalaba
sus narinas solo aspiraron
un aire
helado/neutro.
Cuando no escuchó
sus palabras
dulces
o sucias
ni los gemidos
propios
o ajenos
comprendió que el amor
de ese hombre
carecía
de
sentidos.
(Ma. Laura Pintos)
lueve
quisiera llamarte
estoy sola en mi cama
con el teléfono entre mis manos
escuchar juntos la misma lluvia
sumergidos en las sábanas
enredados
las manos que se besan
nuestras bocas que se abrazan
pero soy cobarde
aunque quisiera llamarte
estoy sola en mi cama
con el teléfono
y entre mis manos
llueve.
(Andrea Estevan)
quisiera llamarte
estoy sola en mi cama
con el teléfono entre mis manos
escuchar juntos la misma lluvia
sumergidos en las sábanas
enredados
las manos que se besan
nuestras bocas que se abrazan
pero soy cobarde
aunque quisiera llamarte
estoy sola en mi cama
con el teléfono
y entre mis manos
llueve.
(Andrea Estevan)
Te parecés un poco al Clint de la mejor época/
Pero tu gesto recio se ablanda con el arte/
Hasta dejarte perdido/
Como un tierno niño/
Al borde del orgasmo/
Hasta el delirio/
Che bandoneón/
Si vos sabés que es así/
Nadie lo amó ni lo amará como vos/
Sus dedos gruesos te corresponden/
De noche en noche/
Y esa caricia nos duele a todos/
Che bandoneón/
Si ninguna mujer/
Se le entrega como vos/
Se deshace caricia entre sus dedos/
Con un quejido de amante/
Que a nada dice que no
(En el espasmo fuelle
de un bandoneón
gimen las ganas arrepentidas
de algún amor
se despiden
en el aire).
(Constanza Liebe)
Pero tu gesto recio se ablanda con el arte/
Hasta dejarte perdido/
Como un tierno niño/
Al borde del orgasmo/
Hasta el delirio/
Che bandoneón/
Si vos sabés que es así/
Nadie lo amó ni lo amará como vos/
Sus dedos gruesos te corresponden/
De noche en noche/
Y esa caricia nos duele a todos/
Che bandoneón/
Si ninguna mujer/
Se le entrega como vos/
Se deshace caricia entre sus dedos/
Con un quejido de amante/
Que a nada dice que no
(En el espasmo fuelle
de un bandoneón
gimen las ganas arrepentidas
de algún amor
se despiden
en el aire).
(Constanza Liebe)
En el minuto siguiente a las cinco
¡Qué noble oficio!, la oficina pasadas las cinco.
El minuto siguiente es el olor a morgue.
El edificio entero una necrópolis,
Donde deambula sinsentido un vigilante.
El minuto siguiente a las cinco en punto
Enfría los monitores y la cabeza,
Cierra las puertas, empuja las ventanas,
Las luces parpadean y los teléfonos se quiebran en llanto.
En el minuto después del calvario la jornada se vuelve una estática.
Un museo, un freezer, una habitación abandonada,
Donde tras las cortinas el fax contesta las llamadas.
(Pedro Sgaravatti)
¡Qué noble oficio!, la oficina pasadas las cinco.
El minuto siguiente es el olor a morgue.
El edificio entero una necrópolis,
Donde deambula sinsentido un vigilante.
El minuto siguiente a las cinco en punto
Enfría los monitores y la cabeza,
Cierra las puertas, empuja las ventanas,
Las luces parpadean y los teléfonos se quiebran en llanto.
En el minuto después del calvario la jornada se vuelve una estática.
Un museo, un freezer, una habitación abandonada,
Donde tras las cortinas el fax contesta las llamadas.
(Pedro Sgaravatti)
Pelamen, no llueven niñeras del cielo
Quedamos sin clandestina cita / me regurgita
El abrazo lazo hacia tu caballo
Largo cuello de nuez juego a ser tu crin
En la clara morochez chamán de tu falda
El lugar indicado caos fondo de las cosas
Caos que refulge / me urge
La ingeniería falaz del amor y el pene
La suma deseo de varios animales
La pata encima de las huellas barro
Que me desliza y tapiza epidermis
Que me disloca coyunturas y su frémito.
(Eduardo Curbelo)
Quedamos sin clandestina cita / me regurgita
El abrazo lazo hacia tu caballo
Largo cuello de nuez juego a ser tu crin
En la clara morochez chamán de tu falda
El lugar indicado caos fondo de las cosas
Caos que refulge / me urge
La ingeniería falaz del amor y el pene
La suma deseo de varios animales
La pata encima de las huellas barro
Que me desliza y tapiza epidermis
Que me disloca coyunturas y su frémito.
(Eduardo Curbelo)
No, yo no miré el cuadrado con la cara desencajada y ridícula
No lloraba
No vi el humo, extraños garabatos al silencio
Ni la piel, cárcel de una mueca miserable.
No, no estuve.
No vi ni el gesto del alcohol
no hubo pozo
cuadrado inverosímil/ última habitación de lo confuso
sensación Que nos decimos en secreto
simulando qUe lloramos
pero
a vecEs
me quEda la cara un poco torcida
falSa
la mirada se vuelve indescifrable
la boca es irreal si dice una palabra que no existe
si Tiene un pensamiento que no sostiene a nadie
apenas digo tU NOMBRE
pongo una palabra en el vacío.
(Paula Simonetti de Souza)
No lloraba
No vi el humo, extraños garabatos al silencio
Ni la piel, cárcel de una mueca miserable.
No, no estuve.
No vi ni el gesto del alcohol
no hubo pozo
cuadrado inverosímil/ última habitación de lo confuso
sensación Que nos decimos en secreto
simulando qUe lloramos
pero
a vecEs
me quEda la cara un poco torcida
falSa
la mirada se vuelve indescifrable
la boca es irreal si dice una palabra que no existe
si Tiene un pensamiento que no sostiene a nadie
apenas digo tU NOMBRE
pongo una palabra en el vacío.
(Paula Simonetti de Souza)
Sucede que, sin pensar,
los días se caen
del almanaque de tu memoria
al suelo,
y el viento los mece
antes que toquen tierra
y vuelen las historias
que esos días contienen
rumbo al horizonte.
Los ves marcharse
de tu piel
buscando un futuro
que dudas que exista.
Quedas, solo,
vacío,
mirando ese horizonte,
sin comprender.
Algo más te ha abandonado
con ese recuerdo.
Te quedas mirando
y esperando
sin saber por qué has llegado
hasta aquí.
Pero ya los pies
no quieren otra cosa
que abandonar
todo movimiento
y dejarse perder
en el olvido.
(José A. Santos Guede)
los días se caen
del almanaque de tu memoria
al suelo,
y el viento los mece
antes que toquen tierra
y vuelen las historias
que esos días contienen
rumbo al horizonte.
Los ves marcharse
de tu piel
buscando un futuro
que dudas que exista.
Quedas, solo,
vacío,
mirando ese horizonte,
sin comprender.
Algo más te ha abandonado
con ese recuerdo.
Te quedas mirando
y esperando
sin saber por qué has llegado
hasta aquí.
Pero ya los pies
no quieren otra cosa
que abandonar
todo movimiento
y dejarse perder
en el olvido.
(José A. Santos Guede)
Allá arriba está mi respuesta
pero no puedo subir.
Recorro mi respiración por enésima vez,
cuento mis pasos y vuelvo.
Allá arriba, mi respuesta
está custodiada por mí
en formas distintas y crueles.
Yo misma, llena de odio y desprecio.
Yo misma odiando las respuestas,
las preguntas,
mi absurdo silencio.
(Lara Ferreira)
pero no puedo subir.
Recorro mi respiración por enésima vez,
cuento mis pasos y vuelvo.
Allá arriba, mi respuesta
está custodiada por mí
en formas distintas y crueles.
Yo misma, llena de odio y desprecio.
Yo misma odiando las respuestas,
las preguntas,
mi absurdo silencio.
(Lara Ferreira)
Habíamos perdido o habíamos ganado; eso se sabe cien años después, tal vez nunca (narrativa poética)
La chica no habia entendido lo que le dijiste, pero quedó un relámpago en su cerebro, sonando como un remolino.
A todos nos parecía una mala época para enamorarse, pero todavía podíamos ver a través de nuestros ojos.
Tus ojos ya no son los de antes, eso es cierto, pero ¿a quién le importa? Los míos tampoco.
Te escribiría versos que hablen del poder que tiene la luna sobre los objetos, de lo mal que la pasé escuchando temas jodidos como black o Perfect Day.
Nacimos y los sueños ya estaban prefabricados. Los donaban a voluntad.
Escapé de ellos lo más lejos que pude, peor siempre me estaba esperando el pasado.
Eso del cielo y del infierno me la suda. Pero vivir sin apenas vivir no es un estímulo para nadie... O no debería serlo.
Yo no estoy aquí para separar cabras de corderos. Que me apunten y griten fuego, yo se que hice todo lo posible.
Él no era lo que se dice guapo, pero tenía una buena espalda y una gran conversación.
Te parecerá extraño pero, esa noche, donde todo sucedió, hablamos hasta las cuatro de la mañana, y nos quedamos dormidos.
Y eso fue todo. Lo demás, es historia.
Dicen que a los muertos hay que dejarlos ir.
Que a los vivos, hay que aprender a decirles adiós.
A Dios no le debo nada. Al diablo, con mi ingratitud.
(Xime de Coster)
La chica no habia entendido lo que le dijiste, pero quedó un relámpago en su cerebro, sonando como un remolino.
A todos nos parecía una mala época para enamorarse, pero todavía podíamos ver a través de nuestros ojos.
Tus ojos ya no son los de antes, eso es cierto, pero ¿a quién le importa? Los míos tampoco.
Te escribiría versos que hablen del poder que tiene la luna sobre los objetos, de lo mal que la pasé escuchando temas jodidos como black o Perfect Day.
Nacimos y los sueños ya estaban prefabricados. Los donaban a voluntad.
Escapé de ellos lo más lejos que pude, peor siempre me estaba esperando el pasado.
Eso del cielo y del infierno me la suda. Pero vivir sin apenas vivir no es un estímulo para nadie... O no debería serlo.
Yo no estoy aquí para separar cabras de corderos. Que me apunten y griten fuego, yo se que hice todo lo posible.
Él no era lo que se dice guapo, pero tenía una buena espalda y una gran conversación.
Te parecerá extraño pero, esa noche, donde todo sucedió, hablamos hasta las cuatro de la mañana, y nos quedamos dormidos.
Y eso fue todo. Lo demás, es historia.
Dicen que a los muertos hay que dejarlos ir.
Que a los vivos, hay que aprender a decirles adiós.
A Dios no le debo nada. Al diablo, con mi ingratitud.
(Xime de Coster)
Quedan el viento y la luz nítida
marcada en el beso,
el incienso de la piel
sosteniéndote
en las cuatro aristas
de la música.
Quedan el azogue profundo
y el eco de todas las mañanas
un solo pétalo
entre tu cuerpo y el mío,
abriéndose.
Quedan sombras desnudas
escapando
hacia mis manos vacías.
Quedan una hebra delgada y sugerente
que nos une,
el trigo brillante de tu espalda,
el presagio de la luna
entre tus piernas.
Quedo yo, sola,
fuera de mí
agitándome para conocerte.
(Lilián Hirigoyen)
marcada en el beso,
el incienso de la piel
sosteniéndote
en las cuatro aristas
de la música.
Quedan el azogue profundo
y el eco de todas las mañanas
un solo pétalo
entre tu cuerpo y el mío,
abriéndose.
Quedan sombras desnudas
escapando
hacia mis manos vacías.
Quedan una hebra delgada y sugerente
que nos une,
el trigo brillante de tu espalda,
el presagio de la luna
entre tus piernas.
Quedo yo, sola,
fuera de mí
agitándome para conocerte.
(Lilián Hirigoyen)
hay dos perros mordiendo la ropa
despedazándola
haciendola añicos
y nuestros huesos yacen en el piso
tesoro despreciado por los canes
y solo así logramos por una vez estar desnudos
como dos corbatas desanudadas
en lo oscuro de un ropero
armado y desarmado n veces
en las malditas n mudanzas.
(Pablo De Grossi)
despedazándola
haciendola añicos
y nuestros huesos yacen en el piso
tesoro despreciado por los canes
y solo así logramos por una vez estar desnudos
como dos corbatas desanudadas
en lo oscuro de un ropero
armado y desarmado n veces
en las malditas n mudanzas.
(Pablo De Grossi)
*
*
pudesse eu viver
duas simultâneas vidas
e inteiro estivesse em cada uma delas
para viver completamente
ou conseguisse eu esquecer
aquela outra vida
que quase vivi
quase
a mais terrível das palavras
David Teles Ferreira
pudesse eu viver
duas simultâneas vidas
e inteiro estivesse em cada uma delas
para viver completamente
ou conseguisse eu esquecer
aquela outra vida
que quase vivi
quase
a mais terrível das palavras
David Teles Ferreira
Como recién lustrado
Aquél cuero
brillaba
negro azabache,
como
recién lustrado.
Fino,
cocido
prolijamente
por los bordes,
no tenía grietas,
ni quiebres,
menos aún,
porosidades.
Ambos
extremos
remataban
en metal
nunca
ennegrecido
u opaco
por el roce.
Al igual
que
el cuero,
brillaba con
destellos
muy fuertes,
deslumbrantes
y algo hirientes.
Todas
las noches,
durante una hora,
su dueño
pasa pomada
y lustra
el cuero,
para
más tarde,
pulir
el metal
hasta
que brille
como
plata pura.
Ese cuero,
sobado
por el uso,
blando,
suave y
tierno,
a pesar
de la fría
presencia
plateada,
se volvía
duro,
cortante
y cruel,
cuando
se sacudía
y hacía vibrar
el bruñido
que
de esa manera
hería
cortaba
y hendía
la piel,
la carne,
los huesos.
Aquél
Cinturón,
culto
a la perfección,
a lo pulcro,
todas las noches,
durante
una hora
era lustrado
y pulido,
amorosamente,
de tal forma
que
jirones de piel
y carne,
manchas
de sangre,
y rastros
de marfil,
no
sobrevivieran
al
perverso fin
para
el cual
era
tan cuidado
Y así
pareciera
recién lustrado.
José W. Legaspi
brillaba
negro azabache,
como
recién lustrado.
Fino,
cocido
prolijamente
por los bordes,
no tenía grietas,
ni quiebres,
menos aún,
porosidades.
Ambos
extremos
remataban
en metal
nunca
ennegrecido
u opaco
por el roce.
Al igual
que
el cuero,
brillaba con
destellos
muy fuertes,
deslumbrantes
y algo hirientes.
Todas
las noches,
durante una hora,
su dueño
pasa pomada
y lustra
el cuero,
para
más tarde,
pulir
el metal
hasta
que brille
como
plata pura.
Ese cuero,
sobado
por el uso,
blando,
suave y
tierno,
a pesar
de la fría
presencia
plateada,
se volvía
duro,
cortante
y cruel,
cuando
se sacudía
y hacía vibrar
el bruñido
que
de esa manera
hería
cortaba
y hendía
la piel,
la carne,
los huesos.
Aquél
Cinturón,
culto
a la perfección,
a lo pulcro,
todas las noches,
durante
una hora
era lustrado
y pulido,
amorosamente,
de tal forma
que
jirones de piel
y carne,
manchas
de sangre,
y rastros
de marfil,
no
sobrevivieran
al
perverso fin
para
el cual
era
tan cuidado
Y así
pareciera
recién lustrado.
José W. Legaspi
lunes, 6 de diciembre de 2010
quiero hacer que antes
se llueva enteramente en cuál comienzo
y en algunos otros finales
acaso este ser es pájaro, es nada
como un ala desprendida de algún cuerpo
tener sólo el verbo entre las plumas
saber que volar se parece a eso
metonimia anclada en el silencio de las cosas.
hacer que antes
sea destino
aparecerme pero nueva
y con remiendos
sin cicatrices
amanecer de gusto, de ganas, de perdidas
incontrolables o enceguecidas ganas
pero nueva.
(Niña Eclipse)
se llueva enteramente en cuál comienzo
y en algunos otros finales
acaso este ser es pájaro, es nada
como un ala desprendida de algún cuerpo
tener sólo el verbo entre las plumas
saber que volar se parece a eso
metonimia anclada en el silencio de las cosas.
hacer que antes
sea destino
aparecerme pero nueva
y con remiendos
sin cicatrices
amanecer de gusto, de ganas, de perdidas
incontrolables o enceguecidas ganas
pero nueva.
(Niña Eclipse)
Tuvimos que habitar en el silencio musgo solitario al final del comienzo late corazón precipicio precipitado hasta el fondo muy al fondo primer eslabón letras tomadas de las manos cruzando el despeñadero asustados niños atravesando las tinieblas del conocimiento en silencio amarrando la ira al sueño invertido de los murciélagos cazando polillas para no morir de inanición y tu ser querido ya no está volcán en erupción expulsando lava recuerdo ígneo manantial de fuego tuvimos que habitar en el silencio olvidamos el abecedario grabamos nuestras manos ensangrentadas en la caverna para que la historia amnésica jamás olvide el dolor cuando pronuncie nuestros nombres drogadicta historia PUTA historia cadenas de acero herrumbrado sentimiento telarañas telarañas telas y arañas ávidas de insectos o soles rielando la oscuridad oscuraedad chinches habitando colchones y el olor a orina miedo-terror-pánico sueño con insomnio piojos a destajo proliferando mamando gratis de las tetas-toque-de-queda donde todo-pasa-todo-queda pese al avance inexorable de las hojas del calendario y las nuevas tecnologías pasando revista desde un computador tuvimos que habitar en el silencio y nos creció una lengua nueva serpiente que cambió de piel y sisea sisea designios signos que la PUTA historia amnésica historia no podrá olvidar no podrá no podrá no podrá!!!
(Jorge Antonio Albornoz Figueroa)
(Jorge Antonio Albornoz Figueroa)
a la muerte del Che
la espada del guerrero se discutio en las oficinas
de una pluma de oro sale hacia lo llano un sol calmo
y el pecho del hombre del cigarro es la presa
grasa mezclada con agua lava los campos
no hay a la vista etiquetas de lo cotidiano
un humo amoroso estara vivo junto al suspiro
suspiro de varon decente
reclinado discreto en su amor mientras camina
el solo sabe
un sol calmo declara que no hay oposicion en el paisaje
pero su brillo huele wisky y perfume de prostibulos
el compañero no pega la vuelta
unos bichos fracazan su incapie en lo humano
a sabiendas y prediccion
de un olor a polvora encerrado en un oscuro cuarto
!si el hierro hubiera sido del aire!
!si los aros de una cadena supieran su reunion triste!
!si los pajaros se interesaran en lo humano...
harianlo oculto en torbellino a este su hermano desvalido
es un conjuro de ausencias como debe ser y siempre sera
para que un hilo sucio y plastico suba del bolsillo del magnate
a la excelente vena al corazon fuera de engranaje y maquina
porque esta lo monstruoso cuando algo quieto es bello
las hojas de los arboles detuvieron su conocimiento del dia
porque la sangre no reconoce en el pan las marcas de las manos
alguien con habla hispana de españoles y tiranos
corto con su mano el tallo esmeraldino
el tallo que aprendio el lenguaje de la jungla
pero no pudo hablarlo en las ciudades
y colaboro
y se fue calmo
y actuo una calma administrativa
en los ultimos instantes cuando sus pulgares
eran su caricia de sus ilustres palmas
y el humo de habano establecia unos corredores
que respiraban crines verdes y cortezas iracundas
cuando no llega a caer
cuando su rostro retiene su juicio en la mirada
y su pena consecuente de su impotencia de combate
la cruz de su propia estatura no comprendida lo sostiene
y endulza la muerte
una gota aun de su presencia tenue sin pensamiento
pero suspiro no aniquilado
ya la tierra o la tierra o la unica tierra
establece un brebaje por generaciones
que correra en las aguas que lleva el viento
bebiendo en las altas ramas.
(Alejandro Dorado)
la espada del guerrero se discutio en las oficinas
de una pluma de oro sale hacia lo llano un sol calmo
y el pecho del hombre del cigarro es la presa
grasa mezclada con agua lava los campos
no hay a la vista etiquetas de lo cotidiano
un humo amoroso estara vivo junto al suspiro
suspiro de varon decente
reclinado discreto en su amor mientras camina
el solo sabe
un sol calmo declara que no hay oposicion en el paisaje
pero su brillo huele wisky y perfume de prostibulos
el compañero no pega la vuelta
unos bichos fracazan su incapie en lo humano
a sabiendas y prediccion
de un olor a polvora encerrado en un oscuro cuarto
!si el hierro hubiera sido del aire!
!si los aros de una cadena supieran su reunion triste!
!si los pajaros se interesaran en lo humano...
harianlo oculto en torbellino a este su hermano desvalido
es un conjuro de ausencias como debe ser y siempre sera
para que un hilo sucio y plastico suba del bolsillo del magnate
a la excelente vena al corazon fuera de engranaje y maquina
porque esta lo monstruoso cuando algo quieto es bello
las hojas de los arboles detuvieron su conocimiento del dia
porque la sangre no reconoce en el pan las marcas de las manos
alguien con habla hispana de españoles y tiranos
corto con su mano el tallo esmeraldino
el tallo que aprendio el lenguaje de la jungla
pero no pudo hablarlo en las ciudades
y colaboro
y se fue calmo
y actuo una calma administrativa
en los ultimos instantes cuando sus pulgares
eran su caricia de sus ilustres palmas
y el humo de habano establecia unos corredores
que respiraban crines verdes y cortezas iracundas
cuando no llega a caer
cuando su rostro retiene su juicio en la mirada
y su pena consecuente de su impotencia de combate
la cruz de su propia estatura no comprendida lo sostiene
y endulza la muerte
una gota aun de su presencia tenue sin pensamiento
pero suspiro no aniquilado
ya la tierra o la tierra o la unica tierra
establece un brebaje por generaciones
que correra en las aguas que lleva el viento
bebiendo en las altas ramas.
(Alejandro Dorado)
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